Condena de 13 años de prisión para un hombre que intentó asesinar a su pareja dos veces | En la provincia de Córdoba

Este martes la Justicia de Córdoba, por medio de la Cámara en lo Criminal y Correccional Nº5, condenó a 13 años de prisión a un hombre que intentó asesinar a su esposa en dos ocasiones y explicó los motivos que fundamentaron el fallo judicial.
En el primer intento de asesinato el hombre, cuya identidad trascendió como D.N.H., le revoleó un objeto contundente a su pareja, conocida como M.M.H, cuando ella volvía a su casa en Colonia Tirolesa a bordo de una moto.
Por este motivo M.M.H. estuvo en coma varios meses y le colocaron una válvula de flujos para salvarle la vida. En el segundo intento de femicidio, D.N.H. le puso un imán en la cabeza a M.M.H. para desprogramarle la válvula, lo aque afortunadamente no surtió efecto.
Para la Cámara en cuestión, integrada por jurados populares, el hombre imputado desistió de la conducta en el primer caso, por lo que solo había sido sentenciado por lesiones gravísimas contra su pareja, conocida como M.M.H.
La segunda oportunidad en que intentó el femicidio de su esposa fue considerada inidónea por la Justicia. Sin embargo, debido a la reiteración, el violento fue encontrado culpable por ser responsable de lesiones gravísimas, tentativa de homicidio calificado por el vínculo, y por mediar violencia de género sostenida en tiempo y en concurso real.
La violencia de género, al mango
El tribunal conformado por los magistrados Alfredo Fernando Villegas, Susana Blanc Gerzicich y Enrique Rodolfo Buteler consideró comprobado que en la primera ocasión el hombre sentenciado intentó asesinar a su esposa con un objeto contundente mientras ella regresaba a su casa en moto.
De esta decisión trascendió que “la agresión fue planificada con antelación y tuvo como objeto simular un accidente de tránsito”. Además, las fuentes judiciales confirmaron que “la víctima sufrió un traumatismo de cráneo grave que la dejó en coma durante varios meses”. Por ello, la víctima de violencia de género “debió ser intervenida con una válvula de flujos en el cráneo“.
Aproximadamente un año después de esa agresión, M.M.H. aún se encontraba en rehabilitación domiciliaria cuando D.N.H intentó asesinarla nuevamente. En esta oportunidad, afirmaron fuentes judiciales, “le acercó un imán con la intención de desprogramar la válvula que le habían colocado” en la cabeza.
En ese momento, el agresor le habría dicho que “la válvula se va a desprogramar y vos te vas a morir, y nadie se va a enterar, así como nadie se enteró que yo te golpeé con un fierro”. De todas formas, el crimen no se realizó gracias a que el imán no desprogramó la válvula porque su potencia no era la necesaria.
Además, entre otros fundamentos, en la sentencia los jueces afirmaron que al comenzar el vínculo, cuando él tenía 23 y ella tan solo 14 años, D.N.H. “ejerció un control abusivo, celos extremos, aislamiento social, violencia física, psicológica y amenazas constantes, incluso hacia los hijos en común”.
La explicación pormenorizada
En términos legales el inidóneo intento de asesinato con un imán podría haber tenido una pena reducida al mínimo legal (incluso difuminarse) o haber sido rebajada a la mitad de la pena de tentativa de homicidio, camino que tomó la Justicia de Córdoba.
La Cámara en lo Criminal y Correccional Nº5 eligió reducir a la mitad la pena de tentativa de homicidio y no eximirlo de ese hecho basándose en la “elevada peligrosidad develada por el acusado, puesto que la víctima fue objeto de una violencia sistemática, prolongada y progresiva en el tiempo”.
En ese mismo sentido la jueza Susana Blanc Gerzicich aseveró en los fundamentos de su voto que “el imputado instauró desde el inicio de la convivencia un régimen de control de sus actividades y comunicaciones, ejerciendo violencia física y psicológica”.
El tribunal consideró como un agravante del caso que este maltrato también fue trasladado hacia los hijos en común que tienen, “quienes se vieron privados de su madre, que se salvó de milagro, y de su padre, hoy condenado”. Del mismo modo comprendieron al deteriorado estado de salud de M.M.H., quien padece “riesgo de sufrir convulsiones de modo intempestivo”.