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más del 40% de los argentinos ya no cree en el casamiento



El 14 de febrero, conocido como el Día de los Enamorados, continúa siendo una fecha simbólica para celebrar el amor y las relaciones. Sin embargo, en la Argentina se observa un cambio significativo en cómo las personas perciben y experimentan estas formas de vinculación. Un estudio realizado por DatosClaros, una agencia de investigación de mercado, revela una transformación en las concepciones tradicionales del amor, el matrimonio y la familia, especialmente entre los jóvenes.

Según el estudio, más del 40% de los argentinos considera que el matrimonio ya no es necesario para construir una relación significativa. Este dato refleja un alejamiento de las normas tradicionales, acompañado por un aumento de las parejas no convencionales.

En este sentido, el 66% de los encuestados está de acuerdo o muy de acuerdo con la idea de que cada persona tiene la libertad de definir qué constituye una familia. Para muchos, este concepto puede incluir no solo a parejas e hijos, sino también a amigos o incluso mascotas.

Natalia Gitelman, directora general de DatosClaros, señaló que las generaciones más jóvenes están liderando esta transformación. “Los jóvenes de hasta 25 años, en su mayoría, están abiertos a redefinir el esquema familiar. Esto refleja un cambio cultural importante que va más allá de las tradiciones establecidas”, afirmó.

Matrimonio y nuevas tendencias: diversidad en las relaciones

El estudio también evidenció que, aunque la mayoría de los argentinos -un 70,4%- prefiere relaciones monógamas, existe un segmento que opta por explorar nuevas estructuras. Un 11,3% de los encuestados manifestó su interés en alternativas a la monogamia, incluyendo parejas abiertas, relaciones formales entre tres personas (triejas) y poligamia.

Dentro de este grupo, el 3,1% indicó preferir parejas abiertas, mientras que un porcentaje similar elige las triejas. Por otro lado, un 1,4% se inclina por relaciones polígamas. Además, un 18,4% afirmó que no le interesa mantener una relación de pareja.

Gitelman explicó que este tipo de preferencias, aunque minoritarias, refleja una apertura creciente hacia nuevas formas de nombrar y vivir las relaciones. “Antes era más difícil encontrar personas que se identificaran con estos esquemas. Hoy, estas formas están ganando visibilidad, aunque la estructura monógama sigue predominando”, comentó.

Género y apertura emocional

Otro aspecto destacado del estudio es la perspectiva de género en la apertura emocional y la diversidad. Cerca del 33% de los encuestados manifestó estar de acuerdo o muy de acuerdo con enamorarse de personas independientemente de su género. Este tipo de pensamiento es más prevalente entre las mujeres, quienes tienden a tener una postura más abierta en comparación con los hombres, quienes se identifican con visiones más conservadoras.

La transformación en las relaciones también está vinculada a factores socioeconómicos y políticos. Según el estudio, las opiniones sobre temas como la diversidad familiar, los derechos de las mujeres y las relaciones LGBTIQ+ tienden a estar más presentes en sectores urbanos y entre los niveles socioeconómicos medios y altos.

Por ejemplo, mientras el 70% de la población total prefiere relaciones monógamas, este porcentaje aumenta al 85% en los niveles socioeconómicos más altos (ABC1). En contraste, entre los sectores de menor poder adquisitivo, la preferencia por la monogamia desciende al 64%.

Gitelman señaló que estas diferencias podrían explicarse por las prioridades y desafíos asociados a cada nivel socioeconómico. “Los sectores de menores ingresos están más ocupados en resolver problemas cotidianos, mientras que aquellos con mayores recursos pueden dedicar más tiempo y energía a sostener una relación a largo plazo”, explicó.

La tradición del matrimonio

A pesar de la apertura hacia nuevas formas de relacionarse, el casamiento sigue teniendo relevancia para ciertos segmentos. Un 40% de los encuestados considera que esta institución es importante.

Sin embargo, esta valoración varía según el nivel socioeconómico: mientras que casi la mitad de las personas de menores ingresos lo destaca, en los sectores más acomodados este porcentaje baja al 30%.

“Para los niveles más bajos, el casamiento puede estar más vinculado a la tradición y a los valores religiosos o sociales. En cambio, en los niveles más altos, el matrimonio ha perdido peso como un elemento central de las relaciones”, añadió Gitelman.

Cambios culturales y generacionales

El amor y el concepto de familia en la Argentina están experimentando una transformación profunda. Estos cambios reflejan una evolución cultural y generacional que cuestiona las estructuras tradicionales y abre la puerta a nuevas formas de construir vínculos.

El Día de los Enamorados, aunque sigue siendo una fecha relevante, se convierte también en una oportunidad para reflexionar sobre las distintas maneras en que las personas eligen vivir y expresar sus relaciones en un contexto de constante cambio social y cultural.





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