Qué es un crédito prendario y cómo utilizarlo para comprar tu primer auto

Los créditos prendarios siguen ganando terreno en Argentina. De hecho, durante los primeros meses del año, hubo un crecimiento de ventas de autos 0 km del 78% con relación al mismo período de del año pasado. Asimismo, 1 de cada 4 autos que se vendieron fueron financiados.
Todo esto se debe a la gran oferta crediticia en el mercado automotor. Según los especialistas, las tasas de interés para financiar un usado son más altas que la de 0KM, porque estas se encuentran subsidiadas por las automotrices. En este último punto, muchas empresas lanzaron una línea de créditos prendarios a tasa 0, los cuales le permiten a los compradores acceder a un financiamiento muy conveniente.
Qué es un crédito prendario y cómo usarlo para comprar tu primer auto
Los créditos prendarios es un tipo de financiación otorgada por bancos, concesionarias u otras entidades financieras para la compra de un bien específico, en este caso, un auto. La característica particular de este tipo de financiación es que el propio bien adquirido queda como garantía del pago. Es decir, se encuentra “prendado” mientras el préstamo tenga vigencia.
Esto implica que el bien se registra legalmente como garantía a favor del prestamista, quien puede ejecutarlo en el caso de no cumplirse con los pagos pactados. En caso de mora o incumplimiento, la entidad está habilitada para quedarse con el bien o rematarlo con el fin de recuperar el dinero prestado.
Un beneficio destacado de los créditos prendarios es que suelen contar tasas de interés más convenientes si se los compara con los préstamos personales, debido a que el riesgo para el prestamista se reduce al tener un respaldo físico. Esta modalidad permite acceder a bienes costosos, como autos o maquinaria, incluso sin tener el dinero completo.
De esta forma, muchas personas adquieren vehículos para trabajar en plataformas como Uber o DiDi. Si bien el comprador puede usar el bien desde el inicio, la propiedad plena se accede solo al finalizar el pago total.
En nuestro país este tipo de financiación está regulada por la Ley de Prenda con Registro (Ley N.º 12.962), que establece los derechos y obligaciones de ambas partes. Durante el crédito, el bien no puede venderse ni transferirse sin previa autorización. Cuando las obligaciones son canceladas, la prenda queda sin efecto y el titular accede a la propiedad definitiva.
Crédito prendario o plan de ahorro: cuáles son sus diferencias
Tal como mencionamos anteriormente, el crédito prendario está ganando terreno. Esto se debe, en primer lugar, por la posibilidad de retirar el vehículo en el mismo momento que se adquiere, sin depender de sorteos ni licitaciones.
En segundo lugar, muchas terminales ofrecen tasas subsidiadas o nulas, con plazos que parten desde los 9 a los 24 meses. A su vez, las condiciones suelen ser claras y detalladas en aspectos como el monto a financiar, cantidad de cuotas y valor de cada una.
Es decir, el vehículo se mantiene prendado hasta finalizar el pago, pero el comprador accede rápidamente al uso del rodado. En cambio, los planes de ahorro se basan en un esquema colectivo en el que las personas aportan un monto mensual hasta completar el valor de la unidad.
Para obtenerla, el usuario tiene que resultar sorteado o presentar una oferta de licitación, la cual debe ser superior a la de otros compradores. Las cuotas varían de acuerdo al precio actualizado del modelo y, a pesar de que se financia hasta el 100% del valor, la entrega suele demorar y los ajustes constantes afectan la capacidad de anticipar la mensualidad a abonar.
En pocas palabras, si bien el crédito prendario requiere de cierto análisis y comprobación de ingresos, el plan de ahorro no solicita de forma inicial un historial financiero, lo que genera el ingreso de muchas personas no bancarizadas. No obstante, se debe aclarar que, a la hora de entregar el coche, los requisitos financieros son igual de elevados que los de un préstamo prendario.