24DigitalWeb

Publicidad y Comunicación

debate por los aranceles y el impacto en la Argentina



El debate dentro de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos sobre la posibilidad de recortar tasas de interés en lo que resta de 2025 está al rojo vivo. La interna se intensificó tras la implementación de nuevos aranceles por parte del presidente Donald Trump, que generan presiones inflacionarias en la economía estadounidense. En este contexto, la Fed se encuentra dividida entre quienes consideran que el impacto será pasajero y los que advierten sobre una inflación más persistente que obligaría a mantener una política monetaria contractiva.

El gobernador de la Fed, Christopher Waller, se ubicó claramente en el primer grupo. En un discurso reciente en Corea del Sur, afirmó que los efectos de los aranceles sobre la inflación probablemente no serán duraderos, y que las expectativas de precios permanecen “ancladas”. Según Waller, esto abre la puerta a una política más laxa hacia fin de año, siempre y cuando la inflación siga su curso descendente y el mercado laboral mantenga su fortaleza.

“Dado mi convencimiento de que cualquier inflación inducida por aranceles no será persistente, apoyo que se consideren los posibles efectos de los aranceles sobre la inflación a corto plazo al fijar la tasa de política monetaria”, expresó el funcionario, alineándose con la postura de la Casa Blanca. De hecho, el propio Trump ha reiterado su pedido de que la Fed baje las tasas para aliviar los costos del crédito y fomentar el crecimiento económico.

Sin embargo, no todos dentro de la Fed comparten esta visión. El presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, Neel Kashkari, y la presidenta de la Fed de Dallas, Lorie Logan, manifestaron su preocupación por el posible efecto prolongado de los aranceles sobre los precios. Kashkari advirtió que las negociaciones comerciales podrían extenderse por meses o incluso años, y que en ese contexto los aranceles podrían ir en aumento como respuesta de los socios comerciales.

Por su parte, Logan alertó que recortar tasas demasiado pronto podría generar efectos contraproducentes. “Un banco central siempre puede impulsar el empleo recortando las tasas de interés. La gente podría disfrutar de eso por un tiempo. Pero con el tiempo, recortes excesivos desencadenarían una espiral inflacionaria”, sostuvo.

Logan también enfatizó que las tasas actualmente están en un “buen lugar” y que se necesita paciencia para evaluar los datos antes de modificar la política monetaria. En su visión, es preferible esperar y ver cómo evolucionan los riesgos en ambas direcciones: inflación y empleo.

La puja dentro de la Fed no es menor, ya que cualquier decisión sobre las tasas de interés en Estados Unidos tiene un fuerte impacto global. En el caso de la Argentina, el efecto se multiplica dada la vulnerabilidad de su economía frente a los flujos financieros internacionales y la dependencia de la deuda en dólares.

¿Cómo impacta esta discusión en la economía argentina?

La posibilidad de que la Fed mantenga las tasas altas por más tiempo representa una mala noticia para los mercados emergentes, incluida la Argentina. Una política monetaria contractiva en Estados Unidos fortalece al dólar a nivel global, lo que tiende a generar presión sobre las monedas de países periféricos, como el peso argentino. Esto, a su vez, encarece el acceso al crédito externo, enfría los flujos de capital hacia la región y obliga a mantener tasas altas a nivel local para evitar una mayor dolarización.

Además, si la Fed postergara los recortes, los bonos soberanos argentinos en dólares podrían enfrentar una mayor presión, ya que los inversores globales seguirían buscando refugio en activos norteamericanos. En cambio, un giro hacia una política más flexible —como el que propone Waller— podría aliviar parcialmente esa tensión, mejorar el acceso al financiamiento y dar algo de respiro a la cotización de los activos locales.

Otro efecto relevante se vincula con el precio de las materias primas. Un dólar más débil producto de una baja de tasas suele impulsar los precios de los commodities, lo que podría beneficiar a las exportaciones argentinas. No es un tema menor para un país que necesita dólares genuinos para estabilizar su economía.

En definitiva, el debate en la Fed no es solo una cuestión de política monetaria doméstica: también es un factor clave para el futuro financiero de países como la Argentina, que observa con atención cada señal que llega desde Washington. Mientras el presidente Javier Milei busca recomponer reservas, reducir el riesgo país y atraer inversiones, el comportamiento de la Fed será determinante para definir cuán cuesta arriba será ese camino.





AMBITO

Copyright © All rights reserved. | Newsphere by AF themes.