Zona Fría: Caputo quiere eliminar la ampliación del subsidio al gas y ahorrar US$ 300 millones anuales

Analiza cómo dar de baja por decreto la ampliación del Régimen de Zona Fría, que beneficia a más de 3 millones de usuarios.
El Gobierno Nacional busca derogar, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), la expansión del Régimen de Zona Fría, que fue sancionada por ley durante la administración de Alberto Fernández. Abogados del Ministerio de Economía están analizando las repercusiones legales que tendría un DNU de esta índole, según reportó el medio especializado en energía Econojournal.
La extensión del esquema de subsidios para el consumo de gas en zonas frías, con un costo estimado para el Tesoro de 300 millones de dólares este año, fue aprobada en 2021 mediante la ley 27.637, sumando a 3,1 millones de usuarios.
El ministro de Economía, Luis Caputo, tiene la intención de revertir la ampliación del Régimen de Zona Fría, un sistema que subvenciona hasta el 50% del costo del gas natural para usuarios en áreas designadas por el Estado como de “bajas temperaturas”. Este esquema, establecido a principios del siglo XXI, inicialmente subsidiaba la demanda de gas en la Patagonia, una región con condiciones climáticas rigurosas. Sin embargo, durante el gobierno de Alberto Fernández, se extendió a la mitad de los usuarios residenciales de gas natural del país, utilizando, según se indica, “dudosos criterios técnicos”.
Por ejemplo, el régimen de Zona Fría no hace distinción entre el nivel de ingresos socioeconómicos o el poder adquisitivo de los hogares beneficiados. De esta forma, tras la expansión del esquema en 2021, impulsada por el kirchnerismo, miles de personas con ingresos medio-altos en zonas de alta renta como el interior de la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, reciben un subsidio considerable en su consumo de gas.
Este subsidio se financia de dos maneras: a través de un recargo de casi el 7% en la factura de gas que abonan el resto de los usuarios –incluidos hogares de bajos recursos que, de manera contradictoria a la lógica redistributiva, transfieren parte de sus ingresos a personas con mayor poder adquisitivo– y mediante aportes directos del Tesoro Nacional. Esto ocurre a pesar de que, cuando se aprobó la ampliación del régimen, referentes energéticos del kirchnerismo aseguraron que no sería necesaria la asignación directa de fondos estatales para su funcionamiento.
El plan de Milei y Caputo para revertir el Régimen
La marcha atrás en los beneficios por Zona Fría implicaría dejar sin efecto la ley 27.637, aprobada en 2021, la cual incrementó las subvenciones de 850.000 a 4.000.000 de usuarios de gas natural, lo que representa la mitad de los hogares del país, abarcando incluso zonas de Argentina con clima templado.
El gobierno evalúa la opción del DNU ante la complejidad de revertir la Ley 27.637 en el Congreso. Esto se debe, según EconoJournal, no tanto a una falta de deseo por parte de diputados y senadores de corregir el sistema —ya que muchos legisladores de la Comisión de Energía de casi todos los bloques políticos reconocen en privado que el régimen de Zona Fría se desvirtuó tras la ampliación de 2021—, sino a que los gobernadores evitarían asumir el costo político de aprobar una ley que se traduciría en un aumento de las tarifas de gas natural en sus provincias.
La posible publicación del DNU, que podría tener lugar después de las elecciones legislativas de octubre, modificaría los subsidios al consumo de gas para aproximadamente 3,1 millones de usuarios que ingresaron al sistema con la ampliación del régimen en 2021. De esta manera, se regresaría a un esquema similar al original, establecido en 2002 mediante la ley 25.565, que incluye a 850.000 hogares de la Patagonia, la Puna y Malargüe.
Desde el área energética del gobierno ya se han tomado medidas iniciales para suprimir el subsidio por “zonas frías”, como es el caso de los usuarios que son titulares de más de un medidor.
Según un estudio de la consultora Economía y Energía, dirigida por Nicolás Arceo, la ampliación del régimen de Zona Fría tuvo un efecto no deseado: el consumo unitario (por hogar) de gas natural aumentó un 7% entre 2021 y 2024 en las regiones incorporadas al esquema ese año. Esto contrasta con lo ocurrido en las provincias que quedaron fuera del programa, donde la demanda unitaria del fluido disminuyó hasta un 9% en el mismo período.