Historias de las familias estafadas por Bullrich | El malversado destino de las viviendas del Procrear Avellaneda

Corría el mes de noviembre de 2023 y 160 familias recibían la noticia que les cambiaría la vida: habían sido sorteadas para obtener un departamento a través de un crédito del Plan Procrear en el nuevo complejo edilicio del predio Intendente Luis Raúl Sagol de Avellaneda. Ninguno se imaginaba que, poco más de un año y medio después, todo se vendría abajo al enterarse por los medios de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había decidido otorgar sus departamentos a integrantes de las fuerzas federales. Sin dudar en calificar al caso como una “estafa” y una “usurpación estatal”, las familias cuentan ahora a Página/12 sus historias de ilusión y desilusión, las cuentas para llegar al sueño de la vivienda propia, y el actual proceso de organización vecinal para intentar recuperar los departamentos.
Paola Pérez Cáceres, madre de una niña con discapacidad dentro del espectro autista, es empleada estatal y tiene un emprendimiento de pastelería para acercarse a fin de mes. Alquiló toda su vida, y en 2023, junto a su esposo, agarró la calculadora para ver si entre los dos ingresos podían llegar a pagar las cuotas del crédito Procrear. Recuerda ahora que cuando iniciaron ese proceso “era todo ilusión porque veíamos la posibilidad de tener un techo propio pagando una cuota medianamente accesible sin los altibajos del crédito UVA, y cuando salimos sorteados sentimos mucha emoción por haber podido llegar a organizar nuestro crecimiento futuro”. “Todo ese sueño se nos destruyó en la cara el 8 de junio, cuando nos enteramos de la noticia”, se lamenta.
Ninguno de los damnificados recibió una notificación formal sobre el cambio de destino de las viviendas para las que habían sido sorteados. En rigor, desde la asunción de Javier Milei dejaron de tener noticias al respecto, y ya hace unos meses, ante esa demora, comenzaron a vincularse. Ese 8 de junio se enteraron por los medios de los planes de la ministra luego de que el Ministerio de Economía de Luis Caputo cediera el predio a Seguridad. Un día después, el Gobierno liquidó directamente el Procrear con su disolución a través de la Resolución N°764/25, y las familias sorteadas ya ni siquiera pudieron acceder a los datos de sus viviendas que estaban disponibles en la web del plan, ni a la página que tenían asignada en el Banco Hipotecario a la espera de que se abriera definitivamente el crédito.
Romina Cacchione, docente y vecina de Avellaneda desde hace 20 años, se anotó en el plan con el sueño de conseguir una casa propia para vivir junto a su hijo. Tiene en el recuerdo todo lo que tuvo que presentar para poder acceder al sorteo: “Los recibos de sueldo de tres meses corridos, demostrar la continuidad en el trabajo, que hacía más de un año estaba trabajando en el mismo lugar, que no tenía casa propia…”, enumera a este diario y describe el momento en el que se enteró de que el departamento de dos dormitorios que les habían asignado ya no sería para ellos: “Vi en las redes de un medio local que la señora Bullrich había venido a Avellaneda y que había entregado las llaves de los departamentos de los que las familias ya éramos dueños“.
También tiene el recuerdo claro sobre lo que ocurrió entre la asunción de Milei y la aparición de Bullrich en la historia: “Desde que cambió el gobierno ya dejé de recibir novedades y empecé a averiguar qué pasaba. Al principio me dijeron que teníamos que esperar, que iban a ir entregando de a poco porque a algunos departamentos les faltaba el 20 por ciento. Pasaron los meses, volví a averiguar y otra vez dijeron que tenía que esperar porque estaban dando de alta los medidores. Cuando se acercaba el año desde el sorteo ya estaba realmente preocupada y ahí empecé a acercarme a otros ganadores”, señala. Mariela, madre de un niño de 6 años, también indica que “estuvimos esperando durante todo 2024 sin noticias y por eso comenzamos a organizarnos con los vecinos para ver qué hacíamos porque queríamos luchar para tener nuestro espacio“.
Es que al hablar del grupo, los damnificados del Sagol ya se denominan entre ellos como “vecinos“. No necesitaron vivir juntos, pared de por medio, para sentirse una comunidad. Para organizar los reclamos, ahora se encuentran casi diariamente alrededor del predio en el que ya se levanta en las alturas el complejo edilicio ubicado entre Sagol y Díaz Vélez. Es curioso que, del otro lado de las vías del Roca, también haya otro edificio famoso en el conurbano sur por haber dejado un tendal de damnificados: la mole abandonada de 27 pisos del proyecto privado conocido como “Estrella del Sur“, por el que alrededor de 200 familias fueron estafadas con compras de pozo. Ahora, sin embargo, el engaño lo ejecutó el propio Estado.
Las familias no dudan en calificar a lo ocurrido como una “estafa“: “Nos sentimos realmente estafados y con nuestros derechos vulnerados. Es una usurpación estatal que se hizo de una manera atroz por parte de una ministra que hasta hace unos meses decía que ‘el que usurpa pierde‘”, advierte Pérez Cáceres recordando la frase enarbolada por Bullrich en enero de este año en el marco del desalojo a la comunidad mapuche Pailako en Chubut.
Como era evidente, las presentaciones judiciales ya se acumulan por el caso. Los damnificados se presentan en conjunto con abogados y con el apoyo también del defensor del pueblo de Avellaneda, Daniel García, quien ya calificó a lo ocurrido como una “estafa” y un “despojo” en el que “se nota el abuso de poder que hay en Argentina”. Cacchione hace hincapié precisamente en este punto: “Nosotros somos todas familias trabajadoras, laburantes comunes y sin ningún contacto con estratos sociales altos, lazos con políticos o jueces, y por eso estamos siendo víctimas de un atropello ilegal“, asegura.
“Nuestra lucha no va a parar. No vamos a bajar los brazos porque ese predio tiene dueño. Somos 160 familias asignadas a los departamentos, así que esperamos que se haga justicia y nos den lo que es nuestro”, agrega. Pérez Cáceres subraya, por su parte, que “estamos luchando codo a codo aunque es muy doloroso tener que estar con todo esto cuando el que está en falta es el gobierno; no queremos nada más ni nada menos que el derecho a habitar nuestro hogar con los procesos correspondientes“.