Detrás del lente: La mirada de Víctor Bugge, un fotógrafo legendario

Víctor Hugo Bugge, nacido un 17 de julio de 1956. Por más de cuarenta años, fue el fotógrafo oficial de la Casa Rosada. Sus ojos, iguales a los de un halcón, siempre atentos al más mínimo detalle, han sido solo uno de sus dotes como reportero gráfico a la hora de capturar los momentos más icónicos de muchos presidentes argentinos.
Desde 1978, de manera ininterrumpida, Víctor Bugge ha retratado a presidentes, vicepresidentes, funcionarios nacionales de distinta índole, mandatarios extranjeros, siempre con una técnica exquisita. Sus fotografías hablan por sí solas. En esta nota, un pedazo de la historia de Víctor, el legendario fotógrafo presidencial.
Antes de convertirse en una eminencia de la fotografía argentina, Víctor Hugo Bugge trabajó en la editorial Atlántida, y en 1978 ingresó a trabajar en la Casa Rosada. No es extraño el porvenir que tuvo Bugge. Su padre, Miguel Bugge, también era fotógrafo y trabajó en el diario La Nación. Es decir, Víctor heredó, en alguna medida, el talento de su padre. Durante más de cuarenta años, el fotógrafo de la Casa Rosada retrató momentos icónicos de la historia argentina. No hubo, casi, momentos particulares y especiales que escaparan de sus ojos y manos. Malvinas, la transición democrática, crisis económicas, todo eso y mucho más, fue retratado por él.
Malvinas, desde cerca
Icónico. Tanto él como su trabajo. Víctor fue un privilegiado. Ocupó el lugar que muchos hubieran querido tener, incluso quien escribe este artículo para homenajearlo. Corría 1982 y Argentina era, literalmente, un hervidero. Nadie sospechaba lo que estaba por ocurrir ese famoso 2 de abril. Pero ocurrió. Los medios de comunicación dieron cuenta de la recuperación de las Islas Malvinas por parte de las tropas argentinas. Todo era fiesta. La gente estaba emocionada, muy emocionada. De alguna manera, se fanatizaron a más no poder con las palabras de un Leopoldo Fortunato Galtieri que se mostraba muy confiado con lo que podía pasar en nuestras islas.

“Creo que no tomamos conciencia de lo que se hizo, había una situación de acción psicológica sobre la gente que estaba en el continente. No teníamos la más mínima información de lo que pasaba con nuestros compatriotas. Esto lo digo con la autoridad que me da haber sido testigo de ello acá y de haber vuelto después a las islas con los familiares. Cuando llegué en ese viaje a Malvinas, sentí como que completé el círculo. Yo había salido al balcón con Galtieri cuando dijo el famoso ‘si quieren venir, que vengan’. Después de cuarenta años, haberme encontrado con un montón de tumbas de pibes que no volvieron fue muy fuerte”, recordó en el año 2019. Fuerte. Muy fuerte. Pero Víctor tiene la autoridad y experiencia suficiente para hablar sobre la Guerra de Malvinas. Es alguien que menciona el tema, e inmediatamente, todos en el salón hacen silencio y le prestan atención. Su mirada para retratar lo que sucedía en Argentina, mientras nuestros combatientes peleaban noche y día contra los piratas, fue, sin dudas, algo más que necesario. Porque la historia no solo se hizo en las islas, eso está claro.
Raúl Ricardo Alfonsín
El 10 de diciembre de 1983, Argentina logró salir finalmente de uno de los periodos más oscuros de toda su historia. La dictadura militar más cruenta y violenta que nuestro país vivió había terminado. Fueron años muy duros para la sociedad argentina. La gente vivió a merced de un gobierno militar que, a diestra y siniestra, dañó irreparablemente a todo el pueblo argentino. Pero la historia terminó el día que Raúl Ricardo Alfonsín asumió la presidencia de Argentina y nuestro país volvió a vivir en democracia. Alfonsín ganó las elecciones de la mano de Víctor Hipólito Martínez, su compañero de fórmula. Del otro lado se encontraban Ítalo Luder y Deolindo Felipe Bittel. Fue la primera derrota electoral del PJ, un hecho histórico y sin precedentes.

Víctor Hugo Bugge seguía presente, siempre atento a los momentos icónicos que sus ojos silenciosos, minuciosos y milimétricos capturaban todos los días. Él recuerda la asunción del presidente Alfonsín como si hubiese sido ayer. Desde el Cabildo, el referente de la UCR saludaba a una multitud de gente que se agolpaba para poder ver al líder carismático que había puesto un punto final a la peor dictadura que sufrió nuestro país. “La plaza más impresionante que pude fotografiar fue la de las Madres de Plaza de Mayo. Después viene la plaza que convoca la política, por así decirlo, que fue la de Alfonsín del 10 de diciembre de 1983, desde el Cabildo hacia la Casa Rosada”, recordó en 2019 el histórico reportero gráfico.

Víctor también hizo otras históricas fotos del presidente Raúl Alfonsín. Hay una en particular que pasó a la historia como una de sus mejores fotos, y es aquella en la que Alfonsín aparece de espaldas, caminando junto a Carlos Saúl Menem, en lo que fue la transición de poder entre ambos líderes políticos, en 1989. Erróneamente, esta foto luego se usó para ilustrar el Pacto de Olivos, hecho que se concretó en 1993 y sentó las bases para la posterior reforma constitucional de 1994. Al margen de este pequeño detalle, hay que hablar sobre la icónica fotografía que Víctor Bugge realizó de los referentes de la UCR y el PJ. La obra cumple con todo lo que una buena foto tiene que tener: transmite una idea concreta y retrata a la perfección lo que estaba ocurriendo en ese entonces. Dos líderes políticos indiscutidos que estaban en un proceso de transición democrática.
La objetividad, una de las mejores cualidades de Víctor
Alguna vez, en un salón de clases, en una ciudad del sur de Argentina, un docente de Sociología les dijo a sus alumnos: “chicos, la objetividad no existe. Lo que existe, en tal caso, son atisbos de objetividad”. Víctor Bugge llegó para romper con ese paradigma. Él mismo define su trabajo como “oficial, no oficialista”. Y es el mismo Víctor el que habla sobre esto: “yo trabajo para que lo que vos veas en la foto sea lo más parecido a lo que pasa acá adentro. Y el fotógrafo, cuando saca una foto, está sacando lo que elabora en la cabeza”, contó el emblemático fotógrafo en otra entrevista que concedió en el año 2017.

Siempre un tipo responsable. Trabajó a destajo, sin descanso. Él mismo lo cuenta. “Yo me levanto y vengo, no tengo otra actividad”, decía hace algunos años. Además de su responsabilidad, a Víctor Hugo Bugge lo caracteriza la lealtad por su Patria. Nunca hizo distinciones de colores políticos. Eso nunca fue lo suyo. “Yo miro a los presidentes nada más, no a la política”.
Francisco: Fotos icónicas del Papa argentino
Otra de las facetas del emblemático fotógrafo argentino tiene que ver con su trabajo en el Vaticano y cómo durante años retrató la realidad de la ciudad en donde viven los sumos pontífices. Viajó con todos los presidentes a la Ciudad-Estado que se encuentra en Italia. Incluso llegó a hacer un trabajo especial para el Papa argentino Jorge Bergoglio, más conocido como Francisco. Esas fotos, al igual que todas las que pasaron por su ojo minucioso y milimétrico, son épicas. “Dejando de lado la religión, no hay nadie que no se conmueva al entrar al Vaticano. De un lado te pega Miguel Ángel, del otro Rafael…si hay un lugar que conmueve desde lo visual es la basílica de San Pedro”, señaló hace algunos años uno de los históricos maestros argentinos de la fotografía.

El trabajo de Víctor con Francisco fue trascendental, por el hecho de que fue el primer fotógrafo externo en trabajar para el Vaticano. En palabras del fotógrafo de la Casa Rosada: “logré una producción hermosa. Para mí fue el techo de mi carrera profesional, no espero nada más. Además, el Papa eligió una foto mía que pasó a la piedra hecha mosaico en la basílica de San Pablo extramuros”.
Alberto
El 10 de diciembre del 2019 fue un día histórico para los argentinos. Un poco enojado, el pueblo argentino, mediante el “voto castigo”, le había entregado el poder a Alberto Fernández, que en su fórmula presidencial estuvo acompañado por la dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Víctor seguía siendo, por supuesto, el fotógrafo oficial de la Casa Rosada. Recuerda claramente cómo fue el momento en el que se reencontró con el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner. “Fue un momento de mucha emoción. Recibí un abrazo de Alberto al descender de su auto que me llenó de emoción. Luego sentí que registraba otro momento histórico en mi vida cuando retraté el traspaso de mando de un presidente elegido a otro también elegido por voluntad popular a través del voto”.

La asunción de Alberto Fernández como Presidente de la Nación (2019)
El futuro es hoy, y es hermoso
Hoy Víctor se retira como fotógrafo oficial de la Casa Rosada, pero su legado perdurará por décadas enteras. No podemos decir que algún día, alguien se va a acordar de él. No, porque Víctor Hugo Bugge ya es parte de la historia grande de la Argentina. Nunca negoció cambiar su forma de trabajar, jamás. “Uno no tiene que variar, los que varían son los presidentes. Yo tengo que descubrir sus formas y adaptarme, meterme adentro”, dijo hace algunos años en una entrevista con Infobae.

Ahora, Víctor Bugge puede descansar tranquilo. Sabe que durante años ha formado a un equipo de profesionales que continuarán su tarea del mismo modo, o casi del mismo modo que él. “Tengo un equipo de muchachos formados por mí, de manera que cuando me retire, esa semilla ya creció. Le dejo la posta a ellos. Tienen la educación para llegar a donde llegué yo, en el sentido de la cantidad de años. No están educados para cometer errores. Acá hay que moverse con mucho cuidado, tratar de no pisar callos, caminar por el pasillo adecuado. Hay que estar”. Víctor es, en algún sentido, eterno. Como el gol de Diego a los ingleses en 1986, o el de Angelito Di María a los franceses en 2022. Su figura va a perdurar por siempre. Eso es algo que él se ganó. Vaya, buen hombre, descanse, que se lo merece. Gracias por tan buena labor. Gracias, de verdad. Hasta siempre.