Le negaron el divorcio y prendió fuego un tren lleno de pasajeros

Un hombre de 67 años provocó un incendio intencional en un vagón del metro de Seúl, con 160 personas a bordo. Lo hizo tras perder una apelación judicial. Hay 22 heridos graves y decenas de afectados. El atacante se entregó y dijo que quería llamar la atención pública.
El pasado 31 de mayo, un hecho estremeció a Corea del Sur. Un hombre identificado como Won, de 67 años, prendió fuego un vagón del subte de Seúl, justo cuando atravesaba un túnel repleto de pasajeros. El ataque fue premeditado: el acusado estudió el recorrido, compró nafta, usó un casco para no ser reconocido y eligió un momento clave para causar máximo impacto.
El tren circulaba entre las estaciones Yeouinaru y Mapo, debajo del río Han, con 160 personas a bordo. Allí, vació combustible en el suelo del vagón y lo encendió con un encendedor tipo soplete. La escena fue grabada por las cámaras de seguridad.
Heridos y pánico en un espacio cerrado
A raíz del fuego, 22 personas fueron hospitalizadas con quemaduras. Una mujer embarazada cayó sobre el combustible en medio del caos. Otras 129 personas necesitaron asistencia por inhalación de humo, lesiones leves o crisis nerviosas.
Según la fiscalía de Seúl, el ataque fue consecuencia directa de una crisis personal del agresor, que había perdido una apelación por su divorcio. Vendió todas sus propiedades, canceló sus seguros y se preparó para morir incendiado, aunque terminó entregándose voluntariamente tras el hecho.
Buscaba “impacto social”
Durante el proceso judicial, Won confesó que quería quitarse la vida, pero también deseaba dejar un mensaje. “Quería convertirme en un objeto de atención social”, afirmó ante los jueces. Los peritos indicaron que no padecía psicosis, pero sí mostraba egocentrismo, rigidez cognitiva y victimización.
La causa fue caratulada como intento de asesinato múltiple, incendio intencional en transporte público y violación a la Ley de Seguridad Ferroviaria. Podría recibir la pena máxima.
La tragedia que no fue peor gracias a los vagones
El tren no se convirtió en una tragedia aún mayor gracias a los materiales ignífugos que utiliza el subte desde 2003, cuando otro incendio dejó 192 muertos en el metro de Daegu. Desde entonces, Corea del Sur implementó protocolos de seguridad más estrictos, aunque este nuevo episodio volvió a encender las alarmas.
El ataque desató una fuerte crítica social por la falta de controles sobre personas con antecedentes judiciales o conflictos emocionales. Organizaciones de seguridad ciudadana piden ahora que se refuercen los protocolos para detectar casos similares antes de que sea tarde.