24DigitalWeb

Publicidad y Comunicación

Cuáles son los nuevos vinos que podrían ser los mejores Pinot Noir de Argentina


Hay una realidad: en la Argentina no hablamos mucho de clones. O, mejor dicho, en el “tupper del vino” -ese micromundo donde la acidez o la textura de un tanino puede ser motivo de un acalorado debate-, el tema de los clones sí puede convertirse en un tema recurrente. Pero, fuera de esa burbuja, hablar de clones en la vitivinicultura significaría plantear un escenario totalmente irreal. 

Básicamente, la clonación de una planta de vid es propagar el mismo material genético a través de técnicas más bien sencillas (como hacer esquejes) pero con un gran impacto en los vinos, porque permite conservar las particularidades de la vid principal y mantener, sin interferencias, sus atributos positivos. 

Lo interesante es que una bodega acaba de dar un paso que nadie había dado hasta ahora en la vitivinicultura argentina, tras lanzar una línea de Pinot Noir de alta gama que no solo pone foco en los clones elegidos, sino que hasta los resalta con énfasis en la etiqueta.

En efecto: Bodegas Salentein viene de presentar “Cornelie“, una familia de vinos nacidos en el hermoso terroir de San Pablo, en Valle de Uco, a partir de tres clones específicos, cada uno de los cuales muestra un carácter y un perfil completamente diferentes, por más que estén en la misma finca y a escasos metros de distancia.

No es casual: Salentein tiene un largo historial en el desarrollo del Pinot Noir en la Argentina. Más allá de que hubo una bodega que potenció como nunca la variedad en los ‘60, se trataba de plantaciones destinadas a la producción de espumantes. En cambio, para vinos tranquilos hubo que esperar unas décadas más para que comenzara a propagarse material genético de clase mundial y a mayor escala.

Y Salentein estuvo ahí, en el grupo de las líderes, marcando el camino y trabajando en Valle de Uco con clones originarios de Borgoña y que hoy, tras un larguísimo camino, se convirtieron en una colección de tres Pinot Noir de alta gama.

“Fuimos los pioneros. En el año 2000 lanzamos el primer ícono de Pinot Noir, de la línea Primus. Hoy contamos con más de 100 hectáreas de esta variedad y somos los mayores productores en el Valle de Uco”, resume Matías Bauza, Marketing & PR Manager Luxury Wines de Salentein Family of Wines.

La novedad, recalca, es que “hasta ahora, nadie había hablado de single clones. Y la realidad es que nosotros hace años que venimos elaborando clones por separado, perfeccionándolos como vinos únicos, analizando diferentes parcelas y suelos, para ver cuál era la identidad más interesante de cada uno“.

Se trata de los clones Dijon de Pinot Noir 667, 115 y 777, que se llegan en una caja de madera y que la bodega recomienda descorchar y disfrutar en ese mismo orden.

La escala es pequeñísima y la idea es que así se mantenga: “Elaboramos apenas 600 a 700 botellas por etiqueta de esta primera cosecha, que es 2021. Y la idea es llegar como mucho a 1.000 botellas, no más que eso”, recalca Bauzá Moreno, quien en un pequeño mapa marca las tres parcelas, de entre 0,5 y 0,9 hectáreas, todas plantadas en el terroir de San Pablo, hace 18 años, a 1.300 metros sobre el nivel del mar y sobre suelos aluviales franco-arenosos, con piedras cubiertas de calcáreo.

“Esta colección de vinos viene a coronar 25 años de expertise en materia de Pinot Noir”, agrega.

¿Qué propone cada vino?

Jorge Cabeza, head winemaker de Salentein, explica que en todos los casos se utilizaron levaduras indígenas y un sistema denominado bioprotección, que permite no agregar anhídrido sulfuroso antes de fermentar: “Usamos levaduras no saccharomyces, es decir que no generan fermentación pero sí captan el oxígeno; esto nos dio una ventana de 5 a 6 días de maceración pre fermentativa bien protegida”. 

Por su parte, Diego Morales, ingeniero agrónomo de Salentein, explica que la selección de las tres parcelas se dio “a través de un análisis detallado del suelo, calicatas, imágenes satelitales y otros factores. Este proceso nos permitió identificar un sector homogéneo que resalta la expresión única de cada clon”.

Y esa viticultura y enología de precisión es lo que permite que cada clon “revele una expresión única“, agrega Cabeza.

Cornelie Pinot Noir Clon Dijon 667

Cornelie Pinot Noir Clon Dijon 667

Hay exuberancia, con fruta roja y negra bien pura, sobre un fondo terroso. En boca entra con un paso sabroso y se desarrolla con una linda jugosidad, acompañada por cierta tensión y una acidez que le aporta algo de filo.

Cornelie Pinot Noir Clon Dijon 115

Cornelie Pinot Noir Clon Dijon 115

Cornelie Pinot Noir Clon Dijon 115

Un vino que ya desde la copa habla más bajo, con más sutileza, como si proviniera de plantas que crecieron en un suelo un poco más pobre y extremo. La paleta es más profunda, con un carácter más terroso y la fruta en segundo plano. En boca, seduce con su linda textura de grano fino y una acidez muy bien ensamblada. Un vino un poco más críptico en nariz, con capas más apretadas, que premia con una gran fluidez en el paladar.

Cornelie Pinot Noir Clon Dijon 777

Cornelie Pinot Noir Clon Dijon 777

Cornelie Pinot Noir Clon Dijon 777

Súper perfumado y expresivo, con una aromática de alto impacto que va de las especias, a lo terroso, pasando por hierbas y frutas. En boca tiene volúmen y peso, pero también mucha frescura y elegancia. Todo está en sintonía, para cerrar en un largo, largo final. El enólogo aclara que este clon se caracteriza por entregar más taninos, por lo cual, para mantener el balance general, deben hacer maceraciones más cortas, para que la jugosidad no se transforme en sequedad.

Desde la bodega destacan que estos tres vinos, que nacen a partir de una base científica y no buscan imitar a la Borgoña, sino que el objetivo es expresar San Pablo, con pureza y precisión.

La colección de tres vinos se vende en caja de madera a $450.000 en algunas vinotecas seleccionadas y, quien prefiera descubrir algún clon puntual, podrá comprar cada etiqueta por separado en la bodega.

Un doble homenaje

Un dato de color: el nombre “Cornelie” que dio vida a esta línea tiene un por qué: Cornelie Parlevliet-Pon fue la matriarca de la familia fundadora de Bodegas Salentein, proveniente de Países Bajos.

El otro detalle no menor es que la bodega convocó a la reconocida periodista Elisabeth Checa para que escribiera una reseña de cada uno de los tres vinos pero en formato de poema. Estas reseñas, como un tributo a su impacto en el mundo del vino, hoy pueden leerse en las contraetiquetas de cada botella.

1

Un homenaje a Elisabeth Checa en cada contraetiqueta

Sobre el Clon 667, por ejemplo, destacó su “potencia sensual”, que lo convierte en “el compañero inseparable, el sabio”. Al Pinot Noir Clon Dijon 115, Checa lo comparó con un “artista sensible y soñador, el bohemio”; finalmente, relacionó el Clon 777 con “ese amigo callado que nunca te falla, el noble”.

En épocas donde todo se consume en formato fast food, donde el tiempo de atención dura lo que un reel o incluso menos, aquí hay tres vinos para pensar y debatir en una larga sobremesa. No todo está perdido.





I PROFESIONAL

Copyright © All rights reserved. | Newsphere by AF themes.