Vaca Muerta rompe récords y se consolida como el motor petrolero de la Argentina

El sector se entusiasma con la producción mientras caen las cuencas maduras y crecen las exportaciones en medio de tensiones logísticas.
Pese a la caída del precio internacional del petróleo, la industria energética argentina atraviesa un momento de auge.
La producción nacional alcanzó en el primer trimestre de 2025 su mejor nivel en 15 años, gracias al impulso sostenido de Vaca Muerta, que concentra más del 60% del crudo extraído en el país.
Según la Secretaría de Energía, entre enero y marzo se produjeron 10.684.722 metros cúbicos, un 9,8% más que en el mismo período de 2024.
El shale oil de la Cuenca Neuquina se consolidó como el pilar del crecimiento. Solo en marzo, la extracción en esa región alcanzó los 2.258.737 m³, con una suba interanual del 20,7%, según los datos oficiales. Empresas como YPF, Vista, Shell y PAE lideraron las inversiones en pozos de alto rendimiento.
Actualmente, la Argentina produce 764.000 barriles diarios, de los cuales 446.000 surgen de Vaca Muerta. Esto equivale al 58% del total nacional, según la consultora Economía y Energía (EyE). En 2021, esa cifra era de 280.000 barriles. Para fines de este año, se proyecta llegar a los 580.000, lo que implicaría haber duplicado la producción en apenas cuatro años.
En contraste, las cuencas maduras acusan el desgaste. En Chubut, la producción cayó 5,58% en el primer trimestre y marcó su nivel más bajo desde 2009. Santa Cruz perdió 6,71% en el mismo lapso. Mendoza retrocedió 2,42%, mientras que Río Negro, con un crecimiento del 9,67%, representa apenas el 2,9% del total nacional.
El retroceso de las cuencas convencionales no impidió que el sector avance hacia un objetivo ambicioso: alcanzar el récord de 847.000 barriles diarios registrado en 1998. “Si se sostiene un precio de barril por encima de USD 60 y se despejan dudas en la economía mundial con el arreglo arancelario entre China y Estados Unidos, se puede alcanzar en los últimos meses de este año el pico productivo de 1998″, declaró Daniel Montamat, exsecretario de Energía durante el gobierno de Fernando de la Rúa, entre 1999 y 2000.
La perspectiva se apoya en obras clave de infraestructura. La ampliación del oleoducto Oldelval duplicó la capacidad de transporte de Vaca Muerta a Bahía Blanca, de 225.000 a 540.000 barriles diarios.
Este avance permitirá elevar las exportaciones, que podrían llegar este año a los 272.000 barriles por día, un incremento del 45% respecto a 2024. Sin embargo, por la caída de precios -de USD 76 a USD 66 por barril Brent en lo que va de 2025- el crecimiento en dólares sería menor: un 26% interanual.
YPF ya alcanzó picos de 159.950 barriles diarios de shale oil y proyecta cerrar el año en 200.000. Su presidente y CEO, Horacio Marín, afirmó que incluso con un Brent a USD 45, el desarrollo de Vaca Muerta es viable. La compañía espera colocar unos 145.000 barriles diarios cuando finalice la nueva ampliación de Oldelval.
La petrolera estatal también lidera el plan de inversiones del sector. Para el período 2025–2029 prevé destinar unos USD 5.000 millones anuales, de los cuales USD 3.300 millones se dirigirán a Vaca Muerta. Marín busca que en 2026 el 100% de las inversiones en upstream de YPF se concentren en esa formación. Como parte de esa estrategia, la empresa planea desprenderse de campos maduros en Santa Cruz y Tierra del Fuego antes del 1 de julio.
Uno de los grandes desafíos logísticos pasa por acelerar el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), cuya primera etapa debe estar operativa a fines de 2026, con una capacidad inicial de 180.000 barriles diarios. El segundo tramo elevará el volumen a 550.000, con posibilidad de alcanzar los 700.000 barriles hacia 2028. Según estimaciones del sector, cada día de demora en esa obra implica una pérdida de exportaciones por USD 40 millones.
A esta presión se suman otros cuellos de botella. Perforar un pozo en Argentina es hoy 40% más caro que en Estados Unidos. “No estamos diciendo que tenemos que ser Estados Unidos, pero tenemos que cerrar esa brecha”, expresó Ricardo Ferreiro, presidente de Exploración y Producción de Tecpetrol. Según precisó, “hoy se paga en el orden de tres veces más por un servicio en la Argentina que en Estados Unidos”.
El estado de las rutas también complica. Un ejemplo es el traslado de arena para fracking desde Entre Ríos hasta Neuquén: se requieren 500 camiones por pozo y se perforan hasta 62 por mes. Eso implica 31.000 viajes mensuales en una red vial que en muchos tramos sigue siendo de mano y contramano.
El sector energético espera cerrar 2025 con un superávit comercial de USD 7.500 millones, a un precio promedio de USD 69 por barril. De cumplirse las proyecciones, la producción nacional superaría los 847.000 barriles diarios, apuntalando uno de los pocos sectores con capacidad real para generar divisas.
El horizonte a largo plazo también aparece definido. Para 2030, la industria proyecta producir 1,5 millones de barriles diarios, con un millón destinados a exportación. Marín lo planteó como un “proyecto industria-país” de USD 30.000 millones anuales entre 2030 y 2031. Para eso, será clave destrabar los “dolores de crecimiento” de Vaca Muerta. BAE Negocios.