Petri fue al Congreso a defender que los militares se involucren en seguridad interior | “No requiere ninguna modificación legislativa”

Luis Petri fue al Congreso a defender que las Fuerzas Armadas puedan involucrarse en tareas de seguridad interior. El Gobierno de Javier Milei lanzó el Operativo Julio Argentino Roca, que permitirá que los militares se desplieguen en las fronteras y puedan producir detenciones de civiles. “Lo que estamos haciendo con el Plan Roca no requiere ninguna modificación legislativa”, se atajó el ministro de Defensa ante las críticas de diputados de distinto signo político.
Fueron más de cuatro horas en la comisión de Defensa, que preside el diputado Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos). En algunos momentos, a Petri le falló la tecnología –cuando quería mostrar imágenes o videos–; en otros, el temple porque estalló en más de una oportunidad con Germán Martínez, el presidente del bloque de Unión por la Patria (UxP).
Cuando ya estaba terminando la audiencia, se presentaron algunos legisladores libertarios. Quien plasmó la maniobra en sus redes sociales fue Lilia Lemoine, que saludaba insistentemente a la cámara que transmitía la sesión. “Hace 4 horas tienen a Luis Petri rompiéndole las bolas e insultándolo. Así que decidimos bajar los diputados de la reunión de bloque a bancarlo”, escribió la diputada que suele funcionar como una vocera informal de Javier y Karina Milei.
La citación de Petri se motorizó semanas atrás cuando se conoció que, como parte de la Operación Roca, los militares podrán detener civiles, lo que desdibuja el límite entre las leyes de Defensa Nacional (1998) y Seguridad Interior (1991), que establecieron márgenes claros para evitar la concertación que se dio durante la última dictadura militar.
“Yo creo que es muy peligroso salirnos de las leyes de Defensa, Seguridad e Inteligencia”, arrancó López Murphy cuando le preguntó a Petri por las reglas de empeñamiento para la Operación Roca, que son secretas y se conocieron por un trascendido que publicó el diario Clarín.
Petri buscó mostrar la Operación Roca como una continuidad del Escudo Norte, que se implementó durante la administración de Cristina Fernández de Kirchner. En ese momento se mandaron militares a las fronteras para reemplazar a los gendarmes que fueron desplegados, por ejemplo, en operativos como el Cinturón Sur. En la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, los gendarmes ocuparon los lugares que habitualmente tomaba la Policía Federal Argentina (PFA) como parte de una estrategia para romper sociedades policiales con bandas criminales.
Por un lado, el ministro de Defensa dijo que, durante el kirchnerismo, los militares eran enviados como “blancos móviles” y, en otro momento, pidió pasar a una reunión secreta en la que iba a demostrar que estaban habilitados a hacer aprehensiones y portar armas. Fueron argumentos contradictorios.
Petri procuró no mostrar la Operación Roca como una incursión de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior –algo que sigue vedado más allá de que el Gobierno de La Libertad Avanza (LLA) vaya corriendo los límites. “La actuación de las Fuerzas Armadas en frontera es una operación militar”, insistió el ministro de Defensa.
Después de algunos intentos infructuosos, mostró un video del Escudo Norte, la operación lanzada en 2011. Pidió a los diputados que miraran los últimos 30 minutos. Después se corrigió y dijo que eran los últimos 30 segundos. Allí se veía a unos hombres con uniforme camuflado, armados y haciendo detenciones de civiles.
–Fíjense: aprehensiones– provocó Petri.
–Eso no es Defensa– le gritó Martínez, que fue parte de la gestión de Agustín Rossi en la cartera.
–Déjeme terminar– se quejó Petri.
–Es el Ministerio de Seguridad. Estás diciendo fake news– lo regañó el jefe del bloque peronista.
Después de la exhibición del video, Petri terminó dándole la razón a Martínez: no eran efectivos del Ejército los que detenían a civiles. Pero ensayó una teoría extraña: dijo que el Gobierno kirchnerista buscaba “hacer creer” que el Ejército intervenía en las aprehensiones en las fronteras.
–¿Saben cómo llevaban al Ejército a las fronteras? –continuó monologando Petri–. Como blancos móviles porque no les permitían tener armamento y defenderse.
Según el ministro de Defensa, los militares están facultados a detener a quien es encontrado cometiendo un delito en flagrancia como “cualquier ciudadano”, lo que es, al menos, contradictorio con el estado militar.
Alineamiento
Los cruces con Martínez siguieron toda la tarde-noche. Petri quiso leer el decreto del Escudo Norte (1091/2011) diciendo que la norma facultaba al Ministerio de Defensa a hacer aprehensiones. “No sabés usar Infoleg”, le gritó el diputado de UxP. “Está leyendo mal. Está leyendo la versión actualizada. Ayúdenlo los asesores”, les reclamó.
En un momento de su larga exposición, Petri dijo que habían conversado sobre el Plan Roca con jueces. Página/12 reveló días atrás que el ministro había tenido un almuerzo secreto a bordo de la Fragata Sarmiento con todos los integrantes de la Cámara Federal de Casación Penal, con excepción de Alejandro Slokar y Ángela Ledesma. El encuentro no fue publicitado desde el Ministerio ni desde la Casación. Sin embargo, desde el entorno de Petri hicieron saber a este diario que habían conversado sobre el despliegue de las Fuerzas Armadas en las fronteras. “La Casación no es una instancia de consulta”, contestaron desde Comodoro Py.
“Yo no tengo debilidad normativa para que las Fuerzas Armadas vayan a la frontera”, insistió Petri. “Antes nos decían que iban a hacer acciones disuasivas, pero en realidad iban a hacer acciones militares de defensa”, retrucó mientras acusaba a los kirchneristas de “caraduras”.
No faltaron las preguntas por el hackeo que sufrió semanas atrás el Ejército, que dejó expuestos datos de sus integrantes y destinos militares. “Eso significa indefensión”, resaltó la diputada Agustina Propato (UxP).
Propato aprovechó para citar a la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien el Presidente no le regala ni el saludo, y dijo que no quería ver a los militares “desfilando en Comodoro Py” por su accionar en las fronteras.
Como cierre de su presencia en Diputados, Petri reivindicó el alineamiento de la gestión libertaria con Washington. “Queremos fortalecer nuestra alianza con los Estados Unidos. No tenemos empacho en decirlo. Nos sentimos orgullosos de que el presidente de los Estados Unidos reconozca a nuestro Presidente y vaya con una motosierra”, gritó Petri. Sin ponerse colorado.