Cómo mantener calor y una buena temperatura en tu casa con tanto frío: los mejores trucos

El fin de mayo llegó con temperaturas bajísimas en casi todo el país y, a días del comienzo del invierno, el frío intenso ya se siente puertas adentro
28/05/2025 – 14:40hs
Desde principios de la semana, un frente frío polar avanzó sobre gran parte de Argentina, haciendo que los termómetros se desplomaran en casi todo el territorio nacional. Las temperaturas bajas se hicieron sentir con fuerza, trayendo incluso nevadas en distintos puntos del país, desde las zonas cordilleranas hasta lugares donde no es tan común ver el manto blanco. Este golpe invernal, que llegó un par de semanas antes del inicio formal de la estación más fría del año, ya se cuela por cada rendija y se siente con intensidad puertas adentro.
Con la llegada anticipada del frío intenso y los costos de la energía en constante ascenso, lograr una temperatura agradable en el hogar sin que el gasto se dispare se convierte en un desafío ineludible para muchísimas familias. Sin embargo, existen múltiples estrategias y consejos de eficiencia energética avalados por expertos que te permitirán conservar el calor y optimizar el uso de la calefacción. Mantener tu casa cálida no solo mejora el confort, sino que también contribuye a un ambiente más saludable.
Trucos para mantener una buena temperatura en tu casa con tanto frío
Antes de encender cualquier sistema de calefacción, la prioridad número uno debe ser evitar la pérdida de calor. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA) y diversos organismos de eficiencia energética, un buen aislamiento es la base para mantener una temperatura confortable.
Los puntos estratégicos para un aislamiento eficaz son:
- Ventanas y puertas: los grandes fugadores de calor:
- Sellado de grietas: revisá y sellá cualquier grieta o rendija alrededor de marcos de ventanas y puertas. Utilizá burletes autoadhesivos de goma o silicona, o masilla selladora. Esta es una de las medidas más costo-efectivas.
- Cortinas gruesas: durante la noche, cerrá cortinas pesadas o térmicas. Actúan como una barrera adicional que retiene el calor interior y bloquea el frío que emana de los vidrios. Durante el día, hay que abrirlas en ventanas donde dé el sol para aprovechar el calor natural.
- Cierres herméticos: Asegúrate de que ventanas y puertas cierren correctamente, sin dejar espacios por donde el aire frío pueda colarse. Considera incluso burletes de cepillo para la parte inferior de las puertas.
- Aislar los cajones de las persianas: Si tenes persianas enrollables, revisá los cajones donde se guardan. A menudo tienen rendijas que permiten la entrada de aire. Podés rellenar estos espacios con algún material aislante o sellar las juntas.
- Paredes y techos: Si bien es una inversión mayor, aislar paredes y techos es fundamental en zonas con climas muy fríos. Materiales como la lana de roca, fibra de vidrio o poliestireno expandido reducen drásticamente la transferencia de calor. Los manuales de construcción sostenible y organismos como el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) en Argentina, suelen ofrecer guías detalladas sobre las mejores prácticas de aislamiento.
- Pisos fríos: Si tu casa tiene pisos de cerámica o piedra sin aislamiento inferior, considera usar alfombras o moquetas gruesas. Esto no solo suma calidez al tacto, sino que también actúa como una capa aislante, evitando la pérdida de calor hacia el suelo.
Cómo usar la calefacción de manera óptima en casa
Una vez que tu casa esté lo más sellada posible, el siguiente paso es usar la calefacción de manera eficiente. No se trata solo de qué sistema usas, sino de cómo lo usas. Algunos consejos para maximizar la eficiencia de tu calefacción:
- Temperatura ideal: Expertos en eficiencia energética recomiendan mantener el termostato entre 19°C y 21°C durante el día, y bajarlo a 15°C-17°C durante la noche o cuando la casa esté desocupada. Cada grado adicional de temperatura puede aumentar el consumo energético hasta un 7%.
- Programación y temporizadores: Si tu sistema de calefacción lo permite, utiliza termostatos programables. Configúralos para que la calefacción se encienda un poco antes de que llegues a casa o te levantes, y se apague o baje la temperatura cuando salgas o te vayas a dormir.
- Ventilación breve y eficaz: Aunque parezca contradictorio, ventilar es importante para renovar el aire y evitar la acumulación de humedad. Hay que hacerlo por periodos cortos (5 a 10 minutos) y de forma cruzada, abriendo ventanas opuestas para crear una corriente rápida. Luego, hay que volver a cerrar todo para no perder el calor acumulado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de la calidad del aire interior para la salud.
- Mantenimiento de calentadores: Si usas estufas o radiadores, asegúrate de que estén limpios y en buen estado. En el caso de radiadores, purga el aire de su interior si es necesario y asegúrate de que no estén cubiertos por muebles o cortinas que impidan la difusión del calor. La Asociación Argentina de Gas (AGA) recomienda revisiones periódicas para la seguridad y eficiencia.
- Calefaccionar solo lo necesario: Cerrá las puertas de las habitaciones que no estés utilizando para concentrar el calor en los espacios habitados. Esto evita que la calefacción trabaje más de lo necesario para calentar zonas vacías.
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Si usas estufas o radiadores, asegúrate de que estén limpios y en buen estado
Cómo hacer para mantener el calor en tu casa
Más allá del aislamiento y la calefacción, hay pequeñas acciones cotidianas que suman para mantener el confort térmico:
- Aprovecha la luz solar: Durante el día, abrí cortinas y persianas para permitir que la luz del sol entre directamente y caliente los ambientes. Una vez que el sol se oculte, cerrá todo para atrapar ese calor.
- Ropa de abrigo en casa: No subestimes el poder de un buen buzo, medias gruesas o una manta. Vestirse adecuadamente dentro de casa te permitirá mantener la temperatura de la calefacción en un nivel más bajo.
- Cocinar y horno: El uso del horno para cocinar genera calor que se irradia por la cocina y áreas cercanas. Aprovecha este calor extra, dejando la puerta del horno ligeramente abierta una vez que lo apagues (siempre con precaución y sin niños cerca).
- Humidificadores: El aire seco tiende a sentirse más frío. Un humidificador puede ayudar a mantener una humedad relativa confortable, haciendo que el ambiente se sienta más cálido y evitando la sequedad en la piel y vías respiratorias.
- Termos y bebidas calientes: Mantener tu cuerpo hidratado con bebidas calientes como tés, mates o caldos ayuda a subir la temperatura corporal desde el interior.
Con estos consejos, no solo lograrás que tu casa se sienta más acogedora ante la llegada del invierno, sino que también verás un impacto positivo en tus facturas de servicios. La clave está en la prevención de pérdidas de calor y el uso inteligente de los recursos.