la vida de una estrella de Fleetwood Mac

Si bien muchas estrellas de rock son conocidas por no saber cuidar su dinero, en este caso no se trata tanto de los excesos de la vida como celebridad.
Mick Fleetwood, conocido mundialmente como el baterista y cofundador de Fleetwood Mac, es una figura icónica en la historia del rock. Con una personalidad disruptiva y reconocible entre cualquier multitud, parecía bien encaminado para manejar sus finanzas. Sin embargo, malas decisiones lo llevaron a la bancarrota.
Aunque Mick logró recuperarse con el tiempo, su experiencia sirve como un recordatorio de los riesgos de las inversiones mal gestionadas y la importancia de mantener un equilibrio financiero, incluso para las estrellas más exitosas.
Quién fue Mick Fleetwood y cómo llegó a ser millonario
Nacido en Cornwall, Inglaterra, en 1947, Mick mostró interés por la música desde joven, lo que lo llevó a formar Fleetwood Mac en 1967 junto a John McVie. La banda alcanzó un éxito masivo en los años 70 y 80, especialmente con el álbum Rumours, que se convirtió en uno de los discos más vendidos de todos los tiempos.
El éxito de Fleetwood Mac no solo consolidó a Mick como un músico legendario, sino que también le permitió acumular una considerable fortuna. A lo largo de su carrera, Mick diversificó sus ingresos con proyectos paralelos, como su banda Mick Fleetwood’s Zoo, y con inversiones en propiedades. Sin embargo, su estilo de vida extravagante y su pasión por las propiedades de lujo también jugaron un papel importante en su historia financiera.
La causa detrás de la quiebra de Mick Fleetwood: decisiones financieras y malas inversiones
A pesar de su éxito y riqueza, Mick Fleetwood enfrentó serios problemas financieros que lo llevaron a declararse en bancarrota en 1984. Según los informes, una combinación de malas decisiones, inversiones fallidas en propiedades y altas tasas de interés contribuyeron a su caída. Mick admitió haber comprado demasiadas propiedades, lo que lo dejó con deudas que superaban sus ingresos.
En ese momento, sus deudas ascendían a casi 3,7 millones de dólares, mientras que sus activos apenas alcanzaban los 2,4 millones. Además, su estilo de vida y los costos asociados a mantener propiedades de lujo, como su famosa casa en Malibú conocida como “Blue Whale“, complicaron aún más su situación. Si bien con el tiempo se recuperó financieramente,