Boxeo: “Pumita” Martínez ganó de ida y de vuelta en Japón y retuvo el título supermosca | Ante Kazuto Ioka por decisión unánime

Fernando Martínez logró lo que sólo Pascual Pérez había conseguido en la década del cincuenta: ir dos veces de visitante a Japón a defender un campeonato del mundo y ganar sin dejar duda alguna. El 7 de julio del año pasado había vencido al local Kazuto Ioka en la unificación de los títulos supermosca de la Asociación Mundial y la Federación Internacional. Y en la mañana de este domingo volvió a hacerlo. Sobre el ring del Ota City General Gymnasium, Ioka le dio durísima batalla ahora en disputa sólo de la corona de la AMB. Incluso, llegó a derribarlo en el décimo round. Pero no lo pudo derrotar.
El “Pumita” de La Boca se levantó. Y a la hora de las tarjetas salió con los brazos en alto. El fallo le reconoció una victoria ajustada pero merecida por uno, tres y siete puntos en las tarjetas de los jurados que se pronunciaron con una limpieza poco común. Acaso porque ninguno de los tres era japonés como tampoco lo era el árbitro, el experto puertorriqueño Luis Pabón, una garantía de imparcialidad arriba del cuadrilátero. Página/12 también vio ganador a Martínez 115 a 112.
Haberse repuesto de una caída y haber terminado ganador sin discusiones realza la tarea del único campeón del mundo del boxeo masculino argentino. Porque fue él quien cerró proponiendo combate y pegando. Sin dejar rastros de esos dos izquierdas cruzadas más justas que fuertes que lo habían sentado sobre la lona. Martínez (51,936 kg) ratificó que no lo acompleja pelear de visitante y que puede hacerlo con un ritmo incomparable para cualquier pugilista de nuestro país.
Ioka (51,936) extetracampeón del mundo, lo exigió con durísimos ganchos de izquierda al cuerpo. Y el “Pumita” respondió plantándose siempre, sin amarrar, sin escapar y pegando los golpes mas certeros. En el dame que te doy de a ratos endemoniado que fue la pelea, dejó en claro que no había viajado a Tokio de paseo. Y que era un mal recuerdo la influenza que obligó a suspender esta revancha en principio programada para el último día del año pasado. Mas allá del lógico desgaste que implicaron los treinta y seis minutos hechos a toda máquina, Martínez finalizó entero. Parado con la autoridad que un auténtico campeón debe demostrar sobre un ring para que nadie sea capaz de birlarle la victoria.
“Le dimos a la gente lo que la gente quiere ver, la verdadera guerra. Sabíamos que teníamos que dejar todo y ahora quiero ser campeón unificado“, dijo el “Pumita” con el cinturón ceñido a su cintura y sin bajarse del entarimado. Su mánager, el “Chino” Marcos Maidana, y su agente internacional, Luis de Cubas Junior, ya tienen abiertas negociaciones para enfrentar al texano Jesse “Bam Bam” Rodríguez, el campeón invicto del Consejo y la Organización, que defenderá su corona el 19 de julio ante el sudafricano Phumelela Cafú.
Tal vez el gran duelo unificatorio suceda a fin de año en algún punto de los Estados Unidos. Sea cuando y donde fuere, será un choque frontal de trenes. Y Martínez llegará agrandado. Ganarle dos veces a un japonés de visitante y sin dejar dudas no es para cualquiera. Es para los auténticamente grandes como él.