La Fiesta de Disfraces cambia de ciudad y no se hace en Paraná

Una noticia sacudió al turismo local el pasado miércoles a los fanáticos de uno de los eventos más emblemáticos de la región, la Fiesta de Disfraces (FDD) no se realizará en Paraná en 2025. El anuncio llegó a través de un comunicado en redes sociales, donde el equipo de la FDD señaló: “Queremos compartir con ustedes que la edición 2025 tendrá lugar, por primera vez, en una nueva ciudad”.
Los organizadores confirmaron que la próxima edición será el 15 de noviembre y tendrá lugar en San Nicolás de los Arroyos, en el autódromo local.
La decisión, según explicaron, se debe a la “enorme cantidad de propuestas y muestras de interés” que recibieron en los últimos meses desde distintos puntos del país. La FDD, que en sus orígenes fue una reunión entre amigos disfrazados y terminó convirtiéndose en un fenómeno de alcance nacional e internacional, ahora busca reinventarse en un nuevo escenario.
¿Por qué la fiesta más conocida del país y que atrae mucho turismo ya no se hace en Paraná?
Aunque los organizadores no brindaron detalles específicos sobre las razones logísticas detrás del cambio, el comunicado deja entrever que la masiva convocatoria que genera la fiesta ha despertado el interés de otras ciudades, dispuestas a recibir el evento y todo lo que ello implica, turismo, consumo, visibilidad y movimiento económico. La edición número 25, prevista para el 9 de noviembre de 2024 en la zona del Puerto Nuevo de Paraná, ya había sido suspendida con anterioridad, lo que generó especulaciones sobre el futuro del evento en la ciudad.
Así, San Nicolás se impuso como la nueva sede. El autódromo ofrece mayor capacidad, infraestructura moderna y un entorno adecuado para recibir a miles de asistentes. La organización busca atraer a un público más diverso, sumar nuevas experiencias y seguir creciendo como uno de los eventos temáticos más importantes de América Latina.
“La historia sigue. Y todos somos parte”, expresaron en el mensaje que difundieron por redes sociales. Con ese lema, los organizadores mantienen viva la esencia de la FDD y remarcan que el espíritu colectivo del evento sigue intacto, más allá del cambio de escenario.
Cómo comenzó la Fiesta de Disfraces de Paraná
El nacimiento de la Fiesta de Disfraces ocurrió en agosto de 1999, cuando seis amigos de Paraná —Ioy, Jota, Nacho, Julián, Rulo y Marote— decidieron celebrar sus cumpleaños en conjunto. Cada uno aportó 50 pesos, compraron algunos cajones de cerveza y organizaron una fiesta en el Club Ciclista. Aquella primera edición fue un éxito inesperado y marcó el inicio de una tradición que crecería sin pausa.
“De boca en boca mucha gente escuchó lo de la fiesta y viene a ver este fenómeno que es tantos y tantos disfraces juntos”, afirmaban los organizadores en aquellos primeros años, sin sospechar que el evento ganaría dimensiones impensadas. Lo que comenzó como una reunión íntima, se transformó en una celebración multitudinaria que atraía no solo a público local y regional, sino también a turistas internacionales de países como Brasil, Colombia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
Durante más de dos décadas, la Fiesta de Disfraces fue mucho más que una gran celebración, se convirtió en un verdadero fenómeno social y económico para Paraná. Cada año, miles de personas viajan desde diferentes provincias e incluso desde el exterior para asistir a la celebración, generando un impacto positivo en rubros como la hotelería, la gastronomía, el transporte y el comercio en general.
En cada edición, la ciudad se preparaba para recibir una avalancha de visitantes. Se reforzaban los servicios de transporte, se habilitaban alojamientos temporales y se desplegaban operativos de seguridad para garantizar el desarrollo del evento.
Por eso, la decisión de trasladar la FDD a otra ciudad no solo sorprende, sino que genera incertidumbre entre vecinos, comerciantes y sectores ligados al turismo. Si bien los organizadores no descartan que el evento regrese a Paraná en futuras ediciones, por el momento la capital entrerriana queda al margen del festejo.