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blanqueo exprés, deuda y apoyo externo para evitar una corrida



El dólar minorista se vende este viernes en las pantallas del Banco Nación con una suba de diez pesos, a $1.160. En el mercado informal, el dólar blue está sin variaciones en $1.165. En el segmento financiero, el dólar contado con liquidación (CCL) registra un incremento de 0,2% y opera en $1.168, mientras que el dólar MEP avanza 0,50%, para ubicarse en $1.151. En el segmento mayorista, el dólar cotiza en $1.140.

Con el inicio de una nueva etapa en la política económica, el Gobierno busca consolidar un delicado equilibrio entre la estabilidad cambiaria, la desaceleración de la inflación y la continuidad de la recuperación económica, en un contexto marcado por la cercanía de las elecciones. Para los analistas, el nuevo enfoque oficial combina medidas orientadas a mantener al dólar dentro del límite inferior de la banda, intervenciones puntuales en el mercado de futuros y un uso más activo de las herramientas monetarias, todo sin comprometer la actividad ni generar costos sociales evidentes.

Los expertos comentaron que este giro de estrategia se apoya en un respaldo político internacional relevante y en una postura más flexible respecto de los compromisos con el FMI. El abandono momentáneo de las metas de acumulación de reservas y la intervención en los contratos de futuros habrían sido decisivos para comprimir la brecha cambiaria y contener presiones sobre el tipo de cambio. En paralelo, el uso de utilidades contables del Banco Central para financiar al Tesoro ha sido clave para sostener la remonetización en curso y aliviar la carga de los vencimientos en pesos.

Asimismo, indicaron que el Gobierno está apuntando a captar flujos financieros mediante la emisión de deuda en moneda local suscripta con dólares de no residentes, en un intento por reforzar las reservas sin poner en riesgo el mercado cambiario. En este marco, la reciente habilitación para que no residentes accedan al mercado oficial a partir de los seis meses de ingresados los fondos, junto con la cobertura ofrecida en el mercado de futuros, se presenta como un incentivo adicional.

Pero una de las principales novedades es el impulso a un nuevo blanqueo de capitales (pospuesto hasta la semana que viene), que permitiría declarar efectivo sin necesidad de bancarización previa y con excepciones a las leyes penales cambiaria y tributaria para montos de hasta 100.000 dólares. Para los especialistas, esta medida busca ampliar el uso formal de esos dólares y fomentar su permanencia en el sistema financiero. También podría habilitar al Tesoro a captar parte de esos fondos mediante colocaciones de deuda, en un esquema que se suma al incremento reciente de los depósitos en moneda extranjera y que podría contribuir a reforzar la estabilidad financiera en el corto plazo.

Estabilización cambiaria: una tarea aún en proceso

Desde la sociedad de bolsa Grupo SBS explicaron que, tras la reciente modificación del régimen cambiario, el gobierno argentino enfrenta el reto de consolidar expectativas de forma sólida si pretende retomar con éxito la senda de la desinflación. Según el análisis del bróker, en las primeras ruedas posteriores al cambio se observó una disminución en la volatilidad del tipo de cambio, aunque aún no puede hablarse de una estabilización definitiva. La transición hacia un escenario de menor oscilación cambiaria llevará tiempo y dependerá de múltiples variables que deberán ser cuidadosamente monitoreadas.

Entre los factores clave que podrían incidir en el comportamiento del dólar, los analistas del Grupo SBS señalaron la necesidad de evaluar el impacto de los flujos en el mercado cambiario, especialmente ante la promesa del Banco Central de intervenir únicamente en el piso de la banda cambiaria. La mirada del mercado, sostienen, está centrada en si esta intervención efectivamente se concreta, ya que ello afectará directamente la capacidad del país para acumular reservas internacionales genuinas.

La acumulación de reservas es, según el informe, un elemento esencial para apuntalar la sostenibilidad de la deuda externa y reducir el Riesgo País. Para lograrlo, resultará clave observar cómo evolucionan los ingresos de divisas en las próximas semanas. En este sentido, mayo se presenta como un mes estratégico, dado que es cuando suele concentrarse la mayor liquidación del sector agroexportador. Este comportamiento estacional tendrá que analizarse a la luz del tipo de cambio real y la volatilidad creciente del mercado.

Los especialistas del bróker también destacaron que, además de los flujos vinculados al comercio exterior, podrían sumarse ingresos financieros provenientes del interés de inversores no residentes, habilitados recientemente por el Banco Central a operar. No obstante, advirtieron que en el caso de la inversión extranjera directa, es posible que su llegada se retrase hasta que el panorama político se aclare, posiblemente después de las elecciones.

Objetivos de fondo y perspectiva política

Posteriormente, los expertos de Grupo SBS recordaron que, pese al cambio de régimen cambiario, los objetivos estratégicos del gobierno argentino no han variado. La prioridad sigue siendo reducir la inflación de manera sostenida, un proceso que requiere de la consolidación de expectativas y de una macroeconomía más equilibrada.

En segundo lugar, apuntaron que el gobierno busca mejorar su desempeño electoral con vistas a obtener una mayor representación en el Congreso. Esto no solo permitiría fortalecer su base política, sino también abrir el camino hacia reformas estructurales que, a su juicio, son fundamentales para apuntalar el ancla fiscal y mejorar la productividad del país.

Entre esas reformas pendientes, desde la sociedad de bolsa destacan la necesidad de avanzar en medidas que doten de mayor solidez a las cuentas públicas. La mejora del balance fiscal es vista como una condición indispensable para garantizar la sostenibilidad de la deuda, bajar el riesgo país y fortalecer la credibilidad del programa económico.

En suma, los analistas de Grupo SBS subrayaron que el panorama actual sigue siendo desafiante y que el éxito del nuevo esquema dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno para mantener el control sobre las variables nominales, atraer flujos de divisas y contener las expectativas inflacionarias, en un contexto político que aún presenta incertidumbres importantes.

Una nueva etapa: contener al dólar y a la inflación sin frenar la actividad

Desde Eco Go explicaron que el Gobierno argentino ha dado inicio a una nueva fase en su estrategia económica, en la que el principal objetivo es evitar que los compromisos asumidos con el FMI generen costos visibles para la población en plena etapa electoral. Esta política apunta a mantener al dólar lo más cerca posible del límite inferior de la banda cambiaria, recuperar el sendero descendente de la inflación y, al mismo tiempo, sostener la reactivación de la economía.

Los analistas de la consultora puntualizaron que, para lograr esta combinación, el oficialismo optó por dejar de lado ciertos puntos acordados con el Fondo, aprovechando el respaldo explícito del Secretario del Tesoro de Estados Unidos. Esta flexibilidad inicial ha permitido al Gobierno implementar medidas con impacto directo sobre las variables clave sin mayores resistencias en el frente externo.

Uno de los primeros pasos fue la decisión de que ni el Banco Central ni el Tesoro intervendrían en el mercado de cambios en el centro de la banda, reservando sus operaciones para cuando el tipo de cambio toque el piso, actualmente en $990. Además, se desestimó la relevancia de la meta de acumulación de reservas, dando así mayor margen para actuar con otras herramientas.

En paralelo, el BCRA transfirió al Tesoro parte de sus utilidades contables correspondientes al balance 2024 con el objetivo de financiar la llamada estrategia “efecto ANKER”. Esta consiste en permitir que las renovaciones de deuda en pesos sean menores al 100%, facilitando así la expansión monetaria para impulsar la remonetización de la economía. A pesar de este enfoque, los expertos de Eco Go advirtieron que en los hechos ya se alcanzó el límite de crecimiento del agregado monetario M2 transaccional previsto en los lineamientos del BCRA.

Intervenciones en futuros: impacto directo en el spot y en las tasas

Durante la semana más reciente, el Banco Central dio un paso adicional al intervenir directamente en el mercado de futuros, una medida que inicialmente estaba reservada para escenarios disruptivos. Según los especialistas de la consultora, esta intervención consistió en la venta de contratos por al menos 500 millones de dólares, con foco en los vencimientos de diciembre.

Esta acción logró comprimir el precio de esos contratos en casi 100 pesos, acercándolos a valores consistentes con un ritmo de devaluación del 1% mensual. Como resultado, muchos bancos e inversores institucionales aprovecharon para tomar cobertura más barata, lo que derivó en una liquidación de posiciones en el mercado spot, provocando una baja de alrededor del 6% en el dólar hasta los $1.120.

Los pesos obtenidos por esos inversores al desprenderse de dólares fueron redirigidos hacia instrumentos de deuda del Tesoro en moneda local, generando un efecto positivo sobre la demanda de estos activos. De esta manera, el Gobierno no sólo logró contener el tipo de cambio, sino también canalizar flujos hacia financiamiento en pesos.

Desde Eco Go destacaron que esta jugada, además, incluye una estrategia de doble impacto. En vistas de que la meta de reservas del acuerdo con el FMI exige una acumulación de u$s4.435 millones hasta mediados de junio —una cifra que coincide con el potencial total de liquidaciones del agro para el período—, el Gobierno buscaría captar dólares a través de emisiones de deuda en pesos suscriptas con divisas aportadas por inversores no residentes.

Blanqueo y depósitos: nuevos incentivos para ingresar dólares

Otra de las medidas anunciadas en la semana, según detallaron los especialistas de Eco Go, fue el avance hacia un nuevo blanqueo de capitales. A diferencia de iniciativas previas, esta versión permitiría declarar efectivo sin necesidad de bancarizar los fondos, al tiempo que dejaría sin efecto la ley penal cambiaria y la ley penal tributaria para operaciones por montos de hasta 100.000 dólares.

El objetivo de esta medida es doble: por un lado, incentivar el uso de esos dólares en la economía formal y, por otro, promover que las empresas que los reciban los mantengan dentro del sistema financiero. Esta estrategia se apoya en la tendencia creciente de depósitos en moneda extranjera, que ha ganado tracción desde la implementación del nuevo esquema cambiario.

Desde que comenzó esta etapa, los depósitos en dólares aumentaron en 1.300 millones, y Eco Go estima que aproximadamente dos tercios de esos fondos permanecen dentro del sistema, mientras que el tercio restante se utiliza para financiar operaciones en el mercado financiero, contribuyendo a mantener la brecha cambiaria contenida.

Los analistas de la consultora subrayaron que, a diferencia del blanqueo anterior —donde los dólares ingresados fueron mayoritariamente canalizados hacia el sector privado a través de créditos u obligaciones negociables—, en esta ocasión es probable que el Tesoro busque captar una parte de esos recursos a través de colocaciones de Letras. Esta posibilidad abriría un nuevo canal de financiamiento para enfrentar los compromisos próximos

Necesidades de financiamiento y foco en los vencimientos de julio

Para Eco Go, el frente financiero sigue siendo un aspecto crucial en esta etapa. Tras la recapitalización del Banco Central mediante el canje de letras intransferibles por los dólares del FMI que recibió el Tesoro, aún quedan necesidades por cubrir. En concreto, restan unos u$s1.033 millones para afrontar el pago de los vencimientos con bonistas previstos para julio.

A este panorama se suma el desembolso ya confirmado del BID por 500 millones de dólares y los depósitos del Tesoro en el BCRA, que ascienden a 2.700 millones. Aun así, la cobertura total de los pagos en el corto plazo no está completamente asegurada, lo que obliga al Gobierno a seguir buscando alternativas de financiamiento.

En ese marco, continúa pendiente la reapertura de la línea de financiamiento repo por 2.000 millones de dólares, un instrumento que forma parte de los cuadros presentados por el Banco Central en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Su concreción permitiría sumar respaldo al frente cambiario y financiero.

Por ahora, los analistas de Eco Go destacan que las decisiones oficiales están orientadas a evitar sobresaltos antes de las elecciones, incluso si eso implica cierto desvío de las metas originalmente pactadas con el FMI. En este delicado equilibrio, la clave será mantener contenida la volatilidad cambiaria, garantizar financiamiento y sostener la estabilidad de precios sin interrumpir la reactivación.





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