Flamengo, a solo un punto de ser campeón
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Flamengo expuso su prestigio y superó tres a cero a La Banda de AESA en el segundo punto de la serie final de la División de Honor de futsal, para quedar a solo una unidad de consagrarse campeón nuevamente.
Luego de la igualdad en el primer partido -generó automáticamente un tercer enfrentamiento porque el vencedor tiene que llegar a los 4 puntos-, “Fla” realizó una convincente actuación para ganarle a AESA, que de igual modo sigue teniendo grandes argumentos, porque fue el mejor de la fase regular, aunque que en el venidero cruce necesita indefectiblemente un triunfo para forzar un desempate.
Hasta el cierre de esta edición no se determinaba ni el día ni el lugar del tercer y decisivo cruce para definir al campeón y al clasificado al torneo provincial que otorga un lugar para el Nacional que anunció recientemente la Confederación Argentina.
El domingo, fue AESA el que salió a buscar el partido. Marcó alto desde el inicio mismo, complicó la salida rival y generó las primeras posibilidades importantes, sin embargo, de a poco el elenco dirigido por Luis Ramos fue emergiendo y, con Pablo Álvarez ubicado de pivote, estuvo cerca de convertir, aunque lo principal fue que emparejó el trámite.
Tanto lo equilibró que luego de un saque de esquina, fue a buscar Gonzalo Páez al primer palo y metió un tremendo derechazo al caño opuesto para el uno a cero.
La ventaja lo motivó y siguió yendo, pero también respondió AESA y el enfrentamiento, a diferencia del J1, se hizo un poco más entretenido y con alternativas para ambos.
En el inicio del complemento el juego mantuvo la intensidad que vienen revelando desde el arranque de la serie, además de las aproximaciones con riesgo y con la sensación siempre de que cualquiera podría convertir.
AESA estuvo cerca del empate con un cabezazo de Diego Vargas que dio en el travesaño y no entró por muy poco.
Ninguno fue un claro dominador, entonces los detalles pasaron a ser cruciales, fue así que hubo una falsa salida, recuperó la pelota Cristhian Nieto en la primera línea y estableció el dos a cero. La mayor ventaja le dio tranquilidad para manejar el resto del desarrollo con solvencia y ante un oponente que no tuvo efectividad.
Afirmándose defensivamente con las buenas intervenciones del arquero Andrés Clemente, construyó un contraataque de calidad y eficiencia, que terminó con la sutil asistencia de Luciano Vargas y el “puntinazo” de Páez para el tres a cero.
Con el resuelto puesto, se dedicó a administrar la diferencia y conservar su nivel para quedar ahí nomás de una vuelta olímpica.
