La Silla del Carancho | Diario Crónica

El 11 de mayo, mientras Chaco, Salta, Jujuy y San Luis iban a las urnas, en Chubut todos miraban de reojo. El “superdomingo” electoral dejó a La Libertad Avanza (LLA) festejando triunfos que resuenan hasta Comodoro Rivadavia, donde la crisis petrolera y el desempleo tienen al electorado con los nervios de punta. Con dos bancas de diputados nacionales en juego este octubre, Karina Milei afila las garras para conquistar Chubut, pero Ignacio Torres teje un manto de unidad y el Peronismo comodorense no piensa quedarse de brazos cruzados. En esta edición de La Silla del Carancho, ponemos la lupa en una batalla que promete ser voto a voto. ¿Quién se llevará el premio en la ciudad que todos quieren conquistar?
Esta semana, el tablero político chubutense se calentó. Los triunfos libertarios en otras provincias pusieron a LLA en el centro de la escena, con Karina Milei moviendo los hilos desde Buenos Aires. En Comodoro, la nueva sede de Avenida Rivadavia quiere ser la punta de lanza, pero las internas y la crisis económica juegan su propio partido. Mientras, el gobernador Ignacio Torres apuesta por la unidad con un pacto fiscal que seduce a los intendentes, y el Peronismo, con Othar Macharashvili y los gremios al frente, busca no repetir el traspié de 2023. En una ciudad donde cada voto cuenta, octubre será durísimo.
La sombra de Karina Milei en Comodoro
El 11 de mayo fue un día de gloria para LLA. En Chaco, la alianza con la UCR de Leandro Zdero aplastó al PJ de Capitanich. En Salta, LLA metió un batacazo en la capital, asegurando una banca en el Senado provincial con Roque Cornejo. Y detrás de estos golpes, una estratega implacable: Karina Milei, “el jefe”, como la bautizó Javier Milei en X con su grito de “VIVA LA LIBERTAD CARAJO”. En Comodoro, donde LLA estrenó su sede en Avenida Rivadavia el 3 de mayo, César Treffinger jura que “el cambio verdadero ya llegó”. Pero, ¿puede el violeta libertario teñir una ciudad donde la CGT y el Peronismo son palabras mayores?
Karina Milei es la arquitecta del ascenso de LLA. En Chaco, negoció con la UCR para barrer al Peronismo. En Salta, eligió a Cornejo para dar la sorpresa. En Comodoro, la crisis petrolera —6.000 despidos en la Cuenca San Jorge y la salida de YPF— es un terreno fértil para su discurso anti-casta. La nueva sede, que “pintó de violeta” las calles según Treffinger, quiere ser el cuartel para captar a los desencantados que ven el sueldo esfumarse con la inflación. Pero el diputado tiene un problema: sus internas. La pelea con Ricardo Bustos, un periodista de la Cordillera expulsado de los grupos libertarios, dejó al descubierto las grietas de LLA en Chubut. Si Karina quiere que Comodoro sea su próximo bastión, deberá apagar estos incendios. Porque en una ciudad donde los gremios petroleros mandan, las divisiones son un lujo que no se puede permitir.
Torres y el arte de la unidad
Mientras LLA sueña con conquistas, Ignacio Torres mueve sus piezas con la calma de un maestro. El sábado 10 de mayo, un día antes de los comicios, reunió a los intendentes de la provincia para firmar un pacto fiscal que baja Ingresos Brutos y ordena las economías municipales. Cuentas claras. Queda claro que la carta del gobernador es la acción. Y el 16 de mayo, en un mensaje que recorrió X, fue más filoso: “No queremos diputados alcahuetes ni carroña política en el Congreso”. Traducción: Torres está armando un frente amplio para octubre, cuando Chubut renueve dos de sus cinco bancas de diputados nacionales.

El mandatario provincial sabe que LLA es un rival de peso. En 2023, Milei sacó el 35% en las presidenciales en Chubut. Pero “Nacho” también tiene un as bajo la manga: su victoria en la gobernación ese mismo año, cuando le ganó a Luque por apenas 6.213 votos (35.71% vs. 34.11%). La unidad que tejió entonces, con el gremialismo petrolero de Jorge “Loma” Ávila y el Radicalismo de Gustavo Menna, es su arma para octubre. El pacto fiscal, que alivia a los municipios, es un guiño a los comodorenses que quieren ver obras, no promesas. Pero, ¿bastará para apagar el fuego libertario en una ciudad golpeada por la desocupación?
El Peronismo, entre la resistencia y el recuerdo
En Comodoro, el Peronismo siente el rugido de LLA cada vez más cerca. Othar Macharashvili, que asumió como intendente en diciembre de 2023 tras el fin del mandato de Juan Pablo Luque, no dijo una palabra sobre los comicios del 11 de mayo. Luque, que compitió por la gobernación en 2023 y perdió ante Torres, sigue siendo una figura clave del Justicialismo, aunque hoy no ocupa cargos públicos. Desde las sombras, el exintendente mueve hilos para mantener al PJ comodorense en pie, mientras Macharashvili enfrenta el desafío de gobernar una ciudad en crisis.
Los gremios, con Ávila a la cabeza, están en alerta máxima. La memoria de 2023 pesa como una losa: en las presidenciales, Milei relegó al Peronismo al segundo puesto en Chubut. Hoy, con 6.000 despidos y el barril de petróleo en jaque, LLA huele sangre. Macharashvili sabe que su gestión —desde el asfalto hasta la seguridad— será clave para evitar que los votantes se vayan con Treffinger.
Octubre, la batalla por las bancas
Las dos bancas en juego en octubre serán un termómetro del pulso chubutense. Treffinger, con el viento a favor de Karina Milei, quiere fortalecer a La Libertad Avanza en Chubut y sumar más diputados violetas que representen a la provincia, pero sus internas y su estilo de “criticar sin construir” —como ya dijimos en esta columna— le juegan en contra. Ana Clara Romero, de JxC, busca renovar su banca fortaleciendo a Torres en Comodoro, donde en 2023 dio pelea como candidata a intendenta. El Peronismo, por su parte, podría sorprender si moviliza a su base gremial y capitaliza la gestión local. Pero el elefante en la habitación es la economía: los despidos, la inflación y la incertidumbre energética son un combo que LLA quiere aprovechar con su grito de libertad.

Chubut no es Salta ni Chaco, y Comodoro es un hueso duro de roer. Acá, la CGT marca el ritmo, y Torres ha aprendido a conducir las buenas noticias, como el shale gas o el pacto fiscal. Pero Karina Milei, desde Buenos Aires, mueve los hilos de una fuerza que no se rinde. Clara la cuenta: LLA viene por todo, Torres quiere ser el dique, y el Peronismo resiste con uñas y dientes. En una provincia que vibró con la unidad el Día del Trabajador, octubre será una pelea de titanes. Los comodorenses, como siempre, tendrán la última palabra.