24DigitalWeb

Publicidad y Comunicación

Contundente dato revela que el mercado apuesta a un dólar planchado



El dólar futuro para fin de año cerró la última semana en $1.280. Por debajo de lo que el billete verde valía hace un mes, en la previa al acuerdo con el FMI y la apertura parcial del cepo.

Para los inversores, el dólar debería aumentar tan solo un 13% de acá hasta fin de año.

Si se cumple una pauta inflacionaria del 18% hasta fin de 2025, entonces el dólar debería costar $1.047 a valores de hoy. Es decir, para ese momento, la cotización “real” del tipo de cambio debería estar un escalón más abajo todavía.

Dólar e inflación: Luis Caputo sigue intentando convencer al mercado

No es difícil que la inflación acumule 18% hasta fin de año: debería cumplir con la premisa de un IPC del 2,7% para este mes; del 2,2% para junio y del 1,9% mensual a lo largo del segundo semestre.

Se trata de un modelo que el Gobierno quisiera, incluso, verlo más abajo si se toma en cuenta las últimas señales del ministro de Economía.

Luis Caputo se viene ganando la confianza del mercado financiero, a juzgar por estas previsiones en el mercado cambiario.

Le falta convencer a economistas de la City, que en las últimas jornadas sacaron informes con la presunción de que el Gobierno viene interviniendo directamente en las operaciones de futuros del dólar. Y hasta lo compararon con Alejandro Vanoli, titular del Banco Central en la época de Cristina Kirchner, cuando las intervenciones en futuros provocaron un voluminoso quebranto al BCRA.

También hay dudas en el “círculo rojo”: los empresarios apoyan a esta administración en forma rotunda, pero quieren saber cómo le irá en las próximas elecciones de octubre.

Las elecciones, en la mira del Gobierno

De acá hasta las elecciones, el Gobierno tiene el objetivo central de retomar el camino de la desinflación.

Hay un claro motivo político a la hora de ejercer ese plan: las elecciones de medio término y la determinación de las encuestas, que siguen marcando que si el Gobierno logra ese objetivo, entonces podría ganar esos comisiones con amplitud.

Para llegar lo más cómodo a esa instancia, Javier Milei privilegió la tendencia a la baja de la inflación. Está dispuesto a utilizar el fuerte respaldo político y, sobre todo, financiero del FMI para lograrlo.

Por eso la suma de reservas en el Banco Central no figura entre las prioridades. La compra de dólares en el mercado le pondría un piso a la cotización que Caputo quiere romper. Un dólar más bajo no solo serviría a los fines políticos, sino al proceso de desinflación.

Las certezas y dudas

El próximo blanqueo, que se anunciaría en las próximas jornadas, tendrá como principal objetivo la remonetización de la economía a través de los dólares que los argentinos atesoran por fuera del sistema financiero.

Esos dólares, así como funcionó con el blanqueo del año pasado, servirán como un puente hacia la próxima fase del plan económico. Una fase que debería comenzar después de las elecciones de octubre.

Las dudas que plantean empresarios y economistas se refiere al tipo de cambio que le serviría a la Argentina para funcionar: crecimiento económico con creación de empleo de calidad.

Por ahora, el “círculo rojo” respalda las bases del actual modelo: equilibrio fiscal y prolijidad monetaria. La tercera ancla forma parte del debate histórico que existe en el país.

Una economía bimonetaria (se gasta en pesos y se ahorra en dólares billetes) exige una ecuación cambiaria que le quite presión a la cuenta corriente. Algo que en este momento se adolece.

Ya van diez meses consecutivos de déficit en la cuenta de los dólares: el país gasta más divisas de las que cosecha en el mes a mes.

Dólar, reservas y FMI

El tipo de cambio actual en términos reales es bien parecido al que la Argentina registró en momentos donde había atraso cambiario. Ahora hay una diferencia: el Gobierno viene de acumular reservas gracias a un acuerdo con el FMI. Pero la contracara es que, en plena cosecha gruesa, ha decidido dejar pasar la oportunidad de comprar más.

Esa realidad apura otro escenario: necesita que el mercado mantenga su confianza y los ahorristas vuelquen sus dólares a la economía para cuando el ciclo de la cosecha gruesa se acabe y solo quede la demanda de divisas.

El Fondo previno esa dinámica, y por eso exigió la acumulación en el BCRA para finales de junio. El Gobierno, por ahora, desoyó esa petición pese a que fue rubricada.

Por ahora, el ministro pone todas las energías en la baja de la inflación y el ancla cambiaria. Así lo demuestran todos los relevamientos. Y difirió para otro momento la acumulación de reservas a la espera de una baja sensible del riesgo país, que le permita refinanciar los vencimientos de la deuda.

¿Le saldrá a Caputo esta apuesta?





I PROFESIONAL

Copyright © All rights reserved. | Newsphere by AF themes.