Leandro Santoro: “Somos rehenes de 50 grupos empresarios que son los dueños de la Ciudad” | En la presentación de su libro “Maxikiosco”
A menos de veinte días de las elecciones en la Ciudad, el primer candidato a legislador Leandro Santoro presentó su libro Maxikiosco en el Club Armenio del barrio de Palermo. La obra, fruto de seis meses de investigación, pone la lupa sobre los negocios privados que se esconden detrás de muchos de los bienes públicos porteños. “Somos rehenes de 50 grupos empresarios que son los verdaderos dueños de la ciudad”, denunció el candidato de Es Ahora Buenos Aires, y aseguró que el objetivo central de la campaña “es abrirle los ojos a la gente, mostrarle qué hay dentro del maxikiosco. Pero lo más importante es cerrarlo si queremos una ciudad más humana”, señaló. Con una clara ventaja sobre sus competidores, el sprint final incluirá una nueva presentación del libro en la Feria del Libro y un cierre en la Facultad de Derecho, adelantaron sus armadores a Página/12.
El lanzamiento del libro comenzó con un homenaje a Arshak Karhanyan, el joven policía de origen armenio desaparecido desde el 24 de febrero de 2019, cuando trabajaba en el área de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad. “A la madre de Arshak le ha tocado ir a la comisaría donde trabajaba su hijo y que le digan que no trabaja ahí”, denunció Santoro. “Una historia que parece salida de un cuento de Kafka”, agregó, por la burocracia opresiva a la que suelen enfrentarse los personajes del autor. Aunque no hubo símbolos ni referencias que remitieran al peronismo, en la primera fila siguieron el acto el senador porteño Mariano Recalde, los diputados de Unión por la Patria Paula Penacca y Eduardo Valdés, y Juan Manuel Olmos, uno de los principales estrategas de campaña y también candidato a legislador.
Desde el escenario, montado con una escenografía que representaba los distintos “caramelos” del “maxikiosco” porteño —hospitales, veredas rotas, grúas de acarreo y torres de lujo—, Santoro fue desgranando uno a uno los negocios que, según denunció, articulan el verdadero poder en la Ciudad. Reveló que fue Jorge Azis quien construyó originalmente la metáfora del “maxikiosco” para describir el entramado de negocios que se reparte como un botín. “Hoy vamos a terminar esa metáfora”, anunció al iniciar la presentación.
La primera parada fue la basura. “Es el contrato más importante. Son seis empresas que se ocupan de la recolección, muchas de ellas proveedoras de otros servicios públicos. La Ciudad está desbordada porque la frecuencia del recorrido es mucho menor”, denunció. Según sus datos, el sistema porteño gasta en limpieza cuatro veces más por kilómetro cuadrado que la ciudad de Madrid.
El subte fue el segundo caso expuesto. Santoro apuntó contra la empresa Emova y su vínculo con el Grupo Roggio. “Emova infla las tarifas. Arregla los trenes, pero los arregla otra empresa del mismo grupo. Inflan los recursos para cobrarle más a los usuarios”, explicó. “Los amigos de Macri pasaron de ser amigos del poder a proveedores del Estado”, cuestionó.
En el eje inmobiliario —que definió como “la meca del PRO”—, Santoro aseguró que el gobierno porteño se desprendió de 336 hectáreas públicas, lo que equivale a más de 60 canchas de River. Recordó la venta del Edificio Del Plata al Grupo IRSA y alertó: “Una de las cosas que más nos preocupa es que probablemente esta sea la última generación de jubilados propietarios”. Para el candidato, el proceso de inquilinización se profundiza a la par que crece el uso de la construcción como mecanismo de especulación, mientras miles de personas son expulsadas de la ciudad por no poder afrontar el costo de vivir en ella.
La salud pública también fue parte de la denuncia. “Afuera es un hospital público, pero adentro está lleno de empresas”, lanzó. “La aparatología es privada, los turnos son privados, la limpieza, la seguridad, las viandas… todo tercerizado. Las mismas tres empresas que proveen viandas a hospitales, también abastecen a las escuelas públicas. Está todo en manos de privados, amigos del poder, y el control del Estado es mínimo. Hasta lo más insólito está privatizado” denunció.
También hubo críticas a la obra pública: “Si hay un lugar donde se ha cartelizado el negocio es en el arreglo de veredas”, dijo, y criticó que una sola empresa privada controla al resto de las que ejecutan los trabajos. En cuanto al sistema de grúas y acarreo, recordó que durante veinte años la Ciudad estuvo dividida en solo dos zonas, adjudicadas a empresas que pagaban cánones irrisorios.
Cerca del final, Santoro subrayó que esta no es una elección a jefe de Gobierno, sino a legisladores, y que el desafío de la política es “reconciliar al Estado con la gente”. Para el candidato “No es que la gente esté enojada con lo público: está enojada con los intermediarios que hacen negocios con lo público. Por eso necesitamos más democracia participativa, más control social y más transparencia”, concluyó.
Para eso adelantó que una vez que estén en la legislatura tendrán que constituir comisiones investigadoras para que “nuestros legisladores investiguen todos estos negocios. Vamos a renegociar todos los contratos con las empresas privadas para que la Ciudad vuelva a ser de los vecinos”, prometió. “Nuestra función en los próximos meses es abrirle los ojos a la gente, mostrarle qué hay adentro del maxikiosco. Pero lo más importante es cerrarlo. Si queremos una ciudad más humana, tenemos que terminar estos negocios para invertir en la gente”.
El sprint final
El candidato que participó del reciente debate entre postulantes a la Legislatura porteña se mostró conforme con su desempeño, aunque reconoció ante Página/12: “Nos agreden de todos lados, pero eso tiene que ver con la sensación de que están perdiendo la Ciudad y la desesperación de saberse derrotados y desorientados”. Según las encuestas que maneja su equipo, Santoro aventaja por unos diez puntos al resto de los postulantes. En su entorno, sin embargo, advierten que la caída de Silvia Lospennato podría activar un “voto útil” en favor de otras fuerzas.
Desde el comando de campaña confirmaron que Santoro no participará del debate organizado por la señal de noticias TN si Manuel Adorni —candidato del oficialismo— decide no asistir. “Lo importante es que los candidatos tengan la oportunidad de expresarse y que la gente vea los cruces. Si falta uno, el debate pierde sentido”, explicó el diputado.
El cierre de campaña será en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, un gesto simbólico en defensa de la universidad pública, en tiempos en que es blanco del ajuste y la motosierra libertaria.