24DigitalWeb

Publicidad y Comunicación

Ballenas sei en movimiento: rastreo satelital revela su migración desde Comodoro



Seis ejemplares fueron marcados con transmisores satelitales en la zona de Comodoro y Rada Tilly. El estudio aporta información  sobre esta especie poco conocida y proyecta avistajes turísticos responsables para 2026.

Desde comienzos de mayo, un equipo de investigadores liderado por el biólogo Mariano Coscarella- investigador  del CONICET y docente de la UNPSJB- realiza un seguimiento satelital inédito de ballenas sei en las costas de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly. Se trata de una especie poco estudiada en Argentina, y el objetivo del monitoreo es conocer sus patrones migratorios, zonas de alimentación y comportamiento.

 

“Desde el 10 de mayo aproximadamente les colocamos seis rastreadores satelitales a ballenas sei en la zona del Golfo San Jorge, y desde entonces las estamos siguiendo de manera remota”, explicó Coscarello. De los seis ejemplares marcados, tres ya dejaron de emitir señal, mientras que los otros tres continúan su recorrido hacia el norte del continente.

Los transmisores se colocan en la piel de los animales utilizando una ballesta o rifle de aire comprimido. Se implantan superficialmente, alcanzando la capa de grasa, y pueden emitir durante semanas o incluso meses. “Es la primera vez que probamos este tipo de seguimiento con esta especie”, agregó el especialista.

Rumbo a lo desconocido

Las ballenas sei permanecen en la región patagónica entre noviembre y junio. Luego inician su migración, que se presume las lleva hacia aguas cálidas del norte, posiblemente en la costa de Brasil, aunque no se sabe con exactitud dónde se reproducen.

“Estamos obteniendo datos clave. Sabemos que a partir de mediados de junio comienzan a migrar. Por eso este rastreo satelital es tan valioso”, señaló Coscarella.

Ballena sei y ballena franca: diferencias y apariciones

Con la salida de las sei, comienzan a aparecer los primeros ejemplares de ballena franca austral, especie más conocida por su avistaje en Península Valdés. A diferencia de la sei, la ballena franca tiene callosidades en la cabeza, carece de aleta dorsal y se acerca más a la costa, siendo más visible para los turistas.

La sei, en cambio, es más estilizada, tiene aleta dorsal y se alimenta principalmente de langostilla, un pequeño crustáceo que también aparece en las playas de la región.

Hacia un turismo responsable

El equipo de investigación trabaja en conjunto con prestadores turísticos, el Ministerio de Turismo de Chubut y los municipios de Comodoro y Rada Tilly para avanzar en protocolos de avistaje turístico responsable. Se estima que para 2026 podrían comenzar las primeras salidas embarcadas para observar ballenas sei sin interferir en su comportamiento natural.

“Este año finalizamos las pruebas de aproximación, con maniobras pensadas para reducir el impacto sobre los animales. La idea es que se pueda disfrutar el avistaje sin alterar su conducta”, explicó Coscarella.

Nombres con historia

Cada una de las ballenas marcadas recibió un nombre, muchos de ellos inspirados en referencias locales como “Chenque” y “Rada”. Una de las ballenas fue bautizada “Racing”, en honor al club de fútbol, ya que la mayoría de los investigadores presentes ese día eran hinchas del equipo que justo había ganado un partido.

Seguimiento público

La información del proyecto se comparte regularmente en redes sociales a través del Grupo de Investigación de Cetáceos del Golfo San Jorge, donde se pueden seguir los avances del monitoreo y el recorrido migratorio de estas ballenas.





CRONICA

Copyright © All rights reserved. | Newsphere by AF themes.