El PRO bonaerense se subió al furgón de cola de La Libertad Avanza | Autorizaron el acuerdo en la provincia de Buenos Aires

Con Mauricio Macri debilitado y alejado de las negociaciones, el PRO bonaerense votó por unanimidad facultar a la Mesa Ejecutiva del partido, encabezada por el presidente Cristian Ritondo, a construir un frente electoral con La Libertad Avanza (LLA) para las elecciones legislativas locales del 7 de septiembre. La resistencia del expresidente no fue suficiente y el partido amarillo terminará aceptando las condiciones que plantea la Casa Rosada.
Las conversaciones para cerrar una frente que polarice con el peronismo en la provincia de Buenos Aires dieron un paso clave. En una asamblea celebrada en la sede partidaria de la calle Balcarce y encabezada por el diputado nacional Cristian Ritondo, se autorizó a la Mesa Ejecutiva del PRO a avanzar en un acuerdo electoral. El encuentro fue más un trámite formal que una definición concreta: no se mencionaron partidos ni nombres específicos, aunque se sabe que el Gobierno doblegó a la cúpula macrista, que pretendía que se respetara algo de su identidad. De ahí que la coalición antiperonista, probablemente, termine utilizando el nombre de La Libertad Avance y el color violeta, insignia de los libertarios.
Respecto a la pérdida de identidad del partido, el diputado Diego Santilli recordó que cuando se armó Cambiemos “el PRO estaba incluido como parte de un todo” y no figuraba su logo. Ya asumido como parte del oficialismo, el diputado señaló que buscan “terminar con el populismo” y que necesitan “más diputados y senadores para transformar la provincia”.
Ritondo, en tanto, justificó el pacto con La Libertad Avanza, al señalar que “escucharon” a los bonaerenses que les piden “unidad”. “Junto a intendentes y dirigentes de cada rincón de la provincia, estamos trabajando para ir juntos en septiembre y en octubre”, remarcó. En referencia a los candidatos que se barajan para las listas de las distintas secciones electorales, solo atinó a decir que están viendo “los mejores nombres, los que mejor representan a esta alianza”.
Consultado por la prensa sobre quién tendrá la mayor incidencia dentro del frente para definir candidaturas, Ritondo planteó que el hecho de que “se discuta quién tiene la lapicera es un poco mentiroso” porque “la lapicera tiene que lograr que nosotros ganemos y hagamos un buen papel, la lapicera la va a tener la gente”. Con esas palabras evitó decir que la definición la tendrán los armadores de la Casa Rosada que responden a la secretaria de la presidencia, Karina Milei.
Todo indica que en la distribución el PRO se quedará con muy poco: los espacios en la lista se repartirán en un 75 por ciento para dirigentes libertarios y un 25 por ciento para los amarillos.
Al finalizar la asamblea en el Bajo porteño, el PRO emitió un comunicado en el que sostuvo que se “construirá un frente electoral que le ponga un freno definitivo al populismo en la provincia de Buenos Aires”. “Lo venimos trabajando con seriedad, sin improvisaciones ni especulaciones personales. Todos los que participamos tenemos en claro que hay un objetivo común: ganar la elección del 7 de septiembre para devolverle a los bonaerenses el orden, la seguridad y el progreso que el kirchnerismo les quitó durante años”, expresó el partido. Y finalizó: “Dimos este paso con unidad, responsabilidad y una profunda vocación de transformación”.
La convocatoria fue firmada por Ritondo, la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez (vicepresidenta del PRO provincial), y el ex intendente de Lanús, Néstor Grindetti, actual presidente de la asamblea. También participaron jefes comunales y legisladores como Matías Ranzini, Agustín Forchieri, Martín Yeza, Adrián Urreli, María Sotolano, Alex Campbell, Marcelo Matzkin (Zárate), Pablo Petrecca (Junín), María José Gentile (9 de Julio), Julieta Arce, Julio Garro y Aldana Ahumada, entre otros.
La provincia de Buenos Aires será, por ahora, el único distrito en que lo logren, si se tiene en cuenta que en Chaco fue una alianza básicamente determinada por el gobernador radical Leandro Zdero. Y, en contraposición, en Corrientes fue el gobernador Gustavo Valdés quien no llegó a un acuerdo y competirá con LLA, con el PRO de su lado. Los acuerdos entre ambos espacios brillan por su ausencia, salvo por la negociación en territorio bonaerense.
Ahora el principal problema a resolver para Ritondo son los 13 intendentes del PRO que ponen como condición principal mantener el armado de sus listas locales. Además, reclaman que un acuerdo con los libertarios incluya que dejen de hacer una oposición férrea en los Concejos Deliberantes. Quienes más encabezan ese cuestionamiento son Soledad Martínez y el jefe comunal de Junín, Pablo Petrecca, ambos con cercanía a Jorge Macri.
Más allá de los avances, las próximas dos semanas serán de pura tensión. El 19 de julio cierra la presentación de listas y habrá una fuerte pulseada para definir la conformación de las boletas de cada una de las secciones electorales. El 7 de septiembre se renovará la mitad de la Cámara de Diputados, que tiene 92 bancas, y la de Senadores, integrada por 46 miembros. El PRO pone en juego 8 de sus 13 escaños en la Cámara baja y 4 de sus 9 integrantes en la Cámara alta provincial. El peso legislativo del partido dependerá no solo del resultado electoral, sino de cómo finalice la negociación con la Casa Rosada.
Macri, mientras tanto, se mantiene en silencio, lejos de todo, y su vínculo con Javier Milei atraviesa su peor momento. Las negociaciones quedaron a cargo de Ritondo y, según los cálculos del exmandatario, tendrán un pésimo desenlace para el partido.