el consumo de carne en Argentina está entre los más bajos de la historia

El primer semestre de 2025 cerró con un pequeño salto respecto del año pasado, pero el promedio de kilos por habitante sigue siendo bajo
06/07/2025 – 20:20hs
El asado y la pasión por la carne vacuna siguen siendo emblemas argentinos, pero las estadísticas revelan una realidad distinta en la mesa cotidiana. Si bien hubo una leve mejora en el primer semestre de este año, el consumo de carne vacuna en el país se mantiene en niveles históricamente bajos.
Así lo confirmó el productor y consultor ganadero Víctor Tonelli, quien precisó que “este semestre cerró con un promedio de 49 kilos por habitante por año, contra 44 del año pasado”. No obstante, esta cifra sigue estando muy lejos de los 82 kilos que se consumían por habitante apenas seis décadas atrás, marcando una transformación drástica en los hábitos alimenticios de los argentinos.
Por qué bajó el consumo de la carne en Argentina
Para Tonelli, la explicación de este descenso estructural en el consumo de carne vacuna no radica en factores externos o modas pasajeras, sino en un cambio cultural y de precios. En diálogo con AM 630, el especialista fue contundente al señalar que “hoy se consume más carne en total, pero menos carne vacuna”.
El desplazamiento es notorio: “Entre pollo y cerdo, pasamos de 12 a 65 kilos por habitante por año”, afirmó Tonelli. Esta disparidad explica la pérdida de terreno del vacuno, que además es “más caro y menos eficiente de producir” en comparación con otras carnes. La dieta argentina se ha “mezclado”, con un mayor protagonismo de opciones más accesibles y de producción masiva.
¿Hay carne brasileña en las carnicerías?
Ante los persistentes rumores sobre la supuesta venta de carne vacuna brasileña en las carnicerías argentinas, Víctor Tonelli fue tajante: “Eso es mentira. No entra un solo kilo de carne con hueso desde Brasil”. El consultor aclaró que lo que sí se importa, de manera histórica y por su precio competitivo, es bondiola de cerdo brasileña, no cortes de vaca.
Además, Tonelli relativizó la presunta “invasión” de carne vacuna extranjera que a veces se menciona. Afirmó que, “aunque se diga que se cuadruplicaron las importaciones de carne vacuna, eso representa apenas el 0,05% del consumo interno. No tiene ningún impacto real“, concluyó, reforzando la idea de que la baja del consumo vacuno se debe a razones estructurales y no a la presencia de carne foránea.
El desafío de las exportaciones y la adaptación del mercado
En cuanto a las exportaciones de carne argentina, Tonelli reconoció que el país exporta menos que en tiempos pasados, aunque la recuperación es progresiva. Explicó que “el problema fue que hasta hace un año y medio estaban casi prohibidas las exportaciones”, una situación que fue aprovechada por competidores como Paraguay y Brasil para ganar cuota de mercado internacional.
En síntesis, el mensaje del consultor es claro: la mesa argentina está en plena transformación. El consumo de carne vacuna ha bajado por razones de peso cultural y económico, y no por factores externos marginales. Argentina se adapta a nuevos hábitos de consumo, abrazando una dieta con un “sabor cada vez más mezclado”.