Hidrovía: expectativa por la licitación mientras la Justicia evalúa posibles frenos

El 12 de febrero marcará un hito en el proceso de licitación para el dragado y balizamiento de la Hidrovía Paraná-Paraguay, con la apertura de sobres de las empresas interesadas. Sin embargo, el desarrollo de este millonario negocio enfrenta la posibilidad de que la Justicia intervenga y altere los plazos establecidos por el Gobierno.
Desde la administración de Javier Milei confían en que el proceso seguirá su curso sin contratiempos, pese a los cuestionamientos planteados por algunas firmas internacionales, que aseguran que las condiciones del pliego favorecen a la empresa belga Jan de Nul, actual operadora de la Vía Navegable Troncal (VNT), por donde circula la mayor parte de las exportaciones agroindustriales de Argentina y Paraguay.
Empresas en disputa y reclamos judiciales
La licitación ha atraído el interés de compañías dragadoras con amplia trayectoria a nivel global. Sin embargo, algunas han manifestado su disconformidad con los requisitos establecidos en el proceso. La firma danesa Rhode Nielsen presentó en diciembre una impugnación, argumentando que las especificaciones técnicas limitan la competencia y otorgan ventajas a Jan de Nul. La empresa sostiene que los criterios de evaluación priorizan aspectos subjetivos y antecedentes específicos que otros oferentes no pueden cumplir razonablemente, lo que derivaría en mayores costos logísticos para los usuarios de la hidrovía.
Por su parte, la belga Dredging International (DEME) intentó frenar la licitación con una medida cautelar durante la Feria Judicial, pero su pedido fue rechazado por el juez Enrique Lavié Pico. No obstante, DEME decidió apelar la resolución, por lo que ahora será la Cámara en lo Contencioso Administrativo la que deberá expedirse antes del 12 de febrero para evitar que el expediente pierda relevancia.
Mientras tanto, otras empresas del sector han optado por no judicializar el proceso, aunque sí han manifestado sus reparos. Las firmas holandesas Boskalis y Van Oord presentaron quejas administrativas, mientras que la china CCCC enfrenta trabas debido a su vinculación con el Estado de la República Popular de China, lo que complica su participación en la compulsa.
La licitación y su impacto económico
El negocio en juego es considerable: se estima que la concesión generará una facturación anual de 410 millones de dólares, con una vigencia de 30 años y la posibilidad de prórroga por otros 30. Este monto provendrá del cobro de peajes a los usuarios de la autopista fluvial, principalmente el sector agroexportador.
En el Palacio de Hacienda confían en que al menos dos empresas presentarán ofertas competitivas el 12 de febrero, garantizando un beneficio económico para el país. Jan de Nul es una de las principales candidatas a quedarse con el contrato, mientras que Boskalis y Van Oord también tienen chances de avanzar en la compulsa.
El proceso licitatorio no solo es seguido de cerca por el Gobierno, sino también por el círculo político de Mauricio Macri, quien habría mostrado interés en las empresas holandesas. Este factor, según fuentes del sector, ha generado tensiones entre el expresidente y la actual administración libertaria.
Mientras el mercado espera definiciones, la incógnita sigue siendo si la Justicia permitirá que la licitación avance según el cronograma o si una resolución judicial podría cambiar el rumbo del proceso.
Con información de Noticias Argentinas