Philip Morris busca instalar un modelo libre de humo en Argentina

Desde hace ya varios años, el mayor productor de cigarrillos del mundo viene llevando a cabo una estrategia comercial orientada a cambiar su core business de manera radical.
No se trata de un plan que Philip Morris International debió encarar “obligado” por ciertas circunstancias vinculadas al combate que, a nivel global, existe contra las tabacaleras y que se encuentra vinculado tanto a factores de salud como de cuidado del medio ambiente.
Massalin Particulares busca instalar un modelo libre de humo en Argentina
La decisión forma parte del proceso que lidera la casa matriz del holding dueño en Argentina de Massalin Particulares para liderar la transformación de la industria a nivel global.
En la actualidad, Philip Morris International (PMI) es considerada como la empresa multinacional tabaquera líder a nivel mundial, y sus marcas, como Marlboro, están presentes en numerosos mercados internacionales.
El grupo se encuentra enfocado en la fabricación y venta de productos de tabaco, incluyendo cigarrillos y productos de tabaco sin combustión, con el objetivo de reemplazar los cigarrillos con alternativas libres de humo para lo cual está trabajando activamente en el desarrollo y comercialización de productos como IQOS, un dispositivo para tabaco calentado.
En Argentina, Philip Morris opera a través de su afiliada Massalin Particulares S.R.L., que cuenta con una planta de fabricación de cigarrillos en Merlo, una planta de procesamiento de hojas de tabaco en Rosario de Lerma, y dos centros de acopio.
Es la principal compañía de producción de cigarrillos en Argentina y tiene una fuerte presencia en el mercado local al punto que ha demostrado interés en expandir sus operaciones y realizar inversiones en el país, aunque se han enfrentado a obstáculos como la prohibición de productos de tabaco calentado como parte de su plan para diseñar un futuro sin humo y promover alternativas al cigarrillo tradicional.
En este contexto es que viene investigando y desarrollando variantes a los tradicionales atados que se basan en la ciencia para ofrecer alternativas a los fumadores adultos ante la avanzada global para reducir este hábito.
Para evitar que quienes quieren continuar fumando lo puedan hacer, pero adaptados al nuevo escenario, Philip Morris ha logrado ofrecer un portfolio de productos multicategoría que, en algunos casos, mantienen algunos contenidos del cigarrillo habitual, como la nicotina, pero que son libres de humo y no son considerados por la ciencia como tóxicos.
Se trata de variantes entre las que se encuentran los ya conocidos vapeadores, o los IQOS, un producto que calienta tabaco en lugar de quemarlo y que fue lanzado en el 2014 en varios países como Italia y Japón.
Philip Morris, por ahora sin presencia local
El proceso de investigación, producción y lanzamiento de estos productos le insumió a Philip Morris años de desarrollo y millonarias inversiones, que superaron los u$s14.000 millones.
En la actualidad, y teniendo en cuenta la existencia de un potencial mercado de 1.000 millones de usuarios de estos “cigarrillos sin humo”, estas alternativas ya tienen presencia en 95 países; cuentan con más de 38 millones de clientes y llegan a representar más del 40% de los ingresos netos de la compañía, además de tener una proyección que indica que para finales de este 2025 esa presencia se amplíe a 100 mercados.
La prohibición de importar vapeadores y otros instrumentos, dificultan el plan de Massalin.
Sin embargo, la Argentina no se encuentra en ese mapa, a pesar de que en el holding consideran al país como el más indicado para liderar la transformación en América Latina.
Con ese objetivo, el board de Philip Morris acaba de designar a Marco Hannapel como quien tendrá la tarea de encabezar este proceso que le permitiría a Massalin Particulares recibir una mega inversión que, de acuerdo a la dimensión del proyecto, podría llegar a los u$s1.000 millones en un plazo de entre dos a cinco años.
Italiano de nacimiento, el ejecutivo acaba de desembarcar en la presidencia de Philip Morris International para Latinoamérica y Canadá y estuvo de visita en Buenos Aires para analizar el mercado; cuestionar las regulaciones que prohiben el uso de las alternativas sin humo al cigarrillo tradicional y asegurar que, si el gobierno del presidente Javier Milei termina con esos impedimentos, el grupo está dispuesto a hacer de la planta de Massalin ubicada en la localidad bonaerense de Merlo su base de producción regional.
La dueña de Marlboro se enfoca en el modelo italiano
En una charla con un pequeño grupo de periodistas a la que fue invitado iProfesional, el ejecutivo repasó el plan que el grupo llevó a cabo en Italia para producir estas alternativas que le ofrecen consumir tabaco y nicotina sin el humo asociado al cigarrillo tradicional, que es la principal causa de daño relacionado con fumar.
“Argentina tiene la posibilidad de convertirse en la nueva Italia por la capacidad industrial, el potencial del campo y el valor de su capital humano”, aseguró Hannapel, en un encuentro llevado a cabo en una de las salas del exclusivo hotel Four Seasons de Capital Federal.
El principal impedimento actual para que ese plan se pueda concretar es que el país prohíbe la importación, distribución, comercialización, publicidad y promoción de los llamados cigarrillos electrónicos (vapeadores) y sus accesorios, incluyendo los cartuchos con nicotina.
La prohibición fue establecida por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), y se fundamenta en la falta de evidencia científica sobre su seguridad y eficacia como ayuda para dejar de fumar, y en la preocupación por sus posibles efectos adversos.
Sin embargo, la circulación de estas variantes al cigarrillo normal es común y su uso está sujeto a regulaciones específicas, especialmente en espacios cerrados, públicos o laborales.
Convencer a Javier Milei, el desafío de la tabacalera
Es por eso que el ejecutivo italiano tiene previsto solicitar una audiencia con el propio Presidente o con las autoridades nacionales para explicar los fundamentos científicos y económicos que respaldan la millonaria inversión que podría recibir la Argentina, si se modifican las regulaciones y se permite iniciar la producción local de algunas partes de estos cigarrillos electrónicos, tal como ya ocurre en otros países latinoamericanos, europeos e incluso en los Estados Unidos.

Philip Morris International busca convencer a Milei de instalar un modelo libre de humo en el país.
Para Philip Morris, Argentina es el “plan A” para instalar una o varias plantas productoras de cigarrillos libres de humo, debido a las condiciones que ofrece el país a partir del agro, la industrial y la calidad de sus recursos humanos y científicos que permitirían replicar el exitoso modelo implementado en Italia donde se llevan invertidos más de u$s14.000 millones en investigación y desarrollo de alternativas libres de humo.
“No hay evidencias científicas que permitan prohibir el uso de estos productos”, advierte Hannapel durante la reunión.
“La compañía está lista para invertir en el país al punto que le saca ventaja a otros mercados de la región, donde no hay regulaciones para estos productos, por su agro, su industria, sus servicios y sus talentos”, detalla el ejecutivo.
De hecho, considera como “un bloqueo político” y no de salud a las normas que no permiten el desarrollo de esta industria en el mercado local, “aprovechando todas las ventajas de semejante proyecto, no sólo por la inversión, sino por todo lo que generaría a la economía local y al mercado laboral”.
Hannapel admite que la tarea de convencer al Gobierno argentino se la otorgó directamente el CEO global de Philip Morris International, considerando además que ya no tiene sentido seguir fabricando cigarrillos en el 2025 y que la empresa “es la solución al problema”. “Estamos innovando con alternativas saludables y que además permitirían al país que su recaudación crezca, que se combata el contrabando porque las otras tabacaleras no van en la misma dirección”, añadió.
Inversión de grandes proporciones
Igualmente, reconoce que el grupo no pretende desarrollar este proyecto localmente sin ninguna clase de controles o normas. “Hay que regular bien, controlar de manera lógica y responsable”, aclara durante la conversación.
Si bien Philip Morris tiene en México “un plan B” si el gobierno libertario deciden mantener las prohibiciones, Hannapel insiste en intentar convencer a las autoridades de las bondades del plan porque, sostiene, “no hay duda científica de que fabricar estas alternativas sin humo es mejor que seguir con los cigarrillos”.
De hecho, advierte que con las actuales regulaciones e impedimentos que pesan sobre este negocio, “el país se está perdiendo una inversión extranjera directa de grandes proporciones y peso hasta en el propio producto bruto interno y en la recaudación impositiva que, como en el caso de Italia, nunca dejaría de crecer”.
A modo de conclusión, Hannapel se pregunta si la Argentina quiere adoptar como identidad el modelo que utilizan Francia o Brasil, donde estos productos están prohibidos, pero su uso crece de manera ilegal, la recaudación tributaria cae por el contrabando y no se generan inversiones genuinas.
“O quiere ser Italia o Japón, dos economías en donde ya se desenvuelve esta industria de manera exitosa, con un comprobado efecto derrame en las economías de ambos países y sin que se ponga en riesgo la salud de los fumadores”, agrega.