Cómo actúa el espacio en la menstruación y otros aspectos del cuerpo femenino | Hypatia II es una iniciativa que simula las condiciones de Marte en el desierto de Utah

Hypatia II es una misión que busca simular las condiciones de Marte para conocer los efectos que el viaje a este mundo podría tener en las mujeres. Para ello, recrearon el escenario en el desierto de Utah, en Estados Unidos, y realizaron los más diversos experimentos. Sus resultados fueron publicados este lunes y, entre otros aspectos, sugieren que las copas menstruales podrían significar una buena opción para las astronautas encargadas de liderar proyectos cósmicos en otros planetas. La iniciativa se despliega cuando la carrera espacial está más caliente que nunca: a Estados Unidos y China, se suman Rusia, India e Israel. Artemis, el programa que capitanea la NASA, de hecho, prometió llevar a la primera mujer en una estadía de exploración y larga duración a la Luna.
El proyecto lleva el nombre de Hypatia, en honor a la filósofa griega que se especializó en las áreas de matemática y astronomía. La simulación fue realizada durante dos semanas en el desierto de Utah por nueve mujeres y este lunes se compartieron los primeros avances. En el interior de la base análoga –Mars Research Desert Station–, quienes participaron del ensayo afrontaron situaciones similares a las que podrían vivir eventualmente en el planeta rojo. Esto es: limitaciones de agua y de alimentos, poca movilidad y una esporádica comunicación con la Tierra.
Solo el 10 por ciento de las personas que viajan al espacio son mujeres, y como correlato, ante la falta de experiencias, no se ha producido mucho conocimiento al respecto. Uno de los ejes que se tuvieron en cuenta fue la menstruación y, por primera vez, las tripulantes utilizaron la copa menstrual. Esto constituyó una novedad, ya que por lo general las astronautas son impulsadas a emplear tampones, o bien, métodos hormonales para cortar el ciclo natural.
Incluso, a partir de la copa menstrual, comprobaron que la sangre podría utilizarse en plantas y así contribuir a la economía circular y reducir la cantidad de residuos. Aunque la evidencia por el momento es débil, según resultados preliminares una disolución de sangre en agua potencia la cantidad de raíces en semilleros de legumbres. Como ventaja adicional, la copa no interfiere con el traje que deben llevar las astronautas y colabora con la necesidad de un ambiente aséptico.
Menos masa muscular
Estudiar cómo el escenario espacial puede afectar al organismo femenino era algo que no se había hecho en profundidad. En esta ocasión, las tripulantes se sometieron a análisis antropométricos previos y posteriores a la experiencia, con el objetivo de comparar cómo una dieta pobre en proteínas podía afectar a sus cuerpos. Según los resultados que comunica Hypatia II, si bien el peso corporal y la fuerza de las tripulantes se mantuvo sin mayores cambios, la masa muscular se redujo. En concreto: no alcanzó la rutina de 30 minutos diarios de ejercicio físico (fuerza, resistencia y actividades cardiovasculares) para evitar la pérdida. En misiones reales, los ejercicios devienen fundamentales para contrarrestar fenómenos como este, así como también para evitar lesiones. En esta línea, evaluaron ritmos circadianos y estrés.
Más allá de la base, las mujeres que participaron de la simulación realizaron salidas extravehiculares. Buena parte de la actividad consistió en la instalación y puesta en marcha de un triedro, es decir, un instrumento para calibrar satélites. En el futuro, si Marte será conquistada por humanos, será vital la instalación de formas de comunicación y tecnologías que habiliten tareas de observación del terreno, por ejemplo.
Geología y cuidado del ambiente
También, en pos de continuar la línea de exploraciones que harán las futuras misiones en Marte, durante la simulación hubo aportes de geología. A partir del uso de una pistola de fluorescencia de rayos X, recogieron muestras y realizaron análisis químicos en el lugar. En efecto, identificaron rocas que pueden dar una idea de la historia geológica. El terreno en Utah se asemeja al de Marte, por ello, puede servir como un laboratorio ideal. Las astronautas reportaron un mineral rico en estroncio, una pista que indica un pasado de agua en aquel escenario. Si bien en Marte no se identificó estroncio, sí reportaron yeso o sílice, que podría permitir aventurar un pasado más húmedo para el planeta rojo.
Además del impacto en el organismo, la instalación de tecnología satelital y las contribuciones en geología, el ensayo también buscó reducir al mínimo los efectos del viaje humano en el ambiente. El ahorro en la huella se tradujo en 10.526 litros menos de agua, 832 kilovatios menos de energía y 610 kilos menos de dióxido de carbono (equivalente a las emisiones de un trayecto de 3.600 kilómetros en auto).
Para llevar adelante tales trabajos la tripulación fue conformada por mujeres con experticia en diversos campos. Marina Martínez es geóloga; Helena Arias es ingeniera; Ariadna Farrés Basiana es investigadora en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA; Anna Bach es matemática; Estel Blay Carreras es ingeniera aeronáutica; Jennifer García Carrizo es publicista e investigadora; Mónica Roca Aparici es ingeniera electrónica y de telecomunicaciones; Laura González Llamazares es ingeniera aeroespacial; Lucía Matamoros es nanocientífica.
Los objetivos de la asociación Hypatia Mars pueden resumirse en la promoción de proyectos de investigación y divulgación, así como la visibilización de mujeres científicas como inspiración de futuras vocaciones. Las simulaciones continuarán en 2027 con Hypatia III y los desafíos se renuevan. Recrear las condiciones es parte del entrenamiento, más aún si se tiene en cuenta el recalentamiento de la carrera espacial que protagonizan cada vez más potencias.