El Gobierno anunció la intervención del Hospital Bonaparte | Un nuevo embate contra la institución

En un nuevo embate contra el Hospital de salud mental Laura Bonaparte, que el Gobierno intentó cerrar en octubre pasado y que sufre desde hace días un proceso de vaciamiento con más de 200 despidos, el Ministerio de Salud de la Nación anunció ahora la intervención de la sede, donde este lunes se realizó un abrazo solidario para exigir la reincorporación de los trabajadores que fueron dejados en la calle.
A través de un comunicado del Gobierno, la administración ultraderechista sostuvo que la intervención resulta necesaria “para asegurar el normal funcionamiento y la continuidad de los servicios y de los tratamientos de los pacientes”.
Según explica el texto, esta medida “forma parte del Plan de reestructuración que avanzó con la readecuación de la dotación del Hospital sin modificar las funciones que se realizaban en la institución y siempre con el objetivo de que la atención a los pacientes esté asegurada”.
“Los contratos que no se renovaron responden a la sobredotación que había en el Bonaparte: 326 de sus empleados ingresaron durante el gobierno de Alberto Fernández; para los servicios de guardia e internación había 109 empleados con 55 camas de internación y sólo 19 ocupadas en promedio por mes; hay 38 consultorios externos que atendían en promedio 5 consultas diarias”, dice el comunicado oficial.
Y agrega: “Tanto el crecimiento desmedido del personal, como el mal manejo de los fondos ha afectado la capacidad de atención y el buen funcionamiento del Hospital. Ante este escenario, el Ministerio de Salud busca aportar la transparencia y eficacia necesarias para garantizar el buen funcionamiento del hospital. Cuidar la salud de los argentinos requiere también de un uso eficiente de nuestros recursos”.
Por último, el comunicado ratifica “la mesa de trabajo abierta en el ámbito del Ministerio de Salud“, y dice que desde la cartera se “apela a la responsabilidad de la dirigencia gremial de no afectar el normal desarrollo de la atención de los pacientes”.
Los argumentos del Gobierno, sin embargo, ya fueron desmentidos en octubre cuando fue el intento de cierre y durante los últimos días cuando se realizaron protestas contra los nuevos despidos, oportunidades en que tanto los profesionales de la salud del Bonaparte como los usuarios que se atienden allí advirtieron que con los recortes de personal es imposible seguir atendiendo a la misma cantidad de pacientes.
Despidos en salud y vaciamiento en el Bonaparte
Días atrás, el Ministerio de Salud comunicó 1.400 despidos entre médicos, psicólogos, terapistas y administrativos, de los cuales 200 corresponden al Bonaparte, lo que equivale a la mitad de su planta laboral, que ya había sufrido otros 100 despidos el año pasado.
El pasado 4 de octubre, además, el Gobierno de Milei había intentado avanzar con el cierre del Bonaparte, comunicando la clausura del servicio de guardia y de internación. Las y los trabajadores, como respuesta, tomaron el hospital para defenderlo y asegurarse que su funcionamiento no se interrumpa.
Lo que ocurrió entonces tomó de sorpresa al Gobierno: durante cuatro días hubo vigilia comunitaria, las y los usuarios del hospital resistieron codo a codo con las y los profesionales de la salud que les brindan atención a diario y rápidamente comenzó a llegar la solidaridad de distintos sectores de la sociedad. Ese fin de semana hubo espectáculos musicales, asambleas y talleres con corte de calle incluido por la masividad de las convocatorias.
En esa oportunidad, ganó la organización de las y los trabajadores y de los sindicatos con el apoyo de la calle, ya que la desesperación se transformó en lucha y la convicción de la defensa del hospital fue tan fuerte que el gobierno tuvo que dar marcha atrás con su intención de cierre: luego de cuatro días de protestas y vigilia permanente, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) anunció que había llegado a un acuerdo con funcionarios nacionales para que el hospital continúe funcionando con normalidad, brindando la totalidad de sus servicios y sin despedir a ningún trabajador.
En ese momento, sin embargo, desde el Ministerio de Salud confirmaron que avanzarían con una reestructuración de la institución, sin dar detalles sobre cómo ni cuándo la llevarían a cabo, detalles que empezaron a conocerse días atrás con los despidos y ahora con la intervención de la sede.