Del litio al cobre: cómo el hallazgo en San Juan redefiniría la matriz minera del país

Argentina se consolida como actor clave en el mercado global del cobre tras el hallazgo de millones de toneladas del mineral. El Proyecto Vicuña, desarrollado por la canadiense Lundin Mining y la multinacional BHP, alberga reservas excepcionales: 13 millones de toneladas de cobre en categorías medidas e indicadas, 25 millones adicionales en recursos inferidos, junto con 49 millones de onzas de oro y 659 millones de onzas de plata.
El yacimiento, ubicado en la frontera argentino-chilena, fue calificado por Lundin como “el mayor descubrimiento de cobre en áreas no desarrolladas de los últimos 30 años“. Su relevancia no solo radica en el volumen, sino en su alta ley superficial, que permite una extracción más eficiente y menos costosa, un factor clave en un contexto donde el cobre es esencial para la transición energética (autos eléctricos, energías renovables e infraestructura tecnológica).
Jack Lundin, CEO de la empresa, destacó: “Filo del Sol es un activo único, con potencial de expansión y escala a nivel mundial“. El proyecto, que demandará una inversión inicial de USD 3.000 millones, integrará los yacimientos Filo del Sol y Josemaría, con un estudio técnico unificado previsto para 2026.
San Juan: el nuevo epicentro del cobre
El descubrimiento refuerza el rol de San Juan como provincia minera estratégica, sumándose a otros proyectos en marcha como Mara (Glencore) y Los Azules (McEwen Mining). Esta concentración de recursos posiciona a Argentina como un jugador con potencial comparable al de Chile, el mayor productor mundial de cobre, que exporta USD 55.000 millones anuales del mineral.
Las autoridades celebran el hallazgo como un impulso a la macroeconomía. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, afirmó en sus redes: “La Argentina será próspera“, reflejando el optimismo oficial. El Gobierno atribuye este auge a las reformas económicas, como el RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones), que garantiza estabilidad fiscal y cambiaria para atraer capitales.
El descubrimiento, dado en una coyuntura internacional que demanda a gritos minerales frescos, instala un nuevo debate respecto a la estrategia de exportaciones. El cobre no es explotado en nuestro suelo desde 2018 (cuando cesó el ciclo de Minera La Alumbrera), y el litio apenas se ha empezado a explorar como fuerte de la mano de las nuevas políticas económicas del Gobierno Nacional. El mundo exige materia prima al ritmo de nuevas tecnologías, y Argentina posee un fuerte potencial de cara al futuro cercano.
Los inversores se entusiasman y esperan las próximas jugadas de un ejecutivo que opta por la plena apertura comercial.
Cobre vs. litio: el nuevo eje de la minería nacional
Mientras el litio dominaba la agenda minera, el cobre emerge como el gran motor de crecimiento. Según la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), el sector podría triplicar sus exportaciones (hasta USD 12.000 millones en 2032) y generar 200.000 empleos, con inversiones proyectadas de USD 33.000 millones en 70 proyectos.
Daniel González, coordinador de Minería del Ministerio de Economía, anticipó: “Argentina será muy relevante en cobre. Junto al agro y Vaca Muerta, será uno de los tres pilares exportadores“. No obstante, advirtió sobre los plazos largos de la industria y la necesidad de infraestructura y consenso social.
La explotación minera bajo nuevos estándares ambientales y de trazabilidad ofrece ingresos anuales comparables a los de la industria hidrocarburífera con Vaca Muerta. Se esperan debates en profundidad respecto a modelos de explotación de cara a un escenario de alta exigencia.
Chubut y su posición en el tablero minero
La provincia patagónica registró formalmente, en 2024, el descubrimiento de un yacimiento de oro, cobre y otros minerales en la meseta central de la provincia. Denominado “Sacanana 2”, el depósito se ubica en el Departamento Gastre, en una superficie de 2.396 hectáreas, y actualmente es propiedad de la empresa Patagonia Exploración S.A.
El hallazgo, formalizado bajo el Expediente N° 15732/10, cumple con todos los requisitos legales establecidos por la Dirección General de Minas y Geología de Chubut. La documentación presentada incluyó muestras minerales, una declaración jurada de los descubridores y una descripción detallada de la ubicación y características del yacimiento.
Este yacimiento contiene oro y cobre diseminado, clasificándose como de primera categoría en términos de riqueza mineral. La empresa solicitó formalmente la concesión minera, presentando las coordenadas exactas de la zona de reconocimiento exclusivo y señalando las minas colindantes, como “Gastre 1” (Expte. 15286/07) y “Sacanana 1” (Expte. 15731/10).
El trámite fue supervisado por el Catastro Minero de Chubut, con la participación de Ricardo Bagalciaga, apoderado de Patagonia Exploración S.A., y Graciela De Bernardi, Directora de Escribanía de Minas.
Fuera del descubrimiento y su concesión, actualmente, no hay una explotación tal cual en marcha a nivel local, pero el potencial minero de la región no es desconocido para el mercado. Chubut tiene todas las cartas para entrar a la discusión y posicionarse en su momento, no solo en lo referido al cobre, sino también en plata, oro y uranio, entre otros minerales.
Los desafíos
A pesar del optimismo generado por el potencial minero nacional, el sector enfrenta desafíos concretos que podrían condicionar su desarrollo. La Ley de Glaciares, vigente desde 2010, mantiene en suspenso proyectos por unos USD 20.000 millones debido a la falta de claridad en su implementación, particularmente en lo que respecta a la delimitación de áreas protegidas y el inventario glaciar pendiente.
La urgencia de la demanda global representa otro factor crítico. Como señaló Alejandra Cardona, directora ejecutiva de CAEM, “el mundo necesita cobre ahora“, lo que plantea una ventana de oportunidad limitada para capitalizar los recursos.
Finalmente, las limitaciones de infraestructura – especialmente en transporte y suministro energético – emergen como un cuello de botella que requiere inversiones inmediatas para garantizar la viabilidad operativa a gran escala. Estos factores combinados configuran un escenario complejo que demandará coordinación público-privada para superar los obstáculos y materializar el potencial minero del país.