qué hay detrás del salto cambiario, tras la emisión del BONTE 2030

El dólar minorista arranca este lunes, sin cambios, a $1.200 en las pantallas del Banco Nación. En el mercado informal, el dólar blue se negocia a $1.165. En el ámbito financiero, el dólar contado con liquidación (CCL) cae un 0,5% en $1.194, mientras que el dólar MEP cede un 0,5%, en $1.184. Por su parte, el tipo de cambio mayorista cotiza a $1.188.
Tras la reciente colocación del BONTE 2030 por u$s 1.000 millones, el dólar oficial y los contratos a futuro mostraron una tendencia alcista que reflejó las tensiones crecientes dentro del esquema cambiario. Analistas relevados por iProfesional señalaron que, si bien la operación no implicó un aumento del stock de deuda -al tratarse de un rollover del 100%-, permitió adquirir divisas dentro de los límites establecidos por la banda cambiaria sin necesidad de intervención directa del Banco Central. En ese marco, la emisión funcionó como una vía para acumular reservas netas, aunque generó una expansión monetaria significativa y un tipo de cambio implícito que se aleja del piso de la banda.
Para los especialistas, la estrategia permitió al Gobierno conseguir dólares sin intervenir en el mercado mayorista de cambios, preservando la lógica del esquema vigente. No obstante, destacaron que este instrumento podría ser utilizado nuevamente en el corto plazo, ya sea para acercarse a las metas de reservas acordadas con el FMI o bien para afrontar próximos vencimientos de deuda en moneda extranjera. Si bien este mecanismo fue bien recibido por los inversores extranjeros, también implicó convalidar una tasa elevada, en línea con el riesgo cambiario percibido.
Desde el punto de vista de la oferta y la demanda de divisas, los expertos comentaron que la dinámica en el mercado oficial sigue siendo el reflejo del equilibrio entre ambas partes. Se observó una aceleración de la liquidación del agro, motivada por el inminente aumento de retenciones, y un incremento en los préstamos en dólares, una fuente de ingreso de divisas. Por el lado de la demanda, algunas provincias habrían accedido al MULC para cancelar compromisos externos.
Asimismo, indicaron que el Banco Central podría continuar interviniendo en el mercado de futuros para contener las expectativas de devaluación, una herramienta clave para incentivar flujos financieros. Para los analistas, el equilibrio entre tasas de interés, expectativas de inflación y estabilidad nominal será fundamental para que instrumentos como el BONTE sigan resultando atractivos para el capital extranjero.
Suba del dólar y desafíos para la acumulación de reservas
Durante la última semana, los principales tipos de cambio alternativos mostraron una tendencia alcista, fenómeno que también se reflejó en el mercado de futuros, donde la cotización para diciembre se ubicó en torno a $1.350. Desde Ecolatina advirtieron que este nivel prácticamente anuló la baja observada a comienzos de mes.
En este contexto, los analistas señalaron que el Gobierno no logró durante mayo alcanzar su objetivo de llevar el tipo de cambio a la zona de los $1.000, pese a tratarse de un período estacionalmente favorable. El BCRA aún no realizó compras en el MULC, ya que las autoridades anunciaron que solo intervendrían si el tipo de cambio se ubicaba en el piso de la banda cambiaria.
Debido a esta dificultad, las autoridades comenzaron a explorar alternativas para hacerse de dólares. Entre ellas, mecanismos para obtener divisas suficientes sin recurrir al mercado tradicional, donde los costos financieros son elevados.
Según Ecolatina, con tasas internacionales elevadas y un riesgo país por encima de los 600 puntos básicos, la colocación de deuda en mercados internacionales sería costosa. Por eso, el Gobierno optó por emitir el BONTE 2030, en pesos, suscribible en dólares, dirigido principalmente a inversores extranjeros.
BONTE 2030: una puerta de entrada al financiamiento internacional
La licitación del BONTE 2030 dejó datos clave. Desde Ecolatina destacaron que se recibieron casi u$s 1.700 millones y se adjudicaron u$s 1.000 millones, lo que mostró interés de los inversores internacionales.
Sin embargo, la tasa convalidada fue elevada: TNA del 29,5% y TIR del 31,7%, por encima de las expectativas de inflación y devaluación. Esto refleja una prima de riesgo adicional.
El mayor rendimiento podría explicarse por la necesidad de cubrirse frente al riesgo cambiario. De hecho, el tipo de cambio al que se suscribió el bono aumentó un 4% en pocos días.
Frente a este panorama, Ecolatina advirtió que, si se produce una disrupción nominal significativa, la tasa pactada podría dejar de ser atractiva. No obstante, si se sostiene el rumbo económico, el rendimiento podría considerarse elevado pero razonable para atraer confianza.
Emisión del BONTE y efectos sobre el esquema cambiario
La emisión del BONTE 2030 marcó un punto de inflexión. Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) destacaron que, pese a tratarse de un rollover del 100%, la operación representó una forma de adquirir divisas sin intervención directa del BCRA.
La operación implicó una expansión monetaria de $1,15 billones, con un tipo de cambio implícito de $1.148. Esta dinámica empujó al dólar oficial hacia el punto medio de la banda.
Tanto el dólar spot como los futuros continuaron su tendencia alcista. Según PPI, esto se debe a los efectos financieros del BONTE y a otros factores que afectan la oferta y demanda de dólares.
Esta intervención indirecta permite acumular reservas e influir sobre la paridad cambiaria sin romper las reglas del esquema de bandas.
Reservas, FMI y el objetivo de bajar el riesgo país
La operación con el BONTE permitió al BCRA sumar reservas netas sin intervenir en el MULC. Sin embargo, la meta de reservas pactada con el FMI parece difícil de alcanzar.
No se descarta que el Gobierno emita nuevos bonos para cumplir con vencimientos en julio por más de u$s 4.000 millones. El objetivo no es solo cumplir con el FMI, sino también recuperar la confianza y reducir el riesgo país.
Ecolatina remarcó que una menor inflación y un resultado electoral favorable pueden ser claves para mejorar la percepción de los inversores, más allá del nivel de reservas.
Impacto monetario y sostenibilidad del nuevo instrumento
Desde el punto de vista del endeudamiento, Ecolatina indicó que la operación tuvo un efecto neutro sobre el stock total de deuda, pero un impacto monetario más complejo.
El rollover del 87% en el mercado local dejó una diferencia que fue cubierta con depósitos del Tesoro en el BCRA, generando un efecto expansivo.
La sostenibilidad del instrumento dependerá del equilibrio entre tasa de interés, expectativas de devaluación y volatilidad. Actualmente, la tenencia de bonos en pesos por no residentes es baja comparada con años anteriores.
Para sostener la herramienta, el BCRA decidió intervenir en el mercado de futuros, especialmente en mayo, para frenar la suba de los dólares implícitos.
La demanda de dólares también presiona al alza
Si bien la oferta mostró dinamismo, la demanda de divisas también presiona. Algunas provincias accedieron al MULC para cancelar deudas por u$s 404 millones (incluyendo CABA, Córdoba y Salta).
Este comportamiento pudo haber influido en la reciente suba del tipo de cambio.
Además, la demanda del sector privado sigue firme. Importadores y pequeños ahorristas aprovechan los valores actuales para acceder a dólares, lo que impide que el dólar oficial siga bajando.
Durante mayo, el dólar no perforó los $1.110, lo que muestra una demanda latente que actúa como sostén del tipo de cambio, incluso sin intervención explícita del BCRA.