Argentina vive una revolución en su estructura familiar

Argentina atraviesa un cambio demográfico con menos nacimientos, más adultos mayores y nuevos modelos familiares que exigen políticas renovadas
17/05/2025 – 10:45hs
Un informe del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral reveló una transformación profunda en la dinámica demográfica del país: desde 2014, la tasa de natalidad en Argentina descendió un 40%.
Esta baja es una de las más marcadas en la región y marca un cambio estructural que afecta no solo a las familias, sino también a la organización social y económica del país. En un hecho sin precedentes, la mayoría de las viviendas en el país no tiene menores de 18 años.
De acuerdo con el Censo 2022, el 57% de las viviendas no cuenta con menores de 18 años, una situación opuesta a la registrada en 1991, cuando ese mismo porcentaje sí los tenía. El cambio viene acompañado por el auge de los hogares unipersonales —que representan un cuarto del total— y los hogares encabezados por un solo adulto, en su mayoría mujeres.
¿Por qué nacen menos hijos?
La caída en los nacimientos se observa con más fuerza en las zonas urbanas, y se acentúa a medida que crecen el nivel educativo y la clase social. Según el informe, las razones detrás de esta tendencia son múltiples:
- La incertidumbre económica y la dificultad para acceder a la vivienda, que hacen que muchas familias posterguen o directamente abandonen el proyecto de tener hijos.
- La emigración de jóvenes al exterior.
- La decisión de muchas mujeres de priorizar el desarrollo profesional y académico.
- Una transformación cultural que naturaliza cada vez más las elecciones de vida sin hijos o con menos hijos.
Datos del Ministerio de Salud muestran que, hace una década, la mayoría de los nacimientos ocurría entre los 20 y 24 años, seguidos por el grupo de 25 a 29. En la actualidad, la franja más fértil es la de 25 a 29 años, y le sigue la de 30 a 34. También crecieron los partos en mujeres de 35 a 44 años.
Nuevas formas de hogar y la población que envejece
El estudio también destaca que uno de cada cuatro hogares está compuesto por una sola persona. Los hogares monoparentales crecieron un 31% entre 2010 y 2022, duplicando la tasa de crecimiento de la población general. En el 80% de los casos, estas familias son lideradas por mujeres.
La investigación también da cuenta del envejecimiento acelerado de la población: en 1991, los mayores de 85 años representaban apenas el 1,5% del total. En 2022, esa cifra escaló al 11,8%. Este fenómeno de “sobreenvejecimiento” tensiona los sistemas de salud y seguridad social, al mismo tiempo que impacta en la organización familiar.
Un cambio que exige respuestas
La transformación demográfica que atraviesa Argentina es profunda y difícil de revertir. Implica una nueva realidad en la que las familias son más pequeñas, más diversas y con menos hijos, mientras la población adulta mayor crece de manera sostenida.
Esto plantea desafíos concretos: desde el diseño de políticas de cuidado infantil y trabajo flexible, hasta la necesidad de apoyar a quienes crían y de generar condiciones para quien decide ser madre o padre.