Cambios en el control accionario de la mayor productora de papel de la Argentina

Durante los primeros días de abril pasado, el mayor grupo foresto industrial de la Argentina anunció un plan de reorganización de su complicada situación financiera en el marco de un proceso que hasta podría derivar en la venta de parte de su capital accionario.
Se trata de Celulosa Argentina, que está controlada principalmente por Tapebicuá Investment Company, que posee el 66,4% del capital y que está integrada por empresarios como Douglas Albrecht; José Urtubey y Juan Collado, aunque adicionalmente existen otros accionistas minoritarios, incluyendo algunos con información privilegiada.
El objetivo del directorio de esta empresa es el de analizar alternativas estratégicas orientadas a reestructurar su perfil de endeudamiento, mejorar su posición de liquidez y evaluar la potencial incorporación de nuevos socios a partir de las propuestas que viene elaborando la consultora financiera VALO Columbus.
La idea es reconvertir a Celulosa Argentina que ya desde el año pasado viene llevando a cabo un plan de readecuación de sus operaciones y de su perfil financiero para poder mantener su capacidad plena, adecuar el mix de productos y mercados en función de la demanda y trabajar fuertemente en su perfil exportador.
Un presente complicado
La empresa ha venido mostrando síntomas complejos para sus finanzas y operaciones comerciales, al punto que la evaluadora Fitch Ratings le bajó la calificación de Emisor de Largo Plazo y de las Obligaciones Negociables (ON) de largo plazo a Categoría BB-(arg) desde Categoría BBB-(arg), manteniendo el Rating Watch Negativo (RWN).
Asimismo, redujo la calificación de emisor de corto plazo y de las ON de corto plazo vigente a Categoría B (arg) desde Categoría A3 (arg), como consecuencia de la crisis que viene atravesando y que, entre otras acciones, la obligó a cerrar uno de sus aserraderos de pino que estaba ubicado en la zona de San Charbel, en la provincia de Corrientes, donde trabajaban unas 70 personas.
Además, el directorio de Celulosa decidió realizar, durante los primeros días de noviembre del año pasado, una parada técnica de la fábrica de Capitán Bermúdez, principal unidad productiva del Grupo Tapebicuá, más larga y profunda que lo habitual.
Asimismo, continuó adecuando el mix de productos y mercados en función de la demanda, comenzando a aprovechar nuevas oportunidades que empiezan a aparecer, además de fortalecer su perfil exportador, con el objetivo de reducir los altos niveles de stocks acumulados, de una manera exitosa.
Ahora, sus accionistas principales acaban de cerrar una operación financiera que involucra un cambio en el control accionario de Celulosa Argentina para obtener fondos frescos que le permitan sostener sus actividades en el actual contexto de crisis que sufre la empresa.
Cambios en el capital
En este sentido, los tres principales accionistas de Tapebicuá aceptaron reducir sus tenencias directas e indirectas en la sociedad al 46,79% del capital. Mediante un comunicado enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) este lunes 5 de mayo, el accionista controlante de Celulosa explica que “esta reducción accionaria se produjo como resultado de la venta de acciones en el mercado por parte de Tapebicuá Investment Company con el fin de inyectar fondos a la sociedad”.
El reporte agrega que, si este holding y sus afiliadas capitalizaran sus créditos contra la sociedad “su participación accionaria excedería en mucho el 45,79% de la sociedad, por lo cual esta circunstancia podría ser transitoria”. En este sentido, del análisis de la composición accionaria de la sociedad surge también que ningún otro accionista controla el 5% del capital social, con lo cual Albrecht; Urtubey y Collado seguirán siendo los contrrolantes de Celulosa.
De todos modos, este cambio accionario se suma a las otras estrategias que viene llevando a cabo la empresa para mejorar su perfil, como la optimización de costos que comenzó con la aplicación de un nuevo sistema informático y recibió de su grupo controlante una nueva inyección de capital a través de distintos instrumentos.
Sus ejecutivos saben que el contexto actual en el que se desempeña la empresa es “desafiante” y está caracterizado por un complejo contexto macroeconómico, sumado a factores externos de la industria que afectan su desempeño operativo y financiero.
Calificación en baja
Sin embargo, estas estrategias no parecen haber tenido el resultado esperado, al punto que durante un encuentro del Consejo de Calificación de FIX SCR (afiliada de Fitch Ratings), realizado el 9 de abril pasado bajó a la Categoría CCC (arg) desde la Categoría BB- (arg) Rating Watch Negativo a la calificación de Emisor de Largo Plazo otorgada a Celulosa Argentina.
Hizo lo mismo con varios títulos vigentes emitidos por la compañía, como las Obligaciones Negociables (ON) Clase 13 por hasta u$s60 millones; ON Clase 17 por hasta u$s12 millones; Clase 17 adicionales ampliables hasta u$s20 millones; Clase 18 por hasta u$s40 millones, entre otras. Asimismo, bajó a Categoría C (arg) desde Categoría B (arg) la calificación de Emisor de Corto Plazo de la empresa y de otra serie de títulos de corto plazo emitidos por la compañía. De acuerdo a un documento elaborado por FIX, la calificación de largo plazo Categoría CCC (arg): “CCC” implica un riesgo crediticio muy vulnerable respecto de otros emisores o emisiones dentro del país.
Para la evaluadora, “la capacidad de cumplir con las obligaciones financieras depende exclusivamente del desarrollo favorable y sostenible en el entorno económico y de negocios”. En el caso de la calificación de corto plazo, Categoría C (arg), indica una alta incertidumbre en cuanto a la capacidad de pago en tiempo y forma de los compromisos financieros respecto de otros emisores o emisiones dentro del mismo país.
“La calificación asignada se desprende del análisis de los factores cuantitativos y factores cualitativos, dentro de los cuales se analizaron la rentabilidad, el flujo de fondos, el endeudamiento y estructura de capital, y el fondeo y flexibilidad financiera de la compañía”, explica el informe de Fix.
Ese estudio contempló el riesgo del sector, la posición competitiva, y la administración y calidad de los accionistas, además de la contratación de VALO Columbus con el objetivo de reestructurar el perfil de vencimientos de deuda, mejorar la liquidez de la compañía y evaluar la potencial incorporación de nuevos socios.
Ventas en caída
Al respecto, FIX señala que Celulosa presenta una alta concentración de vencimientos en el mercado de capitales por el equivalente a u$s25 millones entre abril y junio próximos que incluyen pagarés bursátiles y cheques propios, así como pagos de capital de las ON, según cifras del Mercado Argentino de Valores (MAV) y los informes trimestrales de la compañía.
“Estos compromisos superan los niveles de caja y las líneas bancarias disponibles, así como la capacidad de generación de flujos”, advierte la calificadora de riesgo, que recuerda también que en el primer trimestre de este año, “Celulosa logró colocar pagarés bursátiles y cheques en el mercado, como única fuente de financiación disponible, mientras Tapebicuá Investment Company SL, controlante de la compañía, inyectó u$s5 millones mediante un préstamo para mejorar la estructura de vencimientos de corto plazo y proporcionar liquidez, según Hecho Relevante del 6 de febrero de 2025″.
En otro de sus párrafos, el informe de FIX asegura que la compañía mostró un deterioro en sus ventas que afectó su escala operativa, redujo los márgenes como consecuencia del aumento de los costos fijos presionados por la inflación.
En términos de magnitudes, el EBITDA se ubicó en torno a u$s3,5 millones en el semestre finalizado en noviembre de 2024, en contraste con los u$s55 millones del mismo período de 2023, marcando una menor generación en esos términos de flujos que ya le había costado una baja en su calificación por parte de FIX, que también tuvo en cuenta la caída en los márgenes y bajos niveles de liquidez, así como el deterioro en la flexibilidad financiera y la elevada vulnerabilidad de la compañía a factores externos.
Compañía vulnerable
En cuanto al futuro cercano, no parece haber buenas noticias para Celulosa teniendo en cuenta la caída de la demanda en el mercado local que impactó en sus volúmenes vendidos de papel y pulpa en 19% y de madera en 32%, con ventas en el mercado local por u$s123 millones en el semestre finalizado en noviembre 2024, por debajo de los u$s227 millones del mismo período de 2023.
En este sentido, el reporte de FIX considera que la debilidad en la producción y productos de papel continúa a inicios de 2025 y espera que la recuperación de la demanda local sea gradual.
“Aunque la compañía ha incrementado sus exportaciones, los costos de la logística y los precios internacionales reducen significativamente la rentabilidad de las ventas al exterior”, señala la evauladora.
Para FIX, la compañía es vulnerable y se encuentra expuesta a factores externos que pueden afectar su perfil crediticio con una calificación que se vería presionada a la baja en caso de que la propuesta de reestructuración elaborada por el directorio de Celulosa que presentó a los acreedores no logre un nivel de aceptación relevante. Pero además, la evaluadora explica que la empresa muestra una estructura de capital con un patrimonio de 40% y un nivel de deuda de 60% a noviembre 2024 que se ubicó en torno a u$s164 millones, con el 56% con vencimiento en el corto plazo y marcando un aumento con respecto a los u$s116 millones del mismo período de 2023.
Dicho endeudamiento está compuesto en un 35% por Obligaciones Negociables, 24% por préstamos del Rabobank, 9% con compañías relacionadas y el restante 32% corresponde a instituciones financieras, que incluyen los pagarés bursátiles y cheques propios. Para FIX, ese mayor nivel de apalancamiento es atribuido a factores estacionales, así como por la caída de las ventas que presiona el EBITDA y la capacidad de generación de flujos de la compañía.