Una pareja de jubilados pasó más de 11 horas atada tras un brutal robo en su casa
Cuatro delincuentes irrumpieron en la vivienda, los redujeron con amenazas y se llevaron todo. Las víctimas, de 86 y 75 años, lograron soltarse recién al amanecer.
Un hecho de violencia extrema sacudió la tranquilidad de un barrio en Luján de Cuyo, Mendoza. Una pareja de jubilados fue víctima de una feroz entradera que los dejó atados durante más de 11 horas, hasta que pudieron soltarse por sus propios medios y pedir ayuda.
Los delincuentes irrumpieron en la vivienda ubicada sobre calle Gutiérrez al 2100, alrededor de la noche del lunes. Eran cuatro sujetos, que tras violentar el ingreso, redujeron a las víctimas, los maniataron, los encerraron en una habitación y comenzaron a saquear todo lo que encontraron.
Robaron sin apuro
Mientras los jubilados permanecían inmovilizados y amenazados, los ladrones se tomaron su tiempo para recorrer cada rincón de la casa. Según relataron las víctimas, los sujetos actuaron con calma y conocimiento de lo que buscaban.
Entre lo robado se cuentan una camioneta Amarok blanca, electrodomésticos, tres celulares, una computadora, una pava eléctrica, un televisor, un taladro y 650 dólares en efectivo. Todo fue cargado sin mayores complicaciones, gracias a la ausencia de sistemas de seguridad en la propiedad.
Sin heridas, pero con el alma rota
Recién en la mañana del martes, luego de más de once horas de angustia, la pareja logró soltarse y comunicarse con el 911. Afortunadamente, pese al nivel de violencia sufrido, no presentaban lesiones físicas y no debieron ser hospitalizados.
En el lugar trabajó personal de la Unidad de Investigaciones Departamental y de Policía Científica, que realizaron las pericias correspondientes. La falta de cámaras en la vivienda obliga a los investigadores a recurrir a registros de otras casas o comercios cercanos que puedan haber captado el movimiento del vehículo o de los delincuentes.
Otro golpe a los más vulnerables
El hecho volvió a exponer la vulnerabilidad con la que viven muchos adultos mayores en zonas residenciales del interior del país. Sin alarmas ni medidas de protección, quedan expuestos a bandas que operan con violencia y precisión, sabiendo que difícilmente serán identificados.
La causa está en manos de la Justicia mendocina, que intenta dar con los autores del hecho. Hasta el momento, no hay detenidos.
