el chupetín inteligente que puede detectar enfermedades en minutos

Un caramelo con sensores podría cambiar la vida de millones. Detecta enfermedades en minutos sin agujas y ya planea su expansión global.
Millones de personas evitan controles médicos por miedo a las agujas. Esa fobia, combinada con la falta de diagnósticos tempranos, pone en riesgo la salud global. Hoy, una startup de Girona promete cambiar ese escenario con un invento simple pero poderoso.
Un grupo de jóvenes científicos creó un dispositivo capaz de detectar patologías mediante la saliva. Sin pinchazos ni molestias. Se llama The Smart Lollipop y podría revolucionar el cuidado infantil.
Ideal para los niños: The Smart Lollipop puede salvar millones de vidas
El concepto es tan simple como eficaz: un chupetín inteligente que analiza la saliva y ofrece un diagnóstico en apenas diez minutos. Diseñado con distintos sabores y colores, este caramelo tecnológico ya fue testeado con resultados prometedores.
Pensado para niños, evita el trauma que generan los métodos invasivos. El proceso no requiere sangre, ni recetas, ni aparatología compleja. Su mecanismo se basa en biosensores que identifican compuestos químicos en la saliva vinculados a distintas enfermedades.
La startup que impulsa esta solución, con sede en el Parque Científico de la Universidad de Girona, recibió inversiones de fondos como Ship2B Ventures y Business Angels Girona. Planea lanzar el producto al mercado antes de fin de año y expandirse a Europa y Estados Unidos.
A largo plazo, el objetivo es sumar nuevas variantes del dispositivo para detectar más enfermedades. Si alcanza esa meta, The Smart Lollipop podría cambiar el modo en que se hacen controles de salud a millones de pacientes en todo el mundo.
Las enfermedades que detecta el chupetín inteligente
Actualmente, el dispositivo apunta a dos condiciones: celiaquía e hipercolesterolemia. Cada una se identifica con un color y sabor diferente, lo que facilita su uso incluso entre los más chicos. Además, está libre de azúcares y proteínas para evitar interferencias.
La tecnología está en fase avanzada de pruebas clínicas. Si todo sale según lo previsto, podría convertirse en una herramienta clave dentro del sistema de salud preventiva global.