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se sextuplicaron las consultas a Abuelas por dudas de identidad


La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo informó que, en los últimos días, se multiplicaron por seis las consultas de personas que sospechan sobre su identidad. El repentino incremento está directamente vinculado al impacto de la serie El Eternauta, una producción de Netflix basada en la mítica historieta de Héctor Germán Oesterheld, quien fue secuestrado y desaparecido por la última dictadura cívico-militar, al igual que sus cuatro hijas.

En paralelo al lanzamiento de la serie, que se convirtió en un fenómeno tanto en Argentina como en el exterior, el colectivo H.I.J.O.S. impulsó una campaña visual agregando los rostros de Oesterheld y sus hijas -Marina, Diana Irene, Beatriz Marta y Estela Inés- a los afiches promocionales de Netflix. En uno de ellos puede leerse: “¿Estás mirando El Eternauta? Si naciste en noviembre de 1976 o entre noviembre de 1977 y enero de 1978 y tenés dudas sobre tu identidad, o la de alguien nacido en esas fechas, comunicate con @abuelasdifusion”.

Elsa Sánchez, compañera de Oesterheld y una de las integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo, buscó a sus nietos hasta su fallecimiento, el 22 de junio de 2015. Como ella, muchas abuelas mantuvieron y mantienen viva la búsqueda de nietos apropiados durante la dictadura. “Toda la sociedad está haciendo la campaña con Abuelas e H.I.J.O.S. Creo que por eso es la potencia”, explicaron fuentes ligadas a los organismos de derechos humanos.

Desde la asociación celebraron el crecimiento de consultas como una señal esperanzadora: “Lo tomamos con alegría y como una confirmación de que hay parte de la sociedad que sigue preguntándose qué pasó con los desaparecidos y quiere un país con memoria y justicia. También visibiliza que nunca dejamos de buscar; Abuelas trabaja todo el año desde hace 47 años”, expresaron.

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La familia Oesterheld, marcada por la tragedia

Los Oesterheld eran una familia de clase media con raíces europeas, como tantas a mediados del siglo XX. Héctor tenía ascendencia alemana de parte de su padre y española y vascofrancés de parte de su madre. En 1944 conoció a Elsa Sánchez, quién sería su esposa cuatro años después y con la que tendría cuatro hijas: Estela (1952), Diana (1953), Beatriz (1955) y Marina (1957).

Como tantas familias, la vida de los Oesterheld fue atravesada por la tragedia durante la última dictadura. Por su militancia política fueron perseguidos y secuestrados por grupos de tareas uno por uno. Sus cuerpos nunca aparecieron. Dos de las hijas de Héctor, Diana y Marina, estaban embarazadas. Elsa, la única sobreviviente de la familia, buscó a sus nietos hasta el último día de su vida, sin poder encontrarlos. La búsqueda la continúa hoy Abuelas de Plaza de Mayo.

La primera Oesterheld en ser raptada fue Beatriz, en junio de 1976, apenas tres meses después del Golpe de Estado. Tenía 20 años. Dos meses después, en agosto, secuestraron a Diana en Tucumán. Estaba embarazada y era madre de un niño de un año. A su compañero Carlos lo asesinaron en el mismo operativo. Diana tenía 22 años.

En el medio, los que quedaban vivían en la clandestinidad e intentaban mantener su militancia política y sobrevivir a la represión desatada. Pero no pudieron hacerlo por mucho tiempo. El 27 de abril de 1977 Héctor fue secuestrado en La Plata, la capital bonaerense. Pasó por diferentes centros clandestinos de detención como El Vesubio y Sheraton. Testimonios de sobrevivientes dicen que lo vieron en muy mal estado, producto de la tortura.

Sus otras dos hijas tampoco pudieron evitar la represión. El 1° de julio de 1977, Estela, la hija mayor de los Oesteheld, fue interceptada por un grupo de tareas e intentó resistir. Hubo un tiroteo y fue herida. Se supo que fue trasladada al hospital de Adrogué, pero luego se perdió el rastro. Todavía no se conoce su destino final.

Marina fue la última en ser secuestrada y desaparecida. En noviembre de 1977 fue raptada junto a su esposo, Alberto Seindlis, por grupos de tareas de la dictadura. Tenía 20 años y estaba embarazada de ocho meses. Tampoco se pudo encontrar sus restos ni saber el destino de su hijo o hija.

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Héctor Germán Oesterheld, autor de El Eternauta, fue secuestrado por la dictadura cívico-militar argentina en 1977.

Elsa fue la única sobreviviente. El pesar la acompañó el resto de su vida, así como su deseo por encontrar a sus dos nietos o nietas secuestradas por la dictadura. La represión ilegal barrió con su familia sin piedad. No sólo su marido y sus hijas fueron desaparecidos. En total, perdió a diez familiares.

La única hija que Elsa Sánchez pudo despedir fue Beatriz, la menor: la notificaron de su muerte en una comisaría sin mayores explicaciones. Fue la primera en ser secuestrada y estuvo casi tres semanas desaparecida. Desde entonces, Elsa inició una búsqueda persistente, que incluyó denuncias judiciales, gestiones ante autoridades y llamados públicos, sin detenerse jamás.

Como Elsa, muchas abuelas continuaron esa lucha a lo largo de los años. La organización Abuelas de Plaza de Mayo logró restituir la identidad de 139 nietos y nietas. Saben que entre las consultas que siguen recibiendo, especialmente ahora que se incrementaron, puede estar la historia de una nueva restitución. Cada persona que se pregunta por su origen, es una esperanza activa de memoria, verdad y justicia.





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