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Cuestionan el anuncio del gobierno sobre la finalización del Sistema Riachuelo | “Es un anuncio electoralista”, señalan especialistas y exfuncionarios del área



¿El Gobierno nacional finalizó las obras del Sistema Riachuelo? Aunque así lo anunció este miércoles el vocero presidencial, Manuel Adorni, vale ponerle signos de pregunta a la afirmación. Especialistas y exfuncionarios del área advierten a Página 12 que, en rigor, la megaobra de infraestructura para el saneamiento de líquidos claocales ya estaba casi terminada hacia el fin de la gestión anterior, que llegó incluso a iniciar su proceso de pruebas, y que al anuncio del Gobierno todavía le faltan medidas complementarias esenciales en relación a la contaminación industrial, el acceso a cloacas en los barrios y la relocalización de los vecinos de la cuenca: “Ninguno de los objetivos de saneamiento están cumplidos“, señalan y catalogan de “electoralista” al anuncio del gobierno.

Hubo show, de nuevo, en la conferencia del vocero. Esta vez la inició con un video en el que se veía a Sergio Massa anunciando en septiembre de 2023 el inicio del proceso de puesta en marcha del Sistema Riachuelo, obra a cargo de Aysa comenzada en 2015 con 1.200 millones de dólares de financiación del Banco Mundial (BM). Acto seguido, Adorni calificó a ese anuncio como propio de “los tiempos de la política, que priorizó las fotos oficiales al avance de la obra, y dilataron su finalización“. “La obra del Sistema Riachuelo, una de las obras de saneamiento más importantes de la historia argentina, la terminó finalmente este Gobierno“, agregó el vocero, en una afirmación sin detalles técnicos que se reprodujo en redes sociales y diversos medios, que incluso llegaron a afirmar que Adorni había anunciado el saneamiento total del Riachuelo. 

Poco de todo esto parece coincidir con la realidad. Antolín Magallanes, director general de gestión política y social de Acumar durante la gestión a cargo de Martín Sabbatella, explicó a este diario lo ocurrido en términos técnicos: “Hoy se están siguiendo los procesos de una obra que ya venía lanzada desde la gestión anterior. En ese momento se llegó a dejar en período de prueba, ese período funcionó y ahora, después de un parate de este gobierno, se puso en marcha el proceso de ingreso que es un proceso gradual por el que va a ir entrando materia cloacal de forma progresiva”, indica. “Esto suena mucho a anuncio electoral, porque es muy jugado decir que este Gobierno terminó una obra que llevó muchos años de realización y en la que estaba todo casi a punto y preparado para empezar a trabajar. Al asumir la nueva gestión quedó parado y ahora, de un dia para el otro, nos enteramos de que se puso en marcha“, agrega.

La megaobra de infraestructura es, efectivamente, muy importante para las tareas de saneamiento del Riachuelo. Incluye, entre otras cosas, una planta de pre-tratamiento cloacal en Dock Sud, con estación de entrada y otra de salida hacia el Emisario Riachuelo, y capacidad de 27 metros cúbicos por segundo. Allí se recibirán y tratarán los líquidos cloacales llegados desde el denominado “Mega Colector” compuesto por 40 kilómetros de túneles bajo tierra a lo largo de la margen izquierda del Riachuelo dentro de territorio porteño, desde la zona de Villa Lugano hasta la planta de Dock Sud, ubicada junto al Río de la Plata. Magallanes señala que “es muy importante porque el 80 por ciento de la contaminación del río es cloacal, porque la Ciudad hoy no tiene capacidad de cloaca máxima en el sur y porque a su vez permitirá que la provincia tenga más capacidad de carga”. Ese aumento de capacidad, además, permitiría llevar el servicio de cloacas a alrededor de 1,5 millones de personas en zonas de la cuenca como Avellaneda, La Matanza, Lanús o Lomas de Zamora, entre otras.

Todos los especialistas consultados por este diario coinciden en que toda la obra ya estaba en estado final al terminar la gestión anterior. Ana Lanziani, a cargo de la Secretaría Letrada de Derecho al Habitat N°1 del Ministerio Público de la Defensa (MPD) porteño, que interviene en la Causa Mendoza por el saneamiento del Riachuelo, ratifica que “lo único que quedaba eran las pruebas de funcionamiento de la planta y su puesta en marcha, pero el grueso de la obra la hizo la gestión anterior de Aysa y sólo quedaba por terminarse el 15 por ciento del ultimo tramo, que era esa prueba y puesta en marcha”. 

Desde el MPD tienen información clara porque su participación en la causa les permite solicitar datos a los distintos organismos sobre el estado de las obras. Lanziani asegura a Página/12 que, en efecto, los trabajos de puesta en marcha estuvieron frenados durante el primer período del gobierno de Javier Milei, incluso cuando “los fondos del Banco Mundial ya habían llegado“, lo que habría acelerado que finalmente se destrabe la terminación del proceso para poner en marcha el sistema. 

Desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), integrante del cuerpo colegiado de la Causa Mendoza, también presentaron pedidos a Aysa y recibieron hace sólo dos semanas una respuesta a la que accedió este diario. Allí se detalla, entre otras cosas, que efectivamente las obras “principales” se encontraban finalizadas y que restaban tareas menores como instalación de cercos o parquización. La respuesta establecía, a su vez, una fecha de finalización de todo esto para el 31 de julio de este año, con la puesta en marcha de la planta ya iniciada a través de la derivación de los efluentes cloacales.

Los especialistas señalan, sin embargo, que incluso la finalización de la obra y la puesta en marcha del sistema, por muy importante que sea, no lleva ni de cerca a permitir hablar de un saneamiento total del Riachuelo. Andrés Nápoli , director ejecutivo de FARN, explica en relación a esto que “el saneamiento tiene tres objetivos establecidos por la Corte en su fallo por la Causa Mendoza: mejorar la calidad de vida, recomponer los daños ambientales y evitar daños futuros, y ninguno de esos objetivos está cumplido“. 

“Esta obra puede contribuir en la medida en que se ponga en funcionamiento, pero una cosa es terminar la obra de ingeniería y otra es ponerla en relación con el resto del Riachuelo, porque falta el control de la contaminación industrial y de los basurales, mientras que la relocalización de vecinos apenas llega al 35 por ciento. Todo esto en el marco de la caída abrupta del presupuesto de Acumar con un gobierno que niega la cuestión ambiental, el cambio climático y que cancela políticas publicas del sector“, agrega.

Lanziani aporta, además, que el crédito del BM con el que se financió la obra “no preveía las conexiones intradomiciliarias de las cloacas, por lo que todavía falta bastante para que se pueda decir que la obra funciona en su máximo potencial“. “La verdad es que la puesta en marcha de la obra es un hito en la causa, pero aún queda bastante por resolver de lo ordenado por la Corte en su fallo”, añade. 

Todos se ocupan de recordar, en tanto, que el anuncio se da en un contexto claramente regresivo para el sector. Además del desfinanciamiento y los despidos en Acumar, en ese panorama aparece el cierre intempestivo del seguimiento de la Corte a la Causa Mendoza –que este miércoles Adorni celebró como un “reconocimiento” al Gobierno– y el parate de otras obras importantes para el saneamiento. Magallanes advierte, por ejemplo, que la obra del Parque Industrial Curtidor de Lanús, donde se concentrarían pymes de curtiembres para reducir su contaminación hacia la cuenca, “quedó al 80 por ciento desde el fin de nuestra gestión y ahora está parada“. 



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