León XIV: en el camino de Francisco y el Concilio Vaticano II | El Papa instó a los cardenales a continuar el legado de su antecesor

Página 12 en Italia
Por Elena Llorente
Desde Roma
En un discurso dirigido a todos los cardenales reunidos en la sala del sínodo dentro del Vaticano, el Papa León XIV instó este sábado al colegio cardenalicio a recoger la herencia de Francisco “con su estilo de total dedicación al servicio y de sobria vida”. “Recojamos esta valiosa herencia y retomemos ese camino animados por la misma esperanza que nos viene de la fe”, dijo.
Antes del discurso les había dicho a los cardenales: “ustedes son los más estrechos colaboradores del Papa y eso me da mucha fuerza, luego de haber aceptado un rol superior a mis fuerzas”.
En el discurso les pidió también que renovaran juntos la “plena adhesión a ese camino, a la vía que desde hace ya decenios la Iglesia universal está recorriendo tras las huellas del Concilio Vaticano II”. El Vaticano II empezó durante el papado de Juan XXIII en 1962 y terminó con Paulo VI en 1965, produciendo numerosos y importantes cambios en la Iglesia, entre ellos la posibilidad de celebrar las misas y otras ceremonias en los idiomas locales y no en Latín, la posibilidad de acompañar las celebraciones con músicas locales y no sólo la música sacra y el rol de los laicos en la iglesia. Para muchos fue una suerte de “revolución” que provocó el acercamiento de muchos nuevos creyentes.
Y refiriéndose al Concilio Vaticano II, León XIV añadió que “el Papa Francisco ha recordado y actualizado magistralmente su contenido en la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium (2013), de la que me gustaría destacar algunas notas fundamentales” y mencionó, entre otras, la conversión misionera de toda la comunidad cristiana; el crecimiento en la colegialidad y sinodalidad, el cuidado amoroso de los débiles y descartados, el diálogo valiente y confiado con el mundo contemporáneo en sus diferentes componentes y realidades.
Explicó también por qué eligió el nombre de Leon XIV. “Hay varias razones -dijo-, pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum Novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial. Hoy la Iglesia ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo”.
Y para concluir recordó una frase de San Paulo VI que dijo en su primer mensaje al mundo cuando comenzó como Pontífice en 1963: “Que sobre el mundo entero pase una gran llama de fe y de amor que ilumine a todos los hombres de buena voluntad, allanando los caminos de la colaboración recíproca y que atraiga sobre la humanidad, la abundancia de la benevolencia divina, la fuerza misma de Dios, sin cuya ayuda nada vale ni nada es santo”.
Reunión con los cardenales
Después del mensaje comenzó una reunión de debate y conversación del Papa con cardenales, sobre distintos temas de actualidad y sobre los que el nuevo Pontífice deberá tomar seguramente medidas. Pero nada se informó oficialmente sobre esos particulares por ahora. En encuentro duró poco más de dos horas.
Al salir de la reunión algunos cardenales, entre ellos el cardenal chileno Fernando Chomall y el uruguayo Daniel Fernando Sturla, se limitaron a decir a los periodistas que había sido muy positivo el encuentro, que se desarrolló en un “clima óptimo” y mencionaron algunos temas de los que se habló: fraternidad, sínodo, rol de la mujer. Pero no entraron en otros detalles. Y varios de ellos dijeron estar muy cansados después de tantos días de reuniones y debates desde que falleció el Papa Francisco el pasado 21 de abril.
El cardenal de Madagascar, Desire Tsarahazana, en declaraciones a la agencia ANSA, contó que se habló también de hacer que la Iglesia sea más “participativa”, es decir que puedan formar parte de ella más laicos por ejemplo. León XIV “es un óptimo Papa. Obtuvo más de 100 votos de los electores”, dijo (el mínimo de votos para poder ser elegido Papa eran 89).
No a las guerras
Y casi en conexión con las frases de Leon XIV del jueves en las que habló de la importancia de la paz “desarmada y desarmante”, los encuentros del Papa con los cardenales ocurrieron mientras en el Panteón, un lugar histórico de la Roma antigua (construido en el 27a.C. y hecho reconstruir por el emperador Adriano entre el 112 y el 118 d.C. a causa de un incendio), se vio una manifestación organizada por la Red Italiana Paz y Desarme que levantaba banderas de Palestina.
“Recibimos con esperanza el mensaje del papa Leone XIV -dijo una nota difundida por la organización después de la elección del cardenal Prevost- Deseamos al Papa un buen trabajo dado los desafíos que deberá afrontar, por una paz “desarmada y desarmante” y hacemos un llamado al Pontífice, a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil, al mundo de la ciencia y de la cultura y del espectáculo, y a quien simplemente quiere seguir siendo humano, que tomen posiciones contra el rearme, la guerra, el genocidio, la represión, el autoritarismo. Basta bombas sobre Gaza. No al rearme, sí a la paz”.
En la tarde del sábado el Papa fue al Santuario de la Madre del Buen Consejo en Genazzano, una localidad fuera de la ciudad de Roma. Y la visitó de forma privada. El Santuario está a cargo de los religiosos de la Orden de San Agustín – la misma orden a la que pertenece el Papa mitad estadounidense-mitad latinoamericano-. El Pontífice saludó a la gente que allí se había reunido y a los religiosos y luego entró a rezar en el santuario donde hay una antigua imagen de la Virgen, importante para el Orden pero también porque recuerda a León XIII. Antes de volver al Vaticano, León XIV se dirigió a una sala cerrada donde tuvo encuentros privados.
Poco después se dirigió a la Basílica de Santa María Mayor (una de las tres basílicas papales de la capital italiana que le corresponden, siendo también obispo de Roma) y visitó la tumba del Papa Francisco donde depositó una rosa blanca, que al Papa argentino le gustaban.
El domingo, León XIV hará su primera celebración del Regina Caeli, en torno a las 12 hora italiana, desde el balcón central de la basílica de San Pedro.