acciones argentinas en Wall Street y bonos pierden más de 4%

El índice Merval retrocede 0,7% este viernes, en una jornada marcada por la creciente tensión geopolítica en Medio Oriente. El conflicto bélico impacta directamente en los mercados financieros globales, y los activos argentinos no son la excepción.
La incertidumbre internacional genera una fuerte aversión al riesgo, lo que debilita el rendimiento de los activos argentinos. Así, dentro del panel líder de la Bolsa porteña, las caídas más pronunciadas las encabezan Edenor (-3,5%), BYMA (-2,5 %), Metrogas (-2,5%), Aluar (-2,4%) y Loma Negra (-2,2 %). El sector financiero y las empresas reguladas, históricamente sensibles al contexto político y económico, muestran la mayor vulnerabilidad.
Las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street también operan con importantes caídas este viernes. Los descensos más pronunciados se observan en Edenor (-4,4 %), Banco Supervielle (-3,6%), Loma Negra (-3,5%), Cresud (-2,7%) y Telecom (-2,3%).
En el segmento de renta fija, los bonos soberanos en dólares también registran bajas generalizadas. La tendencia negativa se extiende a lo largo de toda la curva, reflejando el deterioro del clima global y la falta de catalizadores positivos en el frente interno. El Bonar 2041 lidera las caídas con un retroceso de 1,1%, mientras que el Bonar 2029 pierde 0,9%. Otros títulos de la deuda también operan en rojo, aunque con bajas más moderadas. El castigo a la deuda argentina responde a la mayor percepción de riesgo soberano en un contexto de creciente volatilidad internacional.
Los inversores se muestran cautelosos ante un escenario externo dominado por el conflicto entre Israel e Irán, que eleva el precio del petróleo y reaviva temores sobre la estabilidad global. Esto golpea con fuerza a los países emergentes, en particular a aquellos con desequilibrios macroeconómicos como Argentina.
Qué pasa en los mercados mundiales
Los mercados financieros globales operan pesados este viernes, luego de que Israel lanzara un ataque contra Irán que generó una inmediata reacción del régimen iraní, calificándolo como una “declaración de guerra”. En ese contexto, las acciones estadounidenses registran fuertes bajas y el precio del petróleo se dispara, reflejando el temor de los inversores ante una posible escalada del conflicto en Medio Oriente.
El índice Dow Jones Industrial Average cae alrededor de 1,2%, afectado por una creciente aversión al riesgo. El S&P 500 también baja, con un retroceso de 0,5%, mientras que el Nasdaq Composite, con fuerte exposición a las tecnológicas, pierde cerca de 0,6%.
El episodio se produce en un contexto de alta sensibilidad para los mercados internacionales, que ya venían mostrando signos de cautela ante la posibilidad de nuevos focos de conflicto. La búsqueda de activos refugio vuelve a ganar terreno, y el oro sube 1% en las primeras operaciones del viernes, consolidando su papel como resguardo ante la incertidumbre.
El petróleo crudo, por su parte, reacciona con una suba de hasta el 13%, en medio del temor a interrupciones en el suministro global. Irán es el tercer mayor productor de la OPEP+, y cualquier afectación a su capacidad de producción puede tener un impacto directo en los precios internacionales del barril.
Israel e Irán escalan el conflicto: cruce de amenazas y advertencias a nivel internacional
La noche del jueves, Israel confirmó haber ejecutado un “ataque preventivo” sobre territorio iraní, argumentando preocupaciones por el desarrollo del programa nuclear en Teherán. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sostuvo que las operaciones militares continuarían “el tiempo que sea necesario”, una declaración que elevó los temores de una escalada mayor en la región.
En respuesta, Irán acusó a Israel de cometer un acto de guerra y llevó el caso ante Naciones Unidas. Además, lanzó un ataque con drones hacia territorio israelí, que muchos analistas interpretan como el paso previo a una ofensiva con misiles de mayor escala. Las señales indican que la tensión podría escalar en las próximas horas.
El conflicto también reactivó viejas amenazas contra intereses estadounidenses en la región. Irán advirtió que podría atacar activos de EE.UU. en Medio Oriente como parte de su represalia “severa”. Desde Washington, el secretario de Estado Marco Rubio aclaró que la operación fue una acción unilateral de Israel, y advirtió a Teherán que no apunte contra personal o instalaciones estadounidenses.
Mientras tanto, en un mensaje publicado en redes sociales, el expresidente Donald Trump instó a Irán a negociar su programa nuclear para evitar un enfrentamiento mayor. “HÁGANLO ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE”, escribió en mayúsculas, avivando aún más la tensión diplomática.
Reacción de los mercados: refugio en oro y suba del crudo marcan el pulso
La reacción de los mercados ante los ataques no se hizo esperar. El petróleo crudo WTI registró una escalada abrupta, llegando a trepar hasta un 13%, ante la preocupación de que el conflicto ponga en jaque el flujo de petróleo en el Golfo Pérsico. Irán, como actor clave de la OPEP+, juega un rol fundamental en la estabilidad de la oferta global, y cualquier alteración a su producción impacta directamente en los precios internacionales.
Al mismo tiempo, los inversores optaron por activos más seguros. El oro, tradicional refugio en tiempos de crisis, subió 1% y consolidó su tendencia alcista de las últimas semanas. El dólar mostró cierta firmeza frente a monedas emergentes, en tanto que los bonos del Tesoro estadounidense también subieron, reflejo del giro defensivo de los portafolios.
El clima de tensión regional se suma a otras preocupaciones que ya venían rondando al mercado, como el panorama político en EE.UU., la evolución de la inflación y la política de tasas de la Reserva Federal. La combinación de factores externos e internos contribuyó a acentuar el sesgo bajista en la renta variable.
Los analistas coinciden en que el foco estará puesto en las próximas horas en la evolución de las acciones militares y en las respuestas diplomáticas. Una profundización del conflicto podría extender la volatilidad en los mercados durante los próximos días.
Trump, la Fed y los aranceles: más señales de incertidumbre
En paralelo al conflicto geopolítico, el expresidente Donald Trump volvió a agitar el tablero económico local con una serie de declaraciones que generan inquietud entre inversores y empresarios. El jueves había dejado entrever la posibilidad de imponer tarifas unilaterales a países aliados en un plazo de dos semanas. Y el viernes, añadió que está evaluando aumentar los aranceles a los automóviles importados.
Además, insistió en su pedido de un recorte agresivo de tasas por parte de la Reserva Federal, al punto de señalar que “podría verse obligado a forzar algo”, en referencia a presionar al banco central, pese a que la inflación viene mostrando señales de desaceleración. Estas declaraciones suman ruido al contexto ya volátil por los conflictos internacionales.
En este marco, los analistas estiman que la Fed mantendrá sin cambios la tasa de interés en su próxima reunión. El mercado descuenta que, si bien la inflación ha cedido, todavía no hay argumentos sólidos para avanzar en un recorte, especialmente ante un escenario global tan incierto.