El próximo reto de las apps de citas es garantizar encuentros cara a cara

Estamos en una recesión romántica; al menos, eso dicen las cifras. Un análisis del think tank Pew Research Center arroja que el 47% de los adultos estadounidenses afirman que las citas son más difíciles hoy que hace una década. Según otra encuesta de Pew, incluso cuando la soltería está en una pendiente descendente, en 2023, el 42% de los adultos no tenían pareja en comparación con el 44% de 2019, no se siente de esa manera.
El panorama de las citas está inmerso en otro cambio tectónico. La gente todavía anhela el amor, pero desconfía cada vez más de las aplicaciones que no han cumplido la promesa de pareja, quemadas por la gamificación del romance. El cansancio provocado por las dating apps ha alcanzado puntos críticos, y un segmento cada vez mayor de jóvenes ya no quiere que un algoritmo decida su futuro amoroso. Eso ha cambiado el lugar donde la gente busca el amor hoy en día: en la vida real.
Solteros que buscan otros solteros
“Las aplicaciones de citas no son el enemigo. Sin embargo, cada vez más gente anhela conexiones en la vida real, y aunque no somos el único evento para solteros en persona, sentimos que estamos a la vanguardia de este movimiento”, declara Stephanie Scheele, cofundadora de Singles Only Social Club.
En 2023, Scheele, junto con su socia Mackenzie Zoppi, lanzó Singles Only Social Club, una alternativa analógica a las aplicaciones de citas. La idea surgió de un encuentro espontáneo en el parque. Reunieron a amigos, y “amigos de amigos a los que convencieron a última hora”, para una reunión en un parque de Santa Mónica. Desde entonces se ha ampliado a otros entornos de Los Ángeles y Nueva York. El año pasado, la plataforma organizó 40 eventos entre las dos ciudades; el mayor de ellos reunió a más de 300 asistentes. Según Scheele, el punto focal son las edades y los intereses similares: reúnen a profesionales y creativos entre 25 y 45 años. Zoppi describe el ambiente como “natural, sin presiones y realmente agradable”.
Mientras que gran parte de la revolución de la IA pretende eliminar el elemento humano de la forma en la que se comunican y conectan las personas, un puñado de plataformas de búsqueda de pareja han encontrado el éxito a través de un enfoque centrado en el ser humano. Las citas en persona y los eventos para solteros aumentaron un 51% en 2024, y la asistencia mejoró un 71% según datos de la plataforma global de planificación de eventos Eventbrite compartidos con WIRED. Así surge una nueva clase de parejas que decidió tomar las riendas de su destino romántico y alejarse de los cálculos del algoritmo.
David Moss, cofundador y CEO de My TruBond quiere sacar provecho de este cambio. Su negocio es un “servicio de citas de guante blanco” que pretende frenar la soledad mediante encuentros personales. My TruBond se lanzó este año en Houston, y al igual que Singles Only Social Club, aprovecha un modelo de grupo seleccionado como forma de emparejamiento. “Es más fácil ir a Las Vegas a jugar a los dados y ganar, que encontrar un amor significativo en una app de citas”, bromea Moss. Añade que las empresas detrás de las aplicaciones no se preocupan por los resultados humanos, únicamente por los beneficios: “Y no es difícil. Hemos descifrado un código”.