la historia de Chris Sedgwick
En el momento ideal, el profesional de ciberseguridad apostó en el mundo cripto y ganó una fortuna. Hoy, decide gastar su riqueza con sensatez y cautela.
Las criptomonedas pasaron de ser una idea experimental entre programadores a convertirse en una de las revoluciones financieras más significativas de nuestro siglo. Basadas en la tecnología blockchain, estas divisas digitales prometen descentralizar el dinero, eliminar intermediarios y redefinir la forma en que entendemos el valor y las transacciones.
Bitcoin, la primera y más conocida de estas monedas digitales, cambió la perspectiva del dinero. Desde su creación en 2009, por Satoshi Nakamoto, una persona o un equipo que utilizó el nombre como seudónimo, fue el catalizador para una serie de innovaciones tecnológicas y económicas alrededor del mundo. Siendo protagonista de subidas, caídas abruptas y debates intensos.
En este auge, surgen pioneros que apostaron por esta tecnología cuando aún era desconocida, arriesgando su tiempo, dinero y reputación. Entre ellos, aparece la figura de Chris Sedgwick, un profesional de ciberseguridad británico que se volvió millonario luego de invertir en Bitcoins pero que no gasta su fortuna en exceso.
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Chris Sedgwick, el joven que apostó en el mundo cripto y hoy es millonario
Chris Sedgwick creció en Yorkshine, Reino Unido. En la universidad estudió programación y se convirtió en un profesional de la ciberseguridad. Pero, en 2015, su historia cambió cuando decidió, en el momento justo, invertir en Bitcoin.
Hace una década, el joven empresario, de 29 años en ese entonces, estaba tratando de concebir un hijo junto con su esposa. Es por este motivo, que en búsqueda de un mejor parecer económico, apostó por las divisas digitales. La inversión inicial fue de 2.000 libras esterlinas (2.170 dólares) y la moneda, por unidad, tenía un valor de 150 libras (203 dólares). Y, en el momento en que Bitcoin disparó, su fortuna alcanzó las 75.000 libras esterlinas (101.656 dólares).
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Sin embargo, y pese a lo que se esperaba, Chris solo retiró parte de estas riquezas y planea vivir con cautela. En un comienzo, utilizó las criptomonedas para pagar su almuerzo en un supermercado, cuyo precio rondaba las 3,54 libras (4,8 dólares). Y luego, en 2017, aprovechó sus ahorros para saldar su hipoteca y comprar un auto Skoda Octavia.
“No todas las personas que ingresaron temprano a Bitcoin ahora conducen Lamborghinis y viven en islas privadas. Algunas personas, como yo, invirtieron una cantidad modesta y han hecho cosas sensatas como comprar autos aburridos y pagar en exceso la hipoteca”, señaló Sedgwick al portal This is money, sobre su estratégica decisión de usar su ganancia para saldar “deudas cotidianas”.
