los escandalosos chats que acorralan a Pedro Sánchez

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez enfrenta uno de los mayores escándalos de corrupción de los últimos años. Una investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil destapó una red de coimas, desvío de fondos públicos y uso de servicios de prostitución por parte de exfuncionarios vinculados al oficialismo.
El caso ya se conoce públicamente como el “caso Koldo”, en referencia a Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, ambos implicados directamente en la trama.
De acuerdo con la causa judicial, se pagaron al menos 620.000 euros en sobornos en el marco de contrataciones públicas durante la pandemia, pero las escuchas y chats revelados por los medios apuntan a algo más: “fiestas” con prostitutas pagadas con dinero del Estado, viajes, alquiler de pisos turísticos y encuentros con mujeres descritas como “brasileiras” o “amigas” para “agasajar a contratistas”.
En los teléfonos incautados se encontraron referencias explícitas a pagos por “mamadas”, “fiestas” y “la puta del otro día”. Las revelaciones sacuden los cimientos del gobierno de Pedro Sánchez, quien resiste la presión mientras se multiplican los llamados a su renuncia, incluso dentro de su propio espacio.
“De puteros y triángulos”, los chats que complican a Pedro Sánchez en España
La prensa española no escatima en detalles. “De puteros y triángulos”, tituló en tono crítico una columna del diario El País, en la que se cuestiona la doble moral de los dirigentes socialistas que impulsan leyes feministas mientras “se reparten mujeres para el fin de semana”, según se escucha en los audios de Koldo y Ábalos.
Otros medios como El Observador pusieron el foco en las mujeres que orbitaban alrededor de los funcionarios. “Anaís, Miss Asturias, Jessica… quiénes son las mujeres en la trama de corrupción que hace tambalear a Pedro Sánchez”, publicó el medio, aludiendo a esposas, amantes y amigas que habrían sido favorecidas con puestos o dinero del Estado.
Entre ellas figura Anaís, también conocida como Letizia Hilton, quien participó en videos de cine adulto y concursos de camisetas mojadas. La UCO confirmó que la mujer estaba presente en la vivienda de Ábalos durante un allanamiento y que intentó ocultar un disco duro en su ropa, según consta en el informe elevado al juez de la causa.
Prostitución pagada con fondos públicos
La trama incluye también el pago de 28 departamentos turísticos en Madrid entre 2020 y 2021 para encuentros con “señoritas”, según declaró Víctor de Aldama, otro de los implicados. Según reveló, “Koldo se encargaba” de organizar las reuniones y de reclutar a las mujeres. Entre los nombres registrados en los teléfonos aparecen “Adriana Brasileira”, “Alini Da Silva” y “Tatyy”, a quienes se describía como parte de un “equipo” para agasajar a empresarios.
La indignación no se hizo esperar. Pilar Bernabé, portavoz del PSOE, calificó la situación de “asquerosa y repugnante”, mientras que referentes feministas del partido reclamaron sanciones internas para quienes consuman prostitución. El escándalo es especialmente sensible porque el PSOE impulsa una ley para abolir el trabajo sexual en España.
“Este no es solo un caso de corrupción económica, es una degradación moral de las instituciones”, señalan desde la oposición, que exige la renuncia de Pedro Sánchez. En el Congreso lo acusan de ser “corrupto, indecente y traidor”, mientras que su principal socio de coalición, Sumar, analiza abandonar el gobierno.
Un gobierno al borde del colapso
Pedro Sánchez se encuentra en el centro de la tormenta política. Aunque no está implicado directamente, los vínculos de los involucrados con la cúpula del PSOE lo dejan en una situación crítica. Santos Cerdán, uno de sus colaboradores más cercanos, también es investigado. El futuro de la coalición de gobierno pende de un hilo.
El caso Koldo revela no solo el manejo irregular de fondos públicos, sino también prácticas que contradicen el discurso oficial del socialismo español. En plena avanzada legislativa para combatir la explotación sexual, las revelaciones de prostitución institucionalizada ponen en jaque la credibilidad del gobierno.
“Confían en nosotros para cambiar España, no para burlarse de la gente desde los cargos”, expresó una militante socialista en redes. Mientras tanto, la causa judicial avanza, y cada nueva filtración suma presión a un Ejecutivo que parece cada vez más frágil.