EDESUR cierra millonario préstamo con bancos extranjeros

Tras haber sellado un acuerdo con el Gobierno para saldar una millonaria deuda que acumula por el servicio que adquiere del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), la principal distribuidora de energía de la Argentina planea millonarias inversiones para mejorar sus servicios.
Se trata de Edesur, cuya concesión abarca la zona sur de Capital Federal y varios partidos del conurbano bonaerense, llegando a 2,5 millones de usuarios y dos millones de hogares y comercios en un área de 3.300 km2.
A raíz de las políticas tarifarias llevadas a cabo durante las últimas dos décadas, lo recaudado tanto por la empresa propiedad del grupo italiano Enel como por Edenor, para citar a las más grandes, no les alcanzaba para cancelar esa compra, dado que las tarifas no reflejaban el costo de los servicios.
Es más, los gobiernos anteriores fueron emitiendo normas de congelamiento de las tarifas o de suspensión de los ajustes correspondientes, que contribuyeron significativamente al deterioro de la cadena de pagos en dicho mercado mayorista.
Con el paso del tiempo, la deuda se fue incrementando y comenzaron a ser suplidas por préstamos del Tesoro Nacional al “Fondo Estacional”.
Mecanismo de pago con CAMMESA
En el 2021, se comenzaron a negociar planes de regularización mediante acuerdos con las distribuidoras para brindarles facilidades con el objetivo de reducir la deuda acumulada y además, en noviembre de 2024, se prorrogó la emergencia del sector energético nacional declarada por el Decreto N° 55/23, hasta el 9 de julio de 2025.
El Artículo 2° de esa medida instruyó a la Secretaría de Energía a elaborar, poner en vigencia e implementar un programa de acciones para el segmento de generación, transporte y distribución.
Y el 20 de mayo pasado y para poder cumplir con ese objetivo, la administración libertaria publicó la Disposición 1/2025 de la Subsecretaría de Energía de la Nación, que estipula el mecanismo, los plazos y las posibilidades que las distribuidoras tendrán para saldar sus obligaciones pendientes con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).
La medida aclara que se trata de un esquema donde la morosidad crónica se cubría con emisión inflacionaria, lo cual venía perjudicando a todos los argentinos, por lo que se optó por una estrategia diferente y que alcanza a las distribuidoras de energía eléctrica agentes del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y a las del MEM sistema Tierra del Fuego (MEMSTDF), ya sean por consumos de energía, potencia e intereses.
También, al llamado Régimen Especial de Créditos distribuidoras de energía, administraciones o empresas provinciales, que al 31 de diciembre de 2023 no hayan tenido deuda no regularizada con CAMMESA y hayan cancelado la totalidad de las transacciones del año pasado.
A largo plazo
En concreto, el plan ofrecido por los funcionarios oficiales establece condiciones consideradas razonables por las empresas ya que, entre otras cosas, ofrece hasta 12 meses de gracia y 72 cuotas con la tasa del 50% del MEM.
De todos modos, las autoridades le exigen a las distribuidoras “responsabilidad bajo reglas estrictas”, como que deberán pagar sin atrasos y tendrán que presentar planes de inversión en infraestructura para mejorar el servicio, advirtiendo que las que incumplan perderán el beneficio automáticamente y enfrentarán sanciones.
Ahora y para cumplir con parte de esas obligaciones, la distribuidora del grupo Enel acaba de sellar un contrato de préstamo sindicado con los bancos Santander e ICBC por una suma en pesos equivalente a u$s100 millones.
Así lo comunicó el directorio de Edesur a la Comisión Nacional de Valores (CNV), en un documento en el cual se detallan las principales condiciones del crédito, además de los fondos que recibirá.
En este sentido, se asegura que el destino de esos u$s100 millones será el de financiar futuras inversiones que la compañía deberá llevar a cabo durante los próximos años para, entre otras cosas, cumplir con el acuerdo firmado con el Gobierno nacional para cancelar su endeudamiento en cuotas que llegaría a los u$s161 millones.
Edesur busca invertir para saldar deuda
En concreto, el plan ofrecido por los funcionarios oficiales establece condiciones consideradas razonables por las empresas ya que, entre otras cosas, ofrece hasta 12 meses de gracia y 72 cuotas con la tasa del 50% del MEM.
En el caso del préstamo sindicado que acaba de acordar Edesur, lo tendrá que devolver en un plazo de 36 meses, con una tasa de interés TAMCORI + 6,75% y una amortización con un período de gracia de 12 meses.
Queda claro que el dinero se orientará al plan de inversiones que la empresa debe presentar al Gobierno para acordar el pago en cuotas de su deuda con CAMMESA y se tendrá que orientar a aumentar su eficiencia, mejorar la infraestructura, recuperar la calidad del servicio para evitar pérdidas de energía y realizar las obras pendientes de ejecución.
Ocurre que en los últimos años, tanto Edesur como el resto de las empresas de servicios públicos debieron optar por destinar los fondos a sostener sus operaciones en un contexto de tarifas congeladas y costos que se incrementaron al ritmo de una galopante inflación como la evidenciada durante los gobienros kirchneristas.
Además, la empresa no arrancó el 2025 con buenos indicadores, a pesar de los aumentos tarifarios establecidos por la administración libertaria si se tiene en cuenta que en el primer trimestre informó pérdidas por $10.000 millones.
De hecho, en el informe enviado a la CNV para reportar el balance del primer trimestre, sus ejecutivos advierten que los aumentos tarifarios otorgados por el gobierno de Javier Milei desde su desembarco en la Casa Rosada no fueron suficientes para recomponer su situación financiera.
Aumentos que no alcanzan
“A pesar de la adecuación transitoria de tarifas establecida a partir de febrero de 2024, la deuda contraída con CAMMESA y con los accionistas para financiar la operación de la sociedad y suplir, de esta manera, el retraso financiero de la actualización tarifaria ha llevado a que se presenten pérdidas operativas recurrentes y un capital de trabajo negativo a la fecha de los presentes estados financieros intermedios condensados”, se asegura en el paper.
En cuanto al segundo aspecto mediante el cual Edesur justifica su pérdida durante este primer trimestre pasado, se refiere a los préstamos que viene recibiendo de su casa matriz italiana y que acaba de renegociar sus pagos como parte de un proceso de mejora de su posición de caja.
En febrero pasado, el directorio de Edesur aprobó refinanciar esas líneas de crédito que vencían el último mes del 2024 y que les habían sido otorgadas por Enel y por Hidroinvest, subsidiaria del grupo italiano, para facilitar sus operaciones en Argentina.
Tal como ya informó iProfesional, como consecuencia de ese acuerdo, la empresa logró diferir la cancelación de dicho crédito para diciembre de 2027, con un plazo de gracia de 12 meses para el capital y los intereses y un monto total a refinanciar de $77.467 millones.
De ese dinero, $23.576 millones corresponden a capital, y $53.891 millones a intereses devengados y no pagados.
De hecho, la decisión se respalda, en gran parte, en el desempeño operativo logrado durante el 2024, cuando sus pérdidas se redujeron con relación al balance del 2023, gracias a la liberación de tarifas, medida que, de todos modos, no alcanzó para revertir el escenario negativo.
Es más, ya el año pasado en Edesur entendían que los efectos financieros de la adecuación transitoria de tarifas establecida a partir de mediados de febrero del 2024 se dilataron por el normal proceso de lectura, facturación y cobranza, la deuda contraída con CAMMESA y con los accionistas para financiar la operación de la sociedad y suplir, de esta manera, el retraso de dicha medida.
De todos modos, el directorio de Edesur confía en que las medidas con relación a la adecuación transitoria de tarifas y el resultado del proceso de Renegociación Tarifaria Quinquenal “permitirán recomponer la ecuación económico-financiera, prevista en la ley y en el Contrato de Concesión”.
Aseguran que esto será posible “gracias a un trabajo conjunto con las autoridades que permita encontrar las soluciones necesarias para poder mantener un servicio esencial como la distribución de energía”.
Resultado negativo
En cuanto a la política operativa, en la empresa anticipan que podrán mejorar este año el índice de calidad (SAIDI) con respecto al de cierre de 2024, considerando el nivel de inversiones previstas en el presupuesto y eficiencias de índole operativo.
Asimismo, esperan una reducción del índice de pérdidas de energía, reforzando las actividades de regularización de clientes nuevos y existentes. Respecto de la política comercial, buscarán reducir el nivel de reclamos comerciales y, en relación con el control de morosidad, se continuará trabajando de manera importante y con fuerte presencia en terreno con el fin de mantener nuestro índice de cobrabilidad.
Con respecto al balance del primer trimestre de este año, arroja un resultado integral total que marca una pérdida integral total neta de $9.990 millones, en comparación con una ganancia integral total neta de $163.337 millones para el período de tres meses finalizado el 31 de marzo de 2024.
Además, se destacan ingresos por servicios por $440.936 millones contra $316.273 millones de los primeros tres meses del año pasado.
Por su parte, la energía vendida, en términos físicos, tuvo una leve disminución del 2,1% mientras que el costo de explotación aumentó un 35%, debido, principalmente, a mayores cargos por compra de energía eléctrica ($284.991 millones vs. $210.561 millones), que se explica por el aumento del precio medio de compra, mientras que las compras físicas se mantuvieron en niveles similares a los del mismo trimestre del año anterior.
También impactaron en este segmento las remuneraciones y cargas sociales ($38.426 millones vs. $29.362 millones); los servicios contratados ($25.684 millones vs. $15.611 millones); y las depreciaciones de propiedad, planta y equipo, así como las de insumos.
En cuanto a los resultados financieros, también mostraron números en rojo por $83.142 millones cuando en el 2024 habían sido de $71.935 millones, variación que se debió, fundamentalmente, al reconocimiento de menores intereses ganados y diferencias de cambio negativas netas.