Tras la crisis del gas, el Gobierno levantó algunas restricciones en el despacho de GNC | Emergencia energética

Luego del masivo corte de gas que sufrieron los vecinos de Mar del Plata en medio de la ola de frío polar y la interrupción del suministro de Gas Natural Comprimido (GNC) en 7 provincias, el Gobierno anunció este viernes que el sistema de transporte de gas natural salió del estado de emergencia. Según informó la Secretaría de Energía, el servicio se reanudó para los usuarios que tienen contratos “firmes”, mientras que se mantienen las restricciones para los “interrumpibles”.
Tras varios días de restricciones al consumo de grandes usuarios –incluidas industrias y estaciones de GNC–, la Secretaría de Energía y el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) informó que las presiones en los gasoductos y estaciones de regulación volvieron a niveles operativos, lo que permite restablecer el abastecimiento a los contratos prioritarios.
La decisión fue adoptada por el Comité de Emergencia, conformado por organismos públicos y actores del sector energético. “Las distribuidoras están avanzando en todo el país con la liberación progresiva del consumo firme, y en las próximas horas, las empresas transportistas continuarán evaluando la evolución del sistema para reactivar también los servicios interrumpibles, tanto para la demanda local como para las exportaciones”, se anuncia en el comunicado oficial.
En tanto, detallaron que la empresa distribuidora Camuzzi confirmó el restablecimiento del servicio “casi en su totalidad” en la ciudad de Mar del Plata.
Por qué faltó el gas en Argentina
La crisis energética se desató a fines de junio, en el marco de una ola de frío polar que disparó el consumo de gas residencial y puso en tensión la infraestructura de transporte.
Si bien el país cuenta con gas suficiente gracias a Vaca Muerta, el cuello de botella estuvo en los ductos y compresores que trasladan ese fluido desde la cuenca neuquina al resto del país.
El colapso coincidió con demoras en la habilitación de las plantas compresoras del Gasoducto Néstor Kirchner, cuya ampliación sigue inconclusa. Además, se registraron problemas en la logística de importación: al menos un buque cargado con GNL quedó retenido en la costa a la espera de pago, y hubo dificultades para adquirir combustibles líquidos para las centrales térmicas.
El impacto fue inmediato: miles de industrias recibieron la orden de cortar el consumo de gas, lo mismo que muchas estaciones de GNC, además de comercios como shoppings, cafés o restaurantes. En tanto, por la falta de gas, numerosos municipios enviaron la orden a los establecimientos educativos de suspender las clases.
El transporte público en varias provincias se vio afectado, al igual que sectores productivos clave. Córdoba, Santa Fe, Mendoza y el sur de Buenos Aires estuvieron entre las zonas más comprometidas.
Aunque el Gobierno aseguró que la emergencia ya fue superada, fuentes del sector energético advierten que las condiciones siguen siendo frágiles. Las temperaturas invernales extremas podrían volver a poner a prueba al sistema en julio o agosto, y las demoras en infraestructura –sumadas a las restricciones presupuestarias– no ofrecen garantías de estabilidad.