USMA ganó utilizando la inexorablemente ley del contrataque

Con esfuerzo, volvió a cumplir una sólida tarea colectiva en el complemento, dónde rompió el equilibrio con un gol de Nicolás Mercado. Petroquímica no devolvió con ataque y además terminó con uno menos por la expulsión de Cocha.

De arranque, USMA se adelantó y mostró ambición. Tuvo en Mercado y Tula a sus puntas de lanza para intentar tomarle el pulso a la defensa del local.

A la primera de cambio, el propio Tula remató al arco, despertando la reacción del arquero Cruz y hubo otra diagonal de Olivera que lo dejó de cara al gol, aunque atorado por el achique del arquero.

Petroquímica trató de progresar en un juego cambiante y en dónde la pelota resultó siempre esquiva. La cancha húmeda e impredecible, lo complicó aún más por lo que los arqueros casi ni calentaron los guantes.

Apenas una entrada de Lasso, al filo del offside, terminó en un centro para Pedrosa que fue interceptado por la defensa y un cabezazo de Bahamonde, casi se filtró en medio de un laberinto de piernas.

Dos llegadas de Moreyra, un cabezazo tras tiro libre y una aparición por el fondo, hicieron que Petroquímica tuviera “su” momento.

La escasa circulación del balón y la falta de un destino seguro resumieron un primer tiempo que terminó trepando en escala ascendente.

El partido no terminó de levantar en el complemento. El juego siguió en pausa, los delanteros fueron absorbidos y los creativos brillaron por su ausencia. Pareció que USMA hizo el gasto mayor y eso se tradujo en un esfuerzo por achicar y en la casi obvia acumulación de amarillas.

Maidana y Aburto se afirmaron, se sumó Salas y ayudaron los cambios. Apareció en el área chica el persistente Nicolás Mercado para tocar de derecha e imponer su velocidad y precisión. Y a los 21’, la visita encontró el premio a una búsqueda que demandó tiempo y esfuerzo.

Petroquímica no se resignó. Con Fontañez siempre hacia adelante, Lasso se quedó con el empate en la garganta y en la réplica, Cocha salvó con el cuerpo, un tiro de Aburto que parecía meterse cerca del palo.

Se lo llevó el que construyó un muro defensivo y el que expuso al contragolpe como una credencial sabiendo que es lo suyo.