24DigitalWeb

Publicidad y Comunicación

Pan y circo | Usan amores y desamores de la farándula para ocultar la grave situación social



El jueves 5 de diciembre hubo una marcha en Plaza de Mayo que reunió a más
de 40 mil personas de diferentes organismos de derechos humanos y
agrupaciones populares, entre las que se encontraban curas villeros,
movimientos sociales y las dos CTA. Pese a la convocatoria, la noticia no tuvo
gran repercusión mediática: todos los programas y espacios se centraban en la
pelea entre Eduardo Belliboni y Fran Fijap, el YouTuber que se hizo conocido por
provocar en una manifestación y luego correr para terminar escondido en una
casa de empanadas de la Avenida Callao. El incidente que casi llega a las piñas
ocurrió en el programa de streaming de María Julia Olivan y tuvo una dinámica
parecida al anterior: primero, Fijap incitó la agresión y después, huyó de la
situación y se adjudicó el rol de víctima.

Una vez agotadas las posibilidades de análisis de la pugilística Fijap/Belliboni,
el zapping pasó a Wanda Nara y a los satélites que acompañan sus
movimientos. Si hago un ejercicio de memoria, creo que desde la separación del
finado Emilio Disi y Doris del Valle, que no veía una ruptura amorosa ocupando
todos los titulares. Si a eso le sumamos todo el material potencial que aportan
los otros integrantes famosos a la secuencia de sucesos, el combo es
explosivo: la receta perfecta para que los medios hagamos dulce con la noticia.
¿Por qué de golpe el Wandagate vuelve a tener tanta repercusión? Nadie duda
de la fama de la mediática Wanda, pero me resulta excesiva la cobertura
mediática. Entiendo que esta novela funciona casi como una serie en la que
cada semana suma nuevos participantes como L-Gante o Pampita, pero sigue
siendo llamativo cómo crece el interés. ¿Es genuino lo que le ocurre a la gente o
es una reacción inducida? Paralelamente, mientras todos hablamos y miramos
como zombies, en Argentina pasan cosas.

Como sea, en comparación con otras noticias que afectan a un mayor número
de personas, estos episodios insignificantes se amplifican tanto que se comen
al resto de la realidad contundente. Es casi de manual la estrategia: un armado
que nos distrae con noticias falopa, que terminan silenciando a otras cosas que
suceden y que da como resultado una distorsión y un entretenimiento
embriagador. Lo que no se ve no existe y todo esto se logra con dinero, con una
gran torta. Así funciona un gran aparato que tiene a disposición redes sociales
y medios amigos, y a media que avanza este frente libertario, va captando
nuevos simpatizantes, dispuestos a vender su orgullo por recibir un poco de ese
pastel que se están comiendo frente a nuestras narices. Para el resto, pan y
circo (aunque para ligar alguna migaja habría que esperar a que Capital
Humano libere la harina que quedó confiscada).

Y mientras tanto, todos creen que nada sucede, nos bombardean con
información de un dólar estable, un supuesto equilibrio y la baja de la inflación
con la quita del impuesto país, las compras en Amazon en el exterior y tantas
otras. Parece que no pasa nada, pero si prestamos un poco de atención, con tan
solo escuchar a lxs compañerxs de trabajo, podemos notar su descontento. No
necesitamos un Indec para saber que la guita no alcanza, que cada día se
hace más imposible llegar a fin de mes, que la plata se escurre como agua entre
los dedos y ahí caemos en la otra realidad: que este ajuste feroz que llevan
adelante está perjudicando a todxs. Perdón, me corrijo, a todos los que menos
tienen.

Creo que es importante recordar que los medios y las redes son la mejor
herramienta para controlar el discurso y moldear el pensamiento de las
personas. No tenemos que olvidarnos de esto: nunca estos espacios son
neutrales, todos son cómplices de la realidad que construyen y luego muestran
en modo repetición. Tengamos en claro que los circos son para entretenernos
por un rato y no está mal que así sea, pero por fuera de ellos, en la calle, existe
otra realidad.



Pagina12

Copyright © All rights reserved. | Newsphere by AF themes.