El policía que mató al nene de 7 años en Ciudad Evita seguirá detenido | Caso Thiago Correa: el fiscal le negó la excarcelación al agente federal

El fiscal Diego Rulli rechazó la excarcelación al policía federal implicado en el asesinato de Thiago Correa, el chico de 7 años que murió en Ciudad Evita tras recibir en la cabeza uno de los balazos con los que el agente pretendía repeler un asalto. Facundo Aguilar Fajardo se encuentra imputado por el delito de “homicidio simple con dolo eventual” y seguirá detenido mientras se desarrolla la investigación.
La decisión del fiscal le pone así un freno a las pretensiones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que lo viene presionando públicamente para que exculpe al policía del homicidio del niño y lo endilgue a los supuestos ladrones que quisieron robarle.
Ya desde el día en que murió el nene, Bullrich salió a defender el accionar del policía, que disparó once tiros a pesar de que los presuntos delincuentes huían y terminó matando a Thiago, que estaba con su padre a 180 metros de la escena de los hechos.
“Nosotros tenemos una filosofía clara. El que sale a robar en banda, decididos a matar, son los verdaderos responsables del homicidio de Thiago. El policía no salió a delinquir, salió a defenderse”, dijo la ministra. “Estoy indignada con el fiscal. ¿Dónde vive? –avanzó–. Habla de dolo eventual como si el policía hubiera querido matar a Thiago. Había cuatro delincuentes, era de noche, y actuó en defensa propia”.
La “filosofía” de la ministra se contrapone con la letra de la ley: el Código Penal no prevé que un homicidio se le achaque a otra persona que no sea la que disparó. En este caso, hay certeza de que el único que tiró fue el policía.
De hecho, la Policía Científica halló en el lugar el supuesto revólver de los asaltantes, calibre .38 sin numeración ni municiones y que no estaba en condiciones de ser usado. También encontró una vaina servida y rastros hemáticos del chico a casi 200 metros del epicentro del tiroteo.
En el video registrado por las cámaras de seguridad se percibe que no hay detonaciones hasta que los cuatro ladrones buscan huir de la situación.
El fiscal consideró, después de las pruebas recolectadas, que el policía debió haberse figurado que su accionar podía derivar en la muerte de terceros, que pudo prever el resultado de lo que hacía y a pesar de ello continuó disparando. Es decir, que corrió el riesgo de matar, sabiendo que lo estaba haciendo.
Por eso lo acusó de “homicidio con dolo eventual”, un delito que prevé una pena que va de ocho a 25 años de cárcel, conforme a lo establecido por el artículo 79 del Código Penal.
El policía ahora está acusado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, cometido con exceso en la legítima defensa, en grado de tentativa (en tres oportunidades) y con dolo eventual, en concurso ideal entre sí. El “exceso de legítima defensa” corresponde a las otras víctimas de la balacera del policía federal: Brandon Corpus, de 18 años, que recibió seis tiros, y Uriel Montenovo, de 21, con un disparo en la pierna, y Uriel Leiva, baleado en el abdomen y en estado crítico.
El hecho ocurrió el miércoles 4 de junio a la noche en el cruce de Crovara y Madrid, en Ciudad Evita, partido de La Matanza. Thiago y su papá esperaban el colectivo para volver del club a su casa. En ese momento se escucharon los disparos. Uno de ellos impactó en la cabeza del niño, que estaba a 180 metros del lugar del asalto. Thiago murió dos días después.
Joaquín López Otto, el acusado que estaba prófugo tras el hecho fue detenido días después mientras deambulaba en la zona de la Calle 900 y Avenida Central del barrio Villegas, en la localidad de Ciudad Evita.
En su declaración, el policía que ahora seguirá detenido le dijo al fiscal que prefería que lo maten a él “antes de que Thiago hubiese muerto”. Durante su testimonial, insistió en que la situación se desató cuando cuatro presuntos delincuentes intentaron atacarlo a él y a su madre. “Si no hubiese sido por estos cuatro delincuentes, que querían matar a mi madre y a mí, no hubiese actuado y hoy Thiago estaría vivo”, sostuvo.
Conmovido, el efectivo relató que desde el momento del hecho no deja de pensar en su propio hermanito, también de 11 años. “Él va a la escuela, y que le pase lo que le pasó a Thiago, o que le roben, o que en pleno robo resulte herido o muerto… es algo que no me deja dormir”.
Aguilar Fajardo remarcó que al momento de disparar estaba “focalizado” en los agresores, con el único objetivo de que se fueran del lugar. “Lo único que quería era que se fueran”, dijo. Finalmente, describió el lugar como “una zona muy oscura”, con varios obstáculos visuales, como postes de luz, una parada de colectivos y diversos comercios. “Imposible que haya visto”, subrayó.
El padre de Thiago, sin embargo, viene reclamando justicia: “La muerte de mi hijo es un dolor que no me lo puede sacar nadie. No tengo palabras”, dijo días atrás. “Estamos todos mal, esto es inexplicable”, se emocionó. Respecto de lo ocurrido, insistió en su relato: “Lo bajo a Thiago y se escuchan los tiros. Fue ahí nomás. No entiendo nada”. “No es justo que un nene termine así. No puede ser que alguien dispare así, donde hay gente”, evaluó sobre el accionar del policía. “Nadie está preparado para enterrar a un hijo. Es al revés. Es la vida al revés”, lamentó.