Las acciones argentinas se dan vuelta, pero los bonos en dólares extienden su buen momento

Pese a un buen comienzo, el índice Merval corta su buena racha y registra una baja del 0,6% este miércoles, en una jornada marcada por la expectativa de los inversores ante posibles definiciones del Gobierno respecto al uso de dólares informales. Dentro del panel líder, las mayores bajas las registran Transener (-3,5%), Metrogas (-2,7%), Grupo Supervielle (-2,5%), Transportadora de Gas del Sur (-2,4%) y Pampa Energía (-2,4%).
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street también operan en rojo, afectadas por la incertidumbre global. Los retrocesos más pronunciados los encabezan Globant (-2,7%), Telecom (-2,5%), Banco Supervielle (-2,4%), Transportadora de Gas del Sur (-2,3%) y Banco Macro (-2,2%).
En el segmento de renta fija, los bonos soberanos en dólares operan mayormente al alza, con el Bonar 2029 liderando las ganancias con una suba del 0,4%, seguido por el AE38D, con un incremento de 0,3%. En tanto, los títulos ajustados por CER en pesos muestran leves avances de hasta el 0,1%, con el TX26 a la cabeza de ese grupo.
Como dato relevante para el mercado, el ministro de Economía, Luis Caputo, aclaró que las próximas reformas vinculadas al uso de dólares no implicarán un blanqueo fiscal ni establecerán un tope de u$s 100.000. En cambio, se tratará del inicio de un nuevo esquema que flexibilizará regulaciones existentes. Además, adelantó que el Gobierno apunta a acceder al financiamiento internacional este mismo año, y que, en función del actual rumbo económico, ese objetivo podría concretarse en el corto plazo.
Fuerte compresión en la deuda en pesos a tasa fija y bonos duales
Desde la sociedad de bolsa Grupo IEB destacaron que la curva de deuda en pesos a tasa fija mostró una compresión significativa a lo largo de toda su extensión. En la comparación semanal (WTD), la baja fue del 0,37% promedio, mientras que en lo que va del mes (MTD) alcanzó un 1,96%. Un comportamiento similar evidenciaron los bonos duales de la serie Tamar, cuya compresión fue del 0,50% WTD y del 4,31% MTD. Estos títulos operaron con tasas efectivas mensuales (TEMs) que se ubicaron entre 2,2% y 2,6% en el caso de los bonos a tasa fija, mientras que los duales lo hicieron con un promedio del 2,2%.
Para los analistas del bróker, este movimiento de las curvas está fuertemente vinculado al dato de inflación más reciente, que fue del 2,8%, por debajo de las expectativas del mercado. Esta sorpresa positiva generó un renovado optimismo en los inversores, que se tradujo en una valorización de los activos en pesos.
En este contexto, los expertos de la sociedad de bolsa también observaron un incremento en el spread entre el Boncap T30J6 y el Dual TTJ26, que se ubicó en un promedio de 19,8 puntos básicos de TEM durante la semana. Este diferencial indica una valoración creciente de los bonos de la pata Tamar, los cuales, según explicaron, ofrecen rendimientos iguales o superiores a la parte corta de la curva de Lecaps.
Los especialistas del bróker recordaron que los bonos de la serie Tamar están valuados en función de las proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que prevé un sendero descendente para las tasas de interés. Esto se vincula con la política oficial de remonetización de la economía, que permite un crecimiento del agregado monetario M2 en línea con el PBI, facilitando una inyección de liquidez impulsada por una mayor demanda genuina y por las transferencias de utilidades del BCRA al Tesoro. En este escenario, desde Grupo IEB señalaron que se espera una baja tanto en las tasas nominales como reales, y reafirmaron su preferencia por los bonos duales frente a los Boncaps para estirar duration.
Curva CER y expectativas de inflación: señales positivas desde el mercado
Los analistas de Grupo IEB informaron que la curva de instrumentos ajustados por CER también mostró compresión. En términos semanales, la reducción fue del 0,43% promedio, mientras que en lo que va del mes llegó al 2,95%. Esta curva opera con tasas internas reales superiores al 8,5% para los bonos con vencimiento desde 2026 en adelante, en línea con los bonos hard dollar (HD), que actúan como un techo para sus rendimientos.
En cuanto a las expectativas inflacionarias, los especialistas observaron un marcado optimismo en el mercado, lo cual se refleja en la curva de inflación implícita (breakeven o BE). Según las estimaciones actuales de precios de los bonos, la inflación esperada para 2025 se ubica en torno al 22,25%, mientras que para 2026 se proyecta un 14%. Estos valores representan una baja respecto a la medición del lunes de esa misma semana, que arrojaba expectativas del 26,36% y 13,13%, respectivamente.
Además, los expertos del bróker mencionaron que algunos bancos ya están proyectando una inflación de apenas 2,4% para mayo, mientras que consultoras privadas, como OJF, la estiman en torno al 2,5%. Por otra parte, la inflación implícita hasta agosto se sitúa en un promedio de apenas 1,55% mensual, lo que refuerza la percepción de que el proceso desinflacionario continúa consolidándose.
Para Grupo IEB, estos indicadores respaldan la idea de una desaceleración sostenida de la inflación y fortalecen la posición de los instrumentos atados a precios, aunque remarcaron que la compresión de rendimientos también responde a la mejora de expectativas más amplias sobre la macroeconomía y las políticas oficiales orientadas al control del gasto y la expansión monetaria ordenada.
Bonos en dólares: avances moderados en un contexto de incertidumbre
En el frente de la deuda soberana en dólares, los bonos hard dollar (HD) mostraron una compresión de tasas del 0,73% en la semana y del 1,08% en lo que va del mes. Estos títulos continúan operando con tasas internas de retorno (TIRs) que se mueven entre el 10% y el 12%, y mantienen una curva invertida, reflejo de la desconfianza del mercado sobre la evolución a mediano plazo.
Desde Grupo IEB indicaron que, si bien la deuda en dólares mostró cierta correlación con el comportamiento de los bonos emergentes —que cerraron la semana con un alza del 0,6%—, persiste una elevada incertidumbre vinculada a la falta de compras de divisas por parte del BCRA en el mercado oficial de cambios (MULC). En la última rueda, por ejemplo, los bonos HD corrigieron un 0,42%, lo que se relaciona con la decisión del Gobierno de no intervenir en la compra de dólares hasta que el tipo de cambio toque el piso de la banda cambiaria.
Los analistas también destacaron que el anuncio de medidas económicas que podrían empujar al tipo de cambio hacia ese piso fue postergado. Tampoco hubo novedades respecto a una posible colocación de deuda en pesos licitada en dólares (peso-linked), una herramienta que el Gobierno había considerado para captar divisas en un contexto en el que el acceso al financiamiento internacional sigue siendo limitado.
A pesar de este escenario de dudas, los expertos subrayaron como un dato positivo que el riesgo país perforó los 700 puntos básicos, cerrando en 648 bps. Para Grupo IEB, este retroceso responde a una mejora en las expectativas, aunque señalaron que será clave que el BCRA logre acumular reservas de forma genuina. Asimismo, remarcaron que el resultado electoral en las legislativas de medio término será fundamental para consolidar la gobernabilidad en los próximos años y continuar con la tendencia de compresión del riesgo país.
Exigencias del FMI y condiciones del mercado para la deuda externa
Los especialistas de la sociedad de bolsa advirtieron que uno de los puntos centrales en la hoja de ruta económica del Gobierno está vinculado al cumplimiento de las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional. En particular, se espera que el BCRA acumule cerca de u$s 5.000 millones para mediados de junio y más de u$s 10.000 millones hacia fin de año, como condición necesaria para habilitar el próximo desembolso de fondos por parte del organismo.
Este desafío se enfrenta con una dinámica aún frágil en el mercado cambiario y con reservas que no logran mostrar un crecimiento sostenido. Según los expertos, la clave será generar un esquema de acumulación basado en superávits genuinos del sector externo y no solamente en medidas de corto plazo.
En este marco, la deuda en dólares sigue presentando tasas por encima del 10%, lo que refleja que los inversores aún demandan un elevado premio por riesgo. Para Grupo IEB, esta situación puede revertirse solo si se logra fortalecer la confianza en la política económica y mostrar avances concretos en materia fiscal y monetaria.
Finalmente, señalaron que, si bien los movimientos recientes de los bonos HD fueron en su mayoría positivos, todavía queda un largo camino por recorrer para recuperar el acceso a los mercados internacionales y mejorar la calidad del financiamiento externo.
Qué pasa en los mercados del mundo
Las acciones estadounidenses operan a la baja este miércoles, arrastradas por el resurgimiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China en el sector de los semiconductores, así como por resultados corporativos que reavivaron preocupaciones sobre el impacto económico de los aranceles impulsados por el presidente Trump.
El Dow Jones Industrial Average retrocede un 1,5%, perdiendo más de 670 puntos, mientras que el S&P 500 cede 1,2% y el Nasdaq Composite pierde alrededor de un 0,9%, en una jornada marcada por la cautela de los inversores.
En el centro de las preocupaciones del mercado se encuentra la creciente disputa tecnológica entre ambas potencias. China criticó duramente las nuevas restricciones estadounidenses sobre chips de inteligencia artificial, calificándolas de “acoso unilateral” y advirtiendo sobre posibles represalias que podrían poner en riesgo los recientes avances en las negociaciones comerciales.
Mientras tanto, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense aumentaron, con el rendimiento a 30 años superando el 5% y el de 10 años ubicándose por encima del 4,5%, reflejando las crecientes preocupaciones sobre el déficit fiscal y el aumento de la deuda nacional. En este entorno, el mercado continúa evaluando el impacto de las políticas comerciales y fiscales de la administración Trump, en un contexto de creciente volatilidad y preocupación por el crecimiento económico global.