Francia pide endurecer barreras comerciales para frenar el avance industrial de China en Europa

Desde París advierten que la Unión Europea necesita mecanismos más agresivos para proteger su estructura productiva ante la creciente presión de los bienes industriales chinos.
El gobierno de Francia volvió a encender las alertas sobre el impacto del avance chino en los mercados europeos. En una conferencia económica celebrada este fin de semana en Aix-en-Provence, altos funcionarios reclamaron una mayor defensa comercial por parte de la Unión Europea, con regulaciones más estrictas para frenar el ingreso masivo de productos provenientes de China, especialmente en sectores estratégicos como el acero, los vehículos eléctricos y la tecnología industrial.
“Debemos proteger nuestra industria en todos los frentes. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de que el modelo de sobreproducción china desplace por completo a los fabricantes europeos”, advirtió el ministro de Economía, Eric Lombard, al referirse al crecimiento de la participación china en los mercados globales. Según remarcó, en varios sectores clave Beijing ya controla más del 50% de la oferta mundial, algo que —a su juicio— pone en jaque la continuidad de la actividad industrial europea.
Si bien Bruselas ya aplicó aranceles a productos como el acero y los autos eléctricos chinos, Francia plantea que las normas actuales son insuficientes y reclama mayor flexibilidad para aplicar medidas antidumping y otras herramientas defensivas. En paralelo, China respondió con sanciones comerciales propias, como los gravámenes al brandy europeo anunciados el viernes pasado, que impactan de lleno en los principales productores de coñac.
El debate en Francia también incluye el efecto colateral de la reconfiguración comercial global. Según el ministro de Industria, Marc Ferracci, Europa está absorbiendo ahora una parte de los productos chinos que antes tenían como destino principal Estados Unidos. “China ha desarrollado una capacidad industrial sobredimensionada en múltiples rubros, y eso representa un desafío directo para nuestras fábricas”, expresó Ferracci.
Además, fuentes diplomáticas informaron que el gobierno chino busca reducir la duración de la próxima cumbre con la UE, prevista para este mes, en lo que se interpreta como una señal de creciente tensión con el bloque europeo.
Por su parte, Lombard remarcó que el reciente giro político en Alemania puede abrir una ventana de oportunidad para que París y Berlín trabajen juntos en una agenda común de protección industrial. Según adelantó, habrá reuniones bilaterales en las próximas semanas para coordinar estrategias comerciales y productivas en el marco de la UE.