24DigitalWeb

Publicidad y Comunicación

La NASA detectó hielo por primera vez fuera del sistema solar


Un grupo de astrónomos de la NASA logró un descubrimiento sin precedentes: por primera vez se detectó hielo de agua cristalina fuera del sistema solar. El hallazgo se concretó a través del Telescopio Espacial James Webb, que observó un sistema estelar joven ubicado a 155 años luz de la Tierra, llamado HD 181327, en la constelación de Telescopium.

El estudio, publicado en la revista científica Nature, representa un avance clave en la comprensión de la formación de planetas y la posible distribución de agua –y por ende, condiciones de habitabilidad– en otros sistemas solares.

Hielo en una estrella joven y parecida al Sol

La estrella HD 181327 es similar al Sol, pero mucho más joven: tiene unos 23 millones de años, en comparación con los 4.600 millones de nuestra estrella. El telescopio James Webb logró detectar hielo cristalino mezclado con polvo cósmico en el disco de escombros que rodea a HD 181327, una región donde continuamente colisionan pequeños cuerpos helados.

Según Chen Xie, investigador principal de la Universidad Johns Hopkins, estas formaciones se asemejan a las “bolas de nieve sucias” que se encuentran en el Cinturón de Kuiper de nuestro sistema solar, donde abundan cometas y objetos helados.

¿Por qué es importante este hallazgo?

Hasta ahora, los astrónomos solo habían detectado vapor de agua en planetas o discos protoplanetarios fuera del sistema solar, pero no hielo sólido confirmado. Esta observación valida décadas de teorías y modelos que anticipaban la existencia de agua congelada en regiones externas a otros sistemas planetarios.

El telescopio Webb pudo captar señales muy débiles de partículas de hielo dispersas por las colisiones dentro del disco, algo que su predecesor, el Telescopio Spitzer, había sugerido en 2008 pero sin pruebas concluyentes.

image.png

Qué es el sistema HD 181327 y cómo ayuda a entender nuestro origen

El sistema de HD 181327 funciona como una máquina del tiempo astronómica, que permite observar condiciones similares a las que vivió el sistema solar en su juventud. La estrella, más caliente y masiva que el Sol, genera un entorno dinámico donde los impactos constantes entre cuerpos helados liberan partículas que ahora pueden ser estudiadas en detalle.

Estas observaciones abren la puerta a conocer cómo se forman los planetas y cómo elementos clave como el agua pueden incorporarse a mundos rocosos, lo que influye directamente en su potencial para albergar vida.

Lo que viene: más búsquedas y nuevos sistemas por explorar

El equipo de investigación ya trabaja en la observación de otros discos de escombros y estrellas jóvenes, para entender si este fenómeno es común o si HD 181327 representa una rareza. Cada nuevo hallazgo permitirá reconstruir con mayor precisión los mecanismos que dieron origen a los planetas y cómo se distribuyen ingredientes esenciales como el hielo, base de muchas formas de vida conocidas.





AMBITO

Copyright © All rights reserved. | Newsphere by AF themes.