reclaman por SUELDO más alto

En la sede de Swiss Medical, de 25 de mayo al 100, los afiches tapan toda la fachada de las oficinas de la empresa de medicina prepaga que conduce Claudio Belocopitt. Son carteles con anuncios de futuras medidas y de alerta por el bajo nivel salarial de los trabajadores de la sanidad que, en las últimas horas, han decidido profundizar sus reclamos ante la negativa de la mayoría de las empresas del sector de medicina privada de otorgar aumentos salariales por encima del 1%, en línea con lo que ha pedido la administración de Javier Milei.
Esta situación generó duras declaraciones y reclamos de Héctor Daer de la federación de sanidad (FATSA) y de Adrián Bellomi, secretario general de la asociación de trabajadores de la sanidad (ATSA).
Gremios ponen en jaque a Swiss Medical
Mientras que Héctor Daer afirmó: “Vamos a resistir para que no nos perjudiquen, para no perder y para que no nos bajen los salarios. Ese tiene que ser el objetivo entre nosotros”, Bellomi sostuvo: “Ya comenzamos con el cese de colaboración. Vamos a realizar asambleas en diferentes turnos y en todos los sanatorios. Este jueves iniciamos en el Sanatorio Chaco, a las 13.30 tendremos una en el Complejo Güemes, mañana será en el Sanatorio Frangioli, y así sucesivamente en cada establecimiento”, detalló.
Durante el desarrollo de estas asambleas, solo se atenderán urgencias y casos que requieran atención inmediata, mientras que el resto de las prestaciones serán reprogramadas por las empresas.
Sea como fuere, se trata de un conflicto gremial que encuentra a Claudio Belocopitt en la primera línea de fuego porque varios trabajadores sindicalizados entienden que continúa siendo el verdadero líder de la Unión Argentina de la Salud (UAS), pese a que renunció a la presidencia de la cámara empresaria en el año 2024 por las diferencias que mantuvo con el gobierno de Milei, que liberó las tarifas, pero cuyos funcionarios nunca pensaron que algunas empresas elevarían el monto de sus facturas de la manera abrupta y arbitraria en que se lo hizo.
Las divergencias de hace un año con el oficialismo parecen ser cosas del pasado, porque la UAS, hoy dirigida formalmente por el anterior tesorero durante la gestión de Belocopìtt, Hugo Magonza de CEMIC y de la Asociación Civil de Entidades Médicas Integradas (ACAMI), decidió alinearse de manera decidida al incremento de la pauta salarial sugerida por el Gobierno en torno al 1% mensual.
Un número que luce, a simple vista, como claramente insuficiente para recuperar el poder adquisitivo de los asalariados. Y, mientras desde las empresas de medicina privada aseguran que no se puede pagar, más los trabajadores agremiados explican que “la salud se termina con empresarios miserables”, según se lee en la puerta de ingreso de uno de los centros de atención de Swiss Medical.
Empleados exigen aumento de sueldo y ponen a Claudio Belocopitt en la mira
Para varios trabajadores de la empresa de Belocopitt consultados, coincidieron en señalar que “la UAS la sigue conduciendo Claudio Belocopitt en las sombras. Y, dan algunas pistas acerca de esta situación. “Siempre fue el menos permeable a los pedidos de los trabajadores”.
Consultados sobre la oferta patronal, varias fuentes, que no quisieron dar su nombre para no perder la fuente laboral en Swiss Medical, coincidieron en advertir lo siguiente: “Nosotros nos conformamos con alcanzar el valor de la canasta básica. Una enfermera que recién ingresa está cobrando alrededor de 750 mil pesos, pero las empresas ofrecen un aumento que equivale a lo que cuesta medio kilo de carne. Con eso no se puede sostener nada”.
Además, criticó la actitud de algunos directivos de empresas, al afirmar: “Hay una profunda insensibilidad. Muchos dueños de sanatorios dicen que están todos en el mismo barco, que le ponen el pecho a la crisis, pero cuando hay que firmar un aumento se hacen los desentendidos y no presionan a sus cámaras para que acuerden”. También denunció atrasos salariales en algunos centros privados, lo que agrava la situación de las familias trabajadoras.
“Las compañeras no es que no llegan a fin de mes; no llegan al día 10 o al 15. Y esto viene acompañado de atrasos salariales en varios sanatorios. Los trabajadores de la sanidad no queremos que el reclamo quiebre la endeble paz social alcanzada y, mucho menos, queremos que afecte a los pacientes”.
“Sabemos que trabajamos en un sector muy delicado. Por eso somos respetuosos. Pero, lamentablemente, sin un salario digno, no va a haber salud para la sociedad”, concluyó.