Un sismo puso en alerta a Tierra del Fuego: ¿hay riesgos para la región?

Un terremoto de magnitud 7,5 en la escala de Richter ocurrió en la mañana del jueves 1° de mayo en el extremo sur de Chile, con epicentro en el océano, a más de 200 kilómetros al sur de Puerto Williams y a una distancia similar de la ciudad argentina de Ushuaia.
El evento fue considerado poco frecuente para esa región y activó alertas en ambos países, incluyendo una evacuación preventiva en localidades de Tierra del Fuego.
Aunque no se registraron víctimas ni daños materiales, el sismo dejó expuestos puntos críticos en los sistemas de prevención y respuesta, y recordó que Tierra del Fuego se encuentra en una zona con actividad sísmica significativa.
Una zona geológicamente activa
El evento se originó por el roce entre dos placas tectónicas: la placa Antártica y la placa Scotia. A diferencia de otras regiones donde una placa se desliza por debajo de otra —como ocurre en Mendoza o San Juan—, en esta zona las placas se desplazan de forma paralela.
Este tipo de movimiento, conocido como “zona de desgarre”, puede generar terremotos intensos, aunque suele implicar menor riesgo estructural que las zonas de subducción.
La profundidad del sismo, estimada en diez kilómetros, sumada a su ubicación oceánica, elevó temporalmente el riesgo de tsunami, lo que motivó evacuaciones en la costa chilena y en sectores argentinos como Puerto Almanza.
Riesgo sísmico en Tierra del Fuego
Tierra del Fuego está clasificada como una zona de riesgo sísmico 3 en una escala de 4, lo que indica una probabilidad significativa de sismos. En localidades como Ushuaia, las autoridades trabajan con planes de contingencia, capacitaciones y simulacros regulares, aunque el reciente temblor evidenció algunas demoras en la activación de alertas oficiales y la necesidad de mejorar los protocolos de respuesta.
En la costa argentina, se evacuó de manera preventiva Puerto Almanza, una localidad sin estructura municipal permanente. Allí actuaron fuerzas de seguridad nacional, en coordinación con Protección Civil provincial. En Ushuaia, aunque no se emitió una orden formal de evacuación, gran parte de la población abandonó sus hogares o lugares de trabajo por decisión propia.
Falta de sistemas de alerta y necesidad de articulación
La provincia de Tierra del Fuego no cuenta actualmente con un sistema propio de monitoreo de tsunamis, por lo que depende de las alertas emitidas por Chile. Esta limitación operativa implica que, ante eventos de origen oceánico, la información oficial puede demorar en llegar.
Las autoridades provinciales reconocieron que la situación debe interpretarse como una advertencia y un impulso para fortalecer los mecanismos de respuesta ante riesgos naturales. El Comité de Emergencias de la provincia identifica 23 tipos de amenazas potenciales, entre ellos los sismos y sus consecuencias indirectas como posibles tsunamis. BAE